Capítulo 13. (Mimi Tachiwaka/Taichi Yagami)
"Darling, come on and let me in
Darling, all of the strangers are gone
They're gone" Camila C.Si creía que las cosas estaban sucediendo de prisa ahora estaba más que segura. De un momento a otro Yamato había ido por la ex novia de su hermano, Sora deseaba estar encima de Taichi y este parecía tener ojos solo para ella. Se había quedado presionando con fuerza su labio, mismo que estaba ya hinchado y su amigo de cabellos rojizos tuvo que golpear su costado para que reaccionara.
Él no tuvo que repetir la pregunta y ella no tuvo que responderla, simplemente se levantó con tanta gracia como sus tacones y el alcohol en su sistema se lo permitían, para dirigirse al muchacho. Este le tendió su brazo al ver su andar y después de que este soltara un último "adiós" fue que finalmente abandonaron el lugar.
La sala que dejaron atrás estaba sumida en silencio, al menos por unos segundos, antes de que Koushiro comenzara a reír nuevamente, alegando como lo sabía y se lo había dicho, ahogando con esos sonidos su corazón, uno que aún no terminaba de sanar por su mejor amiga.
Y para el par de elegidos que acababan de salir nada de eso estaba a su alcance, no cuando el sonido de sus propios corazones, martillando contra sus oídos y para Mimi, también implicaba el calor que comenzaba en su cuello y terminaba en sus orejas, diciéndole que se encontraba de color granate.
No cruzaron palabra hasta entrar al auto de Yagami, cuando este le preguntó nuevamente si quería ir a casa, ahora ella necesitó responder, utilizando un suave "sí, por favor" al que él correspondió con el motor siendo encendido y poco después, con una mano sujetando la suya, aunque su vista estaba en el camino.
-No lo entiendo- masculló una parcialmente aturdida castaña.
-Mi hermanita y mi mejor amigo se gustan, no es realmente complicado.
Y claro que sabía que no se refería a eso, pero quería, no, necesitaba que ella fuese más específica. Recalcó sus palabras al fijar su mirada en su colorada piel de porcelana en lo que esperaban tras un semáforo rojo.
Casi al momento en que el auto estuvo nuevamente en marcha y sus orbes chocolate lejos de ella es que volvió a hablar.
-No entiendo cómo me elegiste a mí en lugar de a ella. En lugar de Sora...Es decir, todos sabemos cómo te sentía respecto a ella antes y con todo lo que está sucediendo, se podía decir que es tu oportunidad...- Taichi planeaba dejarla divagar cuanto quisiera, pero ella misma se obligó a guardar silencio, observando la sonrisa ladeada del muchacho y ahora no comprendía que de todo lo que había dicho estuvo mal o era una tontería. ¿O se trataba de ella? -¿De qué te ríes?- espetó con los brazos cruzados bajo el pecho y un mohín en sus labios que a pesar de ser de reojo, él consideraba adorable.
-De que pensaras que fue una elección.
El entrecejo de la mujer solo terminó de fruncirse, realmente no entendía si estaban en la misma página o solo había querido salir de aquella reunión.
-Taichi...
-No podía elegir entre ustedes dos porque nunca hubo un "ustedes dos". Siempre fuiste tú.
El rostro de Mimi giró violentamente hacia el muchacho y solo entonces se dio cuenta de que ya habían llegado a su destino, el moreno había detenido el auto, pero no lo había apagado. Sus orbes estaba puestos completamente sobre ella, sus dedos ahora acariciando sus facciones, una suave sonrisa que no por ser pequeña dejaba de expresar lo bien que se sentía en ese momento.
-Tercer intento. ¿Quieres ir a casa?
-No.
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Entre la espada y el deseo.
Romance'Cuando alguien desea algo debe saber que corre riesgos y por eso la vida vale la pena.- Paulo Coelho' Es por eso que los chicos se adentran en una serie de circunstancias que dejara varios corazones rotos, y decenas de confesiones. [Conjunto de One...