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Kakashi se recostó sobre la pared mientras observaba las volutas de humo que desprendía su cigarro recién encendido. Se había pasado toda la mañana revisando los equipos de seguridad con Nana y Yon, luego había ido a comprobar los sistemas de defensa que habían incorporado Ni y Go en la casa de Hachi y Nana, la cual ahora era su centro de operaciones.

Las cosas cada vez estaban más difíciles, Naruto y Hinata habían logrado escapar pero estaba convencido de que la próxima vez no sería tan fácil por lo cual había mucho por hacer y eran esos pequeños momentos de relax los que había que aprovechar. Pero algo seguía dándole mil vueltas en la cabeza y era el hecho de que ahora se les presentaba un nuevo problema, otro peligro igual de amenazador, el hecho de que alguien en la policía estaba manteniendo contacto con el chantajista y este le estaba pasando información.

En cualquier momento sabía que podría aparecer un coche de la policía allí mismo, en la explanada donde él y sus hijos aparcaban sus flamantes coches.

Se acabó el cigarrillo y volvió adentro, donde Hachi seguía observando una y otra vez todas las pantallas de los ordenadores.

-No entiendo como no estás mal de la vista con tanto ordenador-dijo.

-Hace dos años que llevo lentillas-se limitó a contestar el pelinegro.

Bien, era bueno saber que la información que le llegaba sobre sus hijos presentaba lagunas como esas. Pero ese no era el momento para charlas paternales, necesitaba que Hachi le hiciese un trabajo, un trabajo de suma importancia.

-Tengo un trabajo para ti.

-Ya lo he hecho-cortó el pelinegro-he bloqueado todas las cámaras de seguridad y detectores de la comisaría, ahora mismo iba a ir a por los documentos, según mi criterio no soy tan estúpido como para entrar en la comisaría tirando las paredes con un coche, apuntar a todos con una Tokarev rusa y mucho menos utilizar bombas de humo, así que me limitaré a hacer lo convencional para conseguir esos documentos.

Kakashi se quedó de piedra, ¿es que ahora todos actuaban sin su consentimiento? ¿No era el jefe el que mandaba?

-Nunca he obedecido órdenes y lo que hago lo hago porque me da la agana-se limitó a decir Sasuke-me llevo el coche del dobe.

El peligris observó como el otro se iba. Si, era cierto que Sasuke no era del tipo que montaba escándalos para entrar en los sitios que iba a asaltar, Sasuke era del tipo que era capaz de entregarse a la policía para conseguir algo y luego volarla en mil pedazos con sus modernísimas bombas electrónicas.

Solo esperaba que esta vez no hiciese ninguna tontería.

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Naruto estaba tumbado en el jardín de la parte trasera de la casa de Nana y Hachi, dejando que sus ojos vagasen desde el verde de la hierba hasta el profundo azul del cielo. Ayer había sido un día muy difícil y extraño. Primero casi los mataban a él y a sus hermanos, luego casi lo matan otra vez cuando fue a rescatar a Hinata y luego pasa un momento de lo más apasionado con ella en una de los pasillos del museo.

Sus días no es que fuesen muy normales, pero tales extremos...

-Hinata-susurró.

Ella estaría ahora en casa de Ino odiándolo porque seguramente pensaba que él la estaba utilizando como un simple consolador, y en la mayoría de los casos sería así pero para él, ella era más que un simple cuerpo que le descargaba de su necesidad social, al contrario de sus otras amantes, de las cuales no recordaba ni siquiera el nombre, ella tenía cara, tenía voz y recordaba perfectamente lo bien que podía sentirse estando con ella, no únicamente sexo, sino que también le gustaba discutir con ella. Le gustaba estar con ella.

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