Abigail.

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Narra: ___
Aquí estamos otra vez.
No le pude decir que no se podía quedar,sé por lo que pasa en su casa y sé que si se queda con Ernesto probablemente saldrá de ahí borracho.
Ademas no me molesta del todo tenerlo aquí,es como un hermano o perro guardián para mí.
Aparte se la debía por acompañarme y apoyarme todos estos años.

-Ajá.-Respondí sin interés a lo que había dicho anteriormente el chico Rivera.-Oye,¿acabaste tu canción?-decidí cambiar de tema.

-No,pero ya avancé bastante-

-¿Cómo va hasta ahora?-

-Conoces ya a Juanita...~.-Terminó en seco.-¡Y ya!-

-¡Borraste todo lo que llevabas hasta ayer!-

-Sí-

-¿¡Por qué!?-

-No me convenció,me frustré,arranqué la hoja y la tiré al río. Luego me arrepentí,la traté de buscar pero ya no la encontré.-

-¿Cuando pasó eso?-

-Hace dos horas saliendo del bar.-

-Eres increíble-Rodé los ojos.

-Lo sé-

El agua ya había hervido y la quité del fuego para ponerla en las tazas de café y de té.
-Entonces vas a empezarla de nuevo desde cero.-puse ambas tazas en la mesa esperando a que Héctor tomara asiento.

-Exactamente-Se sentó y tomó su taza.

-¿seguirá siendo de la muchacha bonita que viste el otro día?-

-No,me parece algo gastado,tú sabes-bebió de su taza cuando de repente abrió los ojos como platos.-¿¡Por qué no lo hago de una mujer horrible!?-

-¿Qué?-Me empecé a reír.

-Lo que oíste,¡trataría sobre una mujer BIEN culera!-

-¿BIEN culera?-

-DEMASIADO-

-¡Deberías inspirarte en Abigail!-Le sugerí riéndome. Abigail era una chica que me molestaba cuando era pequeña,además era bastante fea.

Casi se ahoga con su trago de café cuando escuchó esto,pues él sabía cómo era ella físicamente.-No estaría mal,eh-Dijo mientras paraba de toser y reírse al mismo tiempo.
Después de un par de minutos dejamos de reír para seguir tomando de nuestras bebidas.
-Tú eres mejor que ella...-Me dijo ya con un tono de voz más suave y serio.

-Lo sé-Le respondí con una sonrisa y con bastante seguridad.
A Héctor le preocupaba que me afectaran los comentarios de ella o que me volviera a molestar,ya que él vivió conmigo la etapa en que ella me molestaba,me hacían sentir mal sus comentarios pero no sabía defenderme. De hecho,Héctor no sabe esto,pero es por ella que dejé de comer como antes lo hacía,ella me llamaba gorda con todo y sus variantes y yo sólo me quedaba callada.

-Ella tiene bigote-Dijo con la misma voz suave.

-Lo sé-Respondí con una ligera risa.

-Ella tiene el cabello horrible-

-Lo sé-

-Tiene los dientes chuecos-

Cielito lindo. [Héctor Rivera y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora