La Última Bala

El ritual

Condujo suavemente por la rue Lepic, la ventanilla bajada, el sol de primera hora de la mañana entrando. Oía el sonido de la gente hablando al pasar algunos en un rápido y claro francés con acento parisino, otros en idiomas dispares, pudo oír algo de noruego, español y ruso... El bullicio de una ciudad, que a pesar de no ser Nueva York tampoco parecía dormir, algunos rezagados salían de las salas de fiesta todavía, con  un paso tambaleante que los delataba como fiesteros empedernidos. Se detuvo en el semáforo en rojo previo a la llegada a su destino, reflexionó sobre todo un poco mientras los transeúntes cruzaban, volvió a poner el coche en marcha y aparcó en el único sitio libre entre el montón de coches de los técnicos. Entonces se concentró.

El ritual de prepararse era importante, arreglarse la camisa que llevaba ese día, terminarse el café para llevar que había comprado en el Starbucks de al lado de su casa, volver a colocar aquellos mechones, que como siempre, se soltaban de su apretada coleta alta. Y por fin cogió aire y se mentalizó de que una vida había llegado a su fin por culpa de alguien y que ella tendría que encontrarlo. Y salió del coche.

El crimen se había cometido en la Rue d' Avignon, una pequeña callejuela del décimo tercer distrito de París. El lugar, un bloque de hormigón lleno de apartamentos, daba un aspecto de claustrofobia y asfixia. Dándole un último vistazo se apresuró a entrar en el edificio, dónde su amigo y compañero de trabajo, el detective Lucas Taylor estaba interrogando al portero.
- ¡Buenos días, Luke! ¿Cómo va todo por aquí? - le saludó.
- Todo bien, Colette. Lo de siempre más o menos; Jack inventando teorías raras, Zia desquiciada porque todos los chicos quieren ver la escena del crimen y Katerina hablando con "El General" - sonrió ante el cariñoso apodo que le habían dado a su estricto jefe.
- ¿Tan extraño es el asesinato? - preguntó Colette.
- Si, - dijo Luke - pero te dejo que lo veas por tí misma, me marcho a seguir hablando con los vecinos; - y mientras se alejaba gritó - ¡El piso es el 9°B! -.

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Holaaa, soy Gara y este es el primer capítulo de mi primera novela, esta idea loca que surgió en una aburrida clase de lengua, parece un poco de película pero todo empezó ahí. Os presento a Colette, Jack, Lucas, Katerina y Zia. Algunos ya los conocéis a otros los conoceréis pronto, espero que sintáis todo lo que queráis hacia ellos y el resto de personajes tanto como yo lo hago. Me despido y os dejo con el segundo capítulo.
Besos