Liberen a las sirenas [Bookskitten]

La reina de la noche

"¿A dónde vas a ir otra vez?" preguntó Marinette mirando al pirata que se estaba poniendo el abrigo en ese momento.

"Fuera, cariño. Estamos en un puerto, abierto a los piratas, por lo que la tripulación quiere ir a beber por una noche ".

"¿Puedo ir?" preguntó con entusiasmo. Ella no había salido por Neptuno sabe cuántos soles.

"Cariño, no puedes simplemente vagar desnuda en un puerto. Además, mi tripulación no estará contenta al ver tus piernas, no importa cuán hermosas sean." le tomó la mano y le besó los nudillos. "No me quedaré demasiado tiempo" , susurró contra su piel antes de apreta su mano. "Y tienes a Plagg para hacerte compañía"

"Supongo". Marinette suspiró derrotada mientras levantaba al gato y lo abrazaba contra su pecho. El capitán le dio un saludo de dos dedos y salió de la cabina, cerrando la puerta detrás de él.

Sin dejar de abrazar a Plagg, Marinette se dirigió a la ventana de la cabina. El sol ya estaba ahogado por el mar y la oscuridad comenzaba a asentarse. Dejando caer a Plagg, se inclinó un poco, tratando de obtener algo de este puerto. Ella jadeó suavemente. No podía ver mucho, dado que la ventana daba una vista al océano en lugar de mostrar el lugar en el que se encontraban. Pero el pequeño vistazo que dio fue suficiente para aumentar su curiosidad. Había muchas luces y algo que parecía una pieza de un barco con una cubierta extraña. Sólo podía ver unos cuantos antes de los bosques de la isla taparan la vista, pero...Oh, Neptuno. Es un asentamiento humano.

"Miau" La sirena mira a la curiosa felina que la miraba con sus inteligentes ojos verdes.

"Sí, Plagg. Voy a salir".

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Chat acarició su cerveza con una mirada amarga. Después de esa noche, tener poco -o mejor nada-  de alcohol en su cuerpo fue la mejor decisión que pudo haber tomado. Le dio todas las botellas de ron y brandy en su habitación a Nino, quien, por supuesto, se llenó de alegría. El capitán continuó entrometiéndose con su jarra, escudriñando a la multitud en la habitación. The Tigerfish's Inn era el lugar favorito de la tripulación en Mont de Venus y Chat no podía culparlos. El ambiente era relajado, la música, la comida y las bebidas eran buenas y... sí, "eso" también.

Chat inclinó la cabeza y sutilmente se tapó los ojos con su sombrero, mientras la habitación comenzaba a llenarse de mujeres con ropas escasas. Prefirió evitar mostrar su rostro a su alrededor, especialmente después del incidente de hace unos años en Carp's Cove, cuando dos prostitutas peleaban por él. Literalmente. Uno pensaría que ser el pirata más temido en los Siete Mares los alejaría, pero como parecía, solo hizo lo contrario. Y realmente no estaba de humor para tratar con ellas. 

"Compañero, comienzo a pensar que realmente hay algo mal contigo". Chat le echa una mirada de curiosidad a su mejor amigo por debajo de su sombrero. Nino bajó la voz cuando pronunció las siguientes palabras: "Estás ansioso por follar a una sirena, pero cuando una mujer perfecta no-monstruo-marino te empuja los pechos contra la cara, entonces ahí haces problema. Ahora estoy cuestionando tus elecciones de vida. ¿Qué sigue? ¿Vas a abandonar la piratería para unirte a la Marina Real?"

Chat resopló al oír eso. Como si fuera a pasar.

"Toma de mi trago también, ¿si?" Sin esperar su respuesta, el capitán empujó la jarra devuelta hacia nino y se levantó.

Necesitaba un poco de aire y tal vez elevar su estado de ánimo. Sus pensamientos se desviaron automáticamente hacia su sirena, probablemente aburrida hasta las lágrimas en su cabina. Deseó poder sacarla, pero eso era demasiado arriesgado. No, con el secreto que ella guardaba les podía costar la vida a ambos. Sus ojos vagaron hacia los muelles. Maldición, La Coccinelle era en serio un espectáculo impresionante y... el capitán entrecerró los ojos.