0, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10

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Cuándo Colette llegó a la escena del crimen, vio exactamente lo que Luke había descrito: Jack, todo despeinado y con cara de zombi apuraba un cappuccino mientras tenía la mirada perdida.
Ella, cómo no, se encargó de sacarlo de su ensimismamiento con un típico:
- Tierra llamando a Jack - dijo, agitando la mano delante de su cara.
- Ah Cocó, eres tú, - dijo Jack - pensé que te habían secuestrado unas sábanas mientras dormías -.
Él, por supuesto, era el único que podía permitirse llamarla por aquel estúpido apodo. Jack Wilder, norteamericano de pura cepa y uno de los mejores inspectores de homicidios de París, era además de un poli guapísimo, su compañero.
- Ja, ja, me encanta tu humor matutino Jack, - se rió - ¿qué tenemos por aquí? - preguntó mirando a la víctima.
La chica que estaba tendida en el suelo, tenía un disparo en el pecho, su camisa; roja por la sangre, contrastaba con su alborotada y larga melena rubia casi blanca. A su lado había desparramado el contenido de su bolso, un Louis Vuitton. Lo extraño era que la chica tenía prácticamente toda la cara surcada por cicatrices y dos puntos sangrantes en el cuello. A su alrededor todo el suelo estaba chamuscado y su cara estaba contraída en una expresión de sorpresa y dolor.
Fue Zia la que contestó por Jack.
- ¡Hola Colette! Mujer blanca, de unos 20 años, con cicatrices marcadas a lo largo de la cara, mordisco reciente en el cuello; y no Jack, no la mordió un vampiro, - ante esta aclaración Jack perdió un poco la sonrisa - quemaduras y callosidades en las manos, destaca su ropa de marca y un tatuaje en el hombro de una mariposa y una flor de lís - dijo Zia.
- ¿Alguna cosa que nos pueda decir algo del asesino o de la identidad de la víctima? - preguntó Colette.
- Tenemos que la mataron con un calibre 30, un balazo directo al corazón - contestó Zia.
- Alquiló el apartamento como Iris Smith, un nombre falso por supuesto, su móvil ha desaparecido y tengo agentes buscándolo en tres manzanas a la redonda; también hemos encontrado un extraño papel en el bolsillo de los pantalones de la víctima - añadió Jack.
Y se lo pasó a Colette. El papel estaba quemado por algunas partes pero aún se podía leer lo que estaba escrito:
LLAMAR A 0, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10.
- Qué extraño - dijo Colette.
- Y que lo digas, bueno me voy al depósito a profundizar; si encuentro algo más te llamo - dijo Zia y se apresuró a irse.
- Bueno, - le dijo a Jack - volvemos a la Gendarmerie -.




Holaaa, segundo capítulo, ya conocéis a todos menos a Katerina, no puedo ocultarlo Jack es mi debilidad. Norteamericano, gracioso, inteligente, guapísimo, que más se puede pedir. Ojalá me pusiese un apodo a mí también, pero creo que Gara es un nombre que no está hecho para ser acortado. Hay mucho misterio alrededor de la víctima pero bueno confiemos en que Zia y los chicos podrán descubrir al asesino.
Bueno os dejo con el tercer capítulo. Besos :3

La Última BalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora