21/dic/2010
Estoy cansada de depender de ti, ¡basta!
Lo único que puedo hacer desde aquí es pedirle al cielo que encuentres aquella mujer que colme tus días de felicidad. Deseo que tus penas se apacigüen. Serás siempre mi eterno. Ángeles de fantasía, cuiden sus pasos.
Con todas las fuerzas de mi alma te entrego mi suerte y mis sueños. Añoro que tu existencia siempre sea de protección. Sin embargo... ¿Acaso alguien te querrá cómo yo? Te dejo ir aunque a cada momento aparezca tu imagen nublando mis ojos, a pesar de que el dolor me impida caminar.