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-¡¿Qué hiciste qué?!-exclamó la rubia levantándose de golpe y dando una fuerte palmada en la mesa.

Hinata se sonrojó mientras veía a todos los lados de la cafetería, todo el mundo la miraba por culpa del grito de Ino.

-Siéntate y deja de gritar, todos nos miran-dijo entre dientes.

La rubia sonrió a los demás a modo de disculpa y luego se sentó clavando de nuevo la vista en Hinata.

-Tiene que haber un tipo de problema contigo-aseguró, esta vez en voz baja.

Hinata resopló.

Hacía una semana que había sucedido lo de Naruto y como había estado demasiado ocupada con el asunto del ladrón y de la bomba no había tenido ni un minuto para hablar con su amiga hasta ese día.

Kiba había empezado a preocuparse por ella y las horribles ojeras que le coloreaban el rostro y la había mandado descansar.

Por eso ahora se encontraba en una cafetería del centro con la loca de Ino hiperventilando delante de ella.

-Hice lo que tenía que hacer.

-¿Lo qué tenías que hacer?-dijo la rubia sarcástica-yo te diré lo que tenías que hacer, ignorar el teléfono y llevarte a ese tío a tu cama, ¿qué hay mal en ti, Hinata?

Hinata frunció el ceño, que ella se comportase de ese modo no significaba que toda mujer se lanzase encima del primer desconocido que le cayese en el camino.

-No hay nada malo en mí, era necesario que contestase al teléfono, podía tratarse de una emergencia.

-Emergencia es lo que tú interrumpiste cuando atendiste a la llamada-insistió la rubia-Dios, podías haber gozado de ese dios masculino, no importa que yo te llamara.

¿A caso pensaba que ella no era consciente de eso? desde aquel día sufría sueños porno con el tipo en cuestión y eso era algo realmente vergonzoso para una persona como ella.

-No tengo tiempo para andar con tonterías Ino, Kiba está preocupado y yo también.

Ino cambió su semblante por uno de seriedad.

-¿A caso ha pasado algo malo?

-En realidad solo es una suposición pero no estoy muy segura-contestó-verás yo creo que fue Kyubi el que hizo estallar la bomba.

Ino abrió los ojos de par en par.

-Pero eso no puede ser, tú misma declaraste que se fue por el lado contrario a donde estalló la bomba, tendría que ser muy rápido para colocarla y poder escapar.

-Es un ladrón que tiene en jaque a medio mundo, honestamente lo creo capaz de hacer cosas que consideramos imposibles-añadió.

La rubia no contestó, solo se limitó a dejar vagar su mirada por toda la cafetería.

-No sé Hinata, él es un ladrón y todo eso pero nunca agredió a nadie.

Y eso no tenía nada que ver, siempre había una primera vez para todo, pero Ino tenía razón, al menos hasta que se demostrase lo contrario y lo cierto era que no sabía como.

-¿Entonces que sugieres?

Ino se llevó un dedo a la sien y la miró fijamente.

-Que volváis a interrogar a los testigos, a lo mejor de esta segunda vez podéis sacar algo más en claro, estarán más tranquilos y podrán pensar mejor.

Si, tenía razón, eso era lo que necesitaban hacer.

Fugazmente en su mente volvió a revivir la escena de ella y Naruto besándose en su cocina y no pudo evitar un escalofrío al darse cuenta de que entonces volvería a verlo.





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