Esas mismas preguntas habían repetido una y otra vez tratando de darle sentido al caso, sin pistas con sentido que investigar; acabaron jugando una partida de cartas en la sala de interrogatorio, a esas alturas del día, ya vacía.
- Tu turno, Jackie - dijo Luke con burla.
- Te lo advierto, Luke, me vuelves a llamar así y te corto la lengua - amenazó Jack un poco harto de sus cartas y de Luke.
- Venga, calma machitos - apaciguó Katerina.
- Además, no podéis culpar al otro de que es estemos machacando - rió Colette.
- ¡Eso! Coincido con Colette, chicos - se burló Katerina.
De repente, el teléfono sonó interrumpiendo la queja que se formaba al otro lado de la mesa.
- Al habla la detective de homicidios Colette Dubois, de la comisaría 13 - dijo, como siempre Colette.
- Hola Colette, soy yo Zia, tengo noticias sobre el asesinato de "nuestra desconocida" - contestó Zia - pásate cuando puedas por el depósito -.
- Por supuesto, vamos enseguida para allá - le aseguro Colette, últimamente se había vuelto famosa por llegar tarde a todos lados - Venga, vamos chicos, tenemos cosas que hacer - proclamó Colette.
El depósito de cadáveres de la Rue des Rosiers del distrito cuarto de París, era un edificio de un blanco tan inmaculado que hacía daño a los ojos, las ventanas del edificio daban apariencia de transparencia. Por su aspecto, sin embargo; nunca habrías podido decir que en ese lugar se guardaban los cuerpos del delito. La entrada principal estaba vacía, salvo por un hombre de unos 40 años, al que parecía estar a punto de darle un ataque y una mujer de unos 50 que miraba fijamente al frente y que parecía haber visto un fantasma.
Al pasar por el mostrador enseñó al secretario su placa.
- Entonces usted es la famosa Colette Dubois y ustedes deben ser su compañero, Jack Wilder y la pareja de detectives que los acompaña, Lucas Taylor y Katerina Kozlov - dijo señalando a cada uno.
- Sí, somos nosotros, venimos a ver a la doctora Rashid - contestó Colette.
- ¡Ah! Por supuesto, vuestra visita estaba avisada, enseguida saldrá ella a recibiros - dijo él con efusividad.
- De acuerdo - dijo Colette.
Al cabo de unos minutos apareció por la puerta una resplandeciente Zia, su pelo corto por los hombros y teñido de blanco, y sus mechas azules que quedaban sorprendentemente naturales sobre la piel color caramelo que había heredado de su familia paterna marroquí; conjuntaba con su bata blanca de forense que se había ganado con unas notas altísimas en la universidad, era una eminencia en su campo y trabajar con ella era todo un honor para la Gendarmerie y no digamos ya, considerarse una de sus amigas más próximas.
- ¡Hola Colette, hola chicos! Tengo noticias interesantes sobre nuestro caso.
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Holaaaa, no sé como os imaginabais físicamente a Zia pero intuyo que así no era, para aquellos que hayáis visto la película de Atlantis su descripción os sonará, yo tenía claro desde el principio que quería que rompiese con todos los esquemas. Bueno me estoy enrollando como una persiana, espero que os haya gustado el capítulo...
Besos :3
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La Última Bala
Mysterie / ThrillerColette, una inspectora de homicidios del distrito 13 de París, deberá enfrentarse a un asesinato que pone a prueba todas sus habilidades, junto a su inseparable compañero Jack, del que está secretamente enamorada. ¿Conseguirá resolver el asesinato...