Almas Unidas//Niall Horan [1].

CAP 15

Mi hermano y yo cruzamos las miradas, nos había sorprendido

—ahm, ¿cómo sabes lo del ciervo?

—mi papá y yo volvíamos de cazar, cuando íbamos a cruzar la carretera los vi

—¿el señor Wolf nos vio?

—no, lo distraí mostrándole una herida que me hice mientras cazabamos

solté un suspiro aliviada—gracias, Bryan

este miró a mi hermano aún con el semblante serio y dijo—tienes los ojos rojitos, camarada—giró su cabeza y me observó—, tu igual, cariño

sentí un leve calor en mis mejillas y agache la cabeza, por vergüenza y por mis sentimientos hacia él

—acabamos de destripar a un animal—habló mi mellizo acercándose a la chimenea—, ¿qué esperabas?—tomó más leña y la tiró en las llamas—, a parte, puedo oír como tu sangre fluye en tus venas

Observé el rostro de Marshall, se veía medio afligido, sabía que quería morderlo

—Marshall...

—lo sé—me interrumpió—, debo controlar mi sed

Bryan miró a mi hermano preocupado, ya habíamos tenido este tipo de conversaciones antes; la sangre del chico de cabellos ondulados es de las realmente buenas, pero, ya que nuestra dieta "anormal" es a base de animales, y porque obviamente no lo queremos matar, nos controlamos

—perdón, no debí venir trotando—se disculpó—, me olvido de que las pulsaciones aumentan

Marshall asintió comprensivo y se sentó a mi lado

—¿están seguros que controlan las ansias?—preguntó mientras frotaba sus manos—. Sin ofender, pero odiaría convertirme en un ser así, tener sangre en tu dieta...iugh, que asco

sonreí a medias y me acerqué a Marshall—claro que sí, Bryan—le respondí acurrucandome en el hombro de mi mellizo —, a demás, guardamos los restos del animal por si nos da del otro tipo de hambre

El aludido hizo una mueca de desagrado asintiendo lentamente—ahm, no sé porque pero, ya me suena como si fuera común

—llevas juntandote con nosotros desde primaria y sabes de nuestro secreto desde los doce años—murmuré bostezando

—ya era hora de que lo hicieras—acotó su mejor amigo—, ¿no crees?

este relamió sus labios y respondió—creo que sí—exhaló—. Bueno, supongo que ahora haremos algo, despejar el ambiente anormal—pauso por unos segundos—, como siempre

observé su rostro, se veía tan guapo como siempre...pero, tenía una pequeña marca debajo de su labio inferior que no había visto antes, llamandome la atención

—Bryan—lo llamé, este enfocó su expectante en mi—, ¿qué tienes en el labio?—pregunté poniéndome de pie y acercándome  a él

—¿en el labio?—se paso el dedo índice y alzó ambas cejas, en señal de saber de que qué se trataba—, oh, fue mi novia

tensé levemente mi mandíbula y me aleje unos centrimentros de él. Siento algo por Bryan desde hace muchos años, pero nunca se lo he dicho porqué porque es uno de los amigos más serranos que tengo y no quiero estropear nada; hace dos meses comenzó a salir con Marcie Dawson, una chica no tan popular pero conocida de la secundaria, desde que se me resbaló la bandeja del almuerzo de mis manos y la comida cayó  en su vestido hace unos años, me ha tenido odio. Y ahora que sale con Wolf, me lo refriega en la cara

—creo que ya es hora de dormir—expresé molesta—, debes irte

—pero ustedes duermen una sola vez en...

—hoy es nuestra única vez de poder dormir en el mes, Bryan—lo tomé de los hombros y lo dirigí a la salida—, luego nos volvemos a juntar—abrí la puerta—, adiós

lo empujé hacia afuera y cerré de golpe, al girarme me encontré con la mirada molesta de mi hermano

—¿qué?—pregunté indiferente

—no era necesario maltratar a la pueta

sonreí a medias y asentí, mi mellizo sabía todo lo que me pasaba con Wolf—lo sé—me acerqué a él—. Bueno, es hora de que vayamos a la cama, no quiero que los Campbell nos vean con caras de...

—muertos—terminó mi frase sonriendo a medias.