Liberen a la Sirena

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De las muchas maneras en que el Capitán imaginó cómo pasaría la noche, enseñarle a Marinette cómo leer no era una de ellas. No es que se estuviera quejando. Él estaba acurrucado debajo de una manta con Marinette, señalando las letras en el libro que estaba sobre el regazo de ella. Escogió un libro de poesía simple, porque sería más fácil para Marinette seguir las letras de las estrofas cortas en lugar de las oraciones complejas.

"Y esta es..." Marinette hizo un puchero, mirando el libro fijamente mientras entrecerraba los ojos. "¿N?"

"Es una M. Como en la primera letra de tu nombre, princesa" explicó Chat pacientemente, poniendo un brazo alrededor de su hombro.

Marinette dejó escapar un gemido frustrado. Habían estado haciendo esto durante horas y todavía no sabía las letras. Le gustaba pensar que aprendía rápido, pero este único desafío parecía invalidar su creencia.

"Esto es muy tonto" se quejó. "La mitad de estas cosas ni siquiera tienen sentido. Y algunas de ellas son demasiado parecidas. Por ejemplo, la v y la w. ¿Por qué una necesita tener dos de todos modos?" Marinette se cruzó de brazos, molesta por los problemas del aprendizaje del alfabeto.

Chat suspiró, tratando de pensar en una buena forma de hacer que esto fuera más fácil para ella. Honestamente, no era algo fácil cuando se trataba de sirenas... espera. El pirata hizo un puchero también, analizando esa posibilidad. Bueno, podría intentar al menos.

"Está bien, cariño. Voy a intentar algo y debes prestar mucha atención. ¿Sí?" Marinette asintió a medias, de manera poco entusiasta y apoyando la barbilla en la palma de su mano.

Por un segundo, Chat se preguntó qué diría su tripulación si lo vieran haciendo lo que estaba a punto de hacer. Oh, bueno, no es como si realmente lo pudieran ver. Se aclaró la garganta, comenzó.

"A, B, C, D, E, F, G" se sorprendió de lo bien que recordaba la canción. "H, I, J, K, L, M, N. O, P, Q. R, S, T." esperaba que recordara bien los saltos en las letras. "U, V. W, X, Y y Z. Ay, la Ñ la olvidé, y las otras ya las sé." Se inclinó, más cerca de Marinette. "En la próxima, ¿cantarías conmigo?"

Marinette tenía la mandíbula floja. Chat se pasó una mano por el cabello con nerviosismo. Claro, él estaba lejos de ser un buen cantante, especialmente para el oído de una sirena, pero pensó que enseñarle a través de una canción funcionaría. Para su asombro, Marinette ahuecó su rostro y dijo con entusiasmo:

"¡Tu voz es maravillosa!"

"¿Lo es?" Chat frunció el ceño. Sabía que tocando el piano era maravilloso. Había sido su única forma de desatar sus emociones durante muchos, muchos años. ¿Pero su canto? Honestamente, ni siquiera podía recordar cuándo fue la última vez que cantó, además de esta noche.

"¡Sí!" Marinette apenas podía contener su felicidad. "Por favor, tienes que cantar otra vez".

"Solo si cantas la canción del abecedario conmigo", ofreció.

"Encantada."

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Chat ignoró los susurros. Honestamente, su equipo pensó que eran tan inteligentes, se escondían y pensaban que no podía oírlos hablar de sus "problemas". Había considerado cortarles la lengua para ver si estaban de humor para los chismes después de eso. Pero decidió que no valía la pena el esfuerzo. Que piensen lo que quieran.

El capitán se dirigía hacia la cabina que se encontaba sobre la cubierta. Se suponía que era suya, pero prefería usarla para las reuniones de la tripulación principal y para las planificaciones. Además, su cabina debajo de la cubierta, lejos del ruido, era mejor de todos modos. Detuvo sus pasos cuando escuchó las voces de su tripulación principal.

Liberen a las sirenas [Bookskitten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora