Vuelvo de manera irremediable a escribir sobre él; mi fugaz enamorado. No me alcanzó el tiempo para deleitarme con nuestro supuesto amor. Demasiado rápido se me escapó de los brazos como para permitirle a mi alma asimilarlo. Tan pronto me arrebataron las ilusiones y los sueños; brindándome un despiadado dolor. La gente que ha pasado por mi vida no logra convencerme con su monótono consuelo. Parece que no existe modo en el que borre su rostro de mi cerebro.
Te juro que aquí todo empeora. Tu ausencia ha coloreado la excusa perfecta para justificar mi carácter abatido, mi personalidad taciturna que aleja y lo único que sabe hacer es embellecer un poco las palabras. Mi tristeza la adjudico inútilmente a ti, me engaño a mí misma diciéndome cien veces que mis lágrimas son un tributo a tu abandono. La realidad es distinta, escribo (escapo) porque no puedo hacer otra cosa en esta celda que me impuse. Leo (vivo) porque la fantasía es esperanza. Soy cobarde...
No es solo él, ¡es la vida! No solo es la falta de su voz, es lo que he perdido al transcurrir los años. He conseguido una musa de miseria ideal, para plasmar a todos los fantasmas. Golpea con tus puños los postes. Te utilizo, miseria. Insiste que ves fantasmas. Quiero en mala poesía desgarrar la nostalgia y la ingrata pérdida.
Golpea con tus puños, Misery.