Primera Parte...
Alya a menudo describió a Marinette como la sirena más curiosa que jamás nadó en los Siete Mares. Sin embargo, ella tenía sus propias opiniones al respecto, ya que creía firmemente que ser curioso no era tan malo; ciertamente había cualidades peores. Pero traten de decirle eso a Alya o a Tikki.
Cualquiera que hubiera vivido casi 160 años sin ver a un humano se habría preguntado sobre ellos. Y nadar tan cerca de la superficie durante la luz del día no era el movimiento más cauteloso; la curiosidad simplemente la comía viva. No quería que la primera vez que viera a un humano fuera cuando tuviera que matarlo.
Marinette alzó la mirada con asombro. Podía ver el oscuro fondo de un barco e incluso en la distancia podía oír los ruidos que venían de él. La joven sirena se mordió el labio. No planeaba seguir un barco, sólo se dirigía a su isla secreta por la noche. Esto tenía que ser algún juego del destino. Sólo un vistazo, nada podría suceder si ella tomaba un pequeño vistazo.
Marinette nadó hacia la superficie, hasta que su cabeza estuvo fuera del agua para poder tener una visión clara. La nave parecía imponente, aunque realmente no tenía nada con que compararla además de los restos que yacían en el fondo del mar. Lo que más llamó su atención fue el movimiento en una ventana abierta. Sonriendo, Marinette hundió su cabeza en el océano, mientras nadaba un poco más cerca. No iba a perder la oportunidad de ver a un humano. Apareció una figura en la ventana, jugueteando con una herramienta de madera que Marinette no sabría nombrar. Tuvo que reprimir un jadeo al verlo.
Tal vez se había engañado fácilmente porque era el único ser humano que veía, pero se negaba a creer que no fuera el más guapo. Sus cabellos de oro estaban en marcado contraste con su ropa negra, pero no podía ver realmente sus ojos. Una gran pérdida, ella realmente deseaba verlos, dado que eso era lo que las sirenas tomaban de los humanos. Como si oyera su deseo, el marinero alzó la vista y miró al mar. Marinette sintió su boca abrirse. No debería sorprenderse de que fueran tan hermosos, como el resto de él. Verdes, pensó. Ociosa. Ese verde agitado y apasionado en el cual el océano se convierte durante una tormenta. Marinette tuvo un impulso de acercarse, quería verlo más cerca. Pero parecía que su suerte se había agotado para ese día. El marinero volvió la cabeza, mirando en su dirección, pero ella se cubrió bajo las olas. Marinette inhaló, esperando que no la hubiera visto y luego nadó. El atardecer estaba cerca de todos modos y ella necesitaba tierra para caminar. Suficiente aventura por un día...
------------ FIN DEL CAPÍTULO ------------
¡Capítulo 1, primera parte!
¿Para qué necesitará Marinette los ojos de un humano?
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Liberen a las sirenas [Bookskitten]
Fanfic"Marinette debería haberlo arrastrado bajo el agua y haberse deleitado con su cuerpo cuando tuvo la oportunidad. Tal vez así ella no habría sido su prisionera...Maldito pirata." Autora: Bookskitten Traducción: Seravilo