Capítulo 2

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Un sonido molesto me despierta, me giro de lado con un pequeño gruñido entre dientes para descubrir que el maldito sonido viene de mi celular, es una llamada de mi novia, Andrea, sin pensarlo mucho atiendo la llamada.

-Hola mi amor, buen día-

Su voz chillona si que es sumamente molesta a esta hora del día.

"Claro, pero sin ella no tendrias sexo y ambos sabemos que sin eso no vives."

Bien, tu ganas, tienes razón, punto para ti.

-Buen día linda.

-Cariño, ¿por que no llegaste ayer a verme? Te extrañe mucho.

Pues, veras, encontre una chica que me llamo la atencion y ahora planeo meterme con ella por que rara vez logras complacerme.

-Lo lamento, es que mi mamá me pidio que abasteciera la despensa y olvide llamarte amor.

Esto de tener novia a veces si que es un gran fastidio...

-Esta bien, oye, ¿quieres salir hoy? Vamos a tu lugar favorito a ya sabes que...

-¿Me vas a consentir hoy?

-Todo lo que quieras.

Ven... e aquí el lado divertido de tener novia...

-Hecho, ¿donde te veo?

-En la esquina del parque.

-Ahí te vere entonces.

-Bye.

-Bye.

Corto la llamada antes de que pueda decir otra cosa, capas que cambia de opinion...

Me lebanto y me pongo unos vaqueros junto con una camisa gris de manga larga y mis botas, al salir tomo mis llaves, cartera, celular y hecho un vistaso al reloj, es muy temprano para que alguien este despierto en casa, vivo con mis padres y mis tres hermanos, me gustaria vivir solo, pero no tendria sentido teniendo en cuanta que estoy entre semana en la escuela y de vez en cuando hay días en los que ni regreso a casa, a veces extraño mi vida de antes, pero no debo, estoy viviendo mi sueño y es lo que me importa.

Camino hasta la puerta y salgo de la casa para encaminarme hasta el autobus que me llevara al deportivo, me pongo los audifonos para tratar de disfrutar el viaje, aun que sea un tanto corto, solo puedo escuchar tres canciones. Al llegar ahí me encuentro con Andrea esperandome recargada en la pared y con una sonrisa entre labios.

No creo poder quejarme, tengo una novia verdaderamente guapa, alta, cabello negro y lacio hasta la cintura, tez clara, ojos color miel, aunque no es tan esbelta como Tamara, a quien engaño, mi novia odia el deporte y ama la comida, no es gorda pero una pequeña longita no se le escapa, aun así eso no le quita lo linda que es con esas buena curbas que se carga, bueno... debo admitir que la verdad Tamara me atrae un poco mas que mi novia.

Bajo de mi jaula protectora para encontrarme con una de las peores fieras que un hombre puede enfrentar... su novia un poco molesta...

- Hola amor.

- Hola hermosa.

- Buen día, llegas tarde... - frunce el seño, lo cual no es muy bueno que digamos.

- Buen día para ti tambien- le doy un beso en los labios- lamento la demora, ¿te hice esperar mucho?

- Para tu buena suerte no mucho.

- ¿Lista?

- Claro.

Andamos por un sendero que lleva a la parte abandonada del lugar, pero para esto, debemos recorer el lugar primero.

Caminando por el deportivo diviso una maraña de cabello castaña, es ella, nunca la habia visto por aquí, es extraño, esta corriendo en la pista, esperen, pero no se por que me alegra, ni siquiera le hablo, aun que seria una muy buena oportunidad, pero primero, Andrea.

Por fin llegamos, ella se recarga en un arbol y me mira de forma coqueta.

- Y bien, ¿que quieres hacer?- sonrie de lado, como si ya todo estuviera planeado.

No lo pienso dos veces y la beso robandole un gemido de sus labios, bajo la mano por su cintura hasta su cadera y despues a su trasero, mientras que la otra la introduzco en su blusa y subo hasta su pecho, mientras con la otra me escabullo por su ropa interior desacomodandole la ropa.

Bajo hasta su centro donde presiono levemente con dos dedos a lo que ella gime en mis labios, eso me incita a seguir, hago movimientos circulares, abandono sus labios para prestarle atencion a su cuello, comienzo a prenderme y eso me gusta.

-Para...

Oh... ¡vamos! ¡Es en serio!

-¿Que pasa amor?

-Alguien nos puede ver.

-Nadie lo hara.

-Para, mejor vamonos.

Hija de su...

-Esta bien, si es lo que quieres.

Le doy espacio para que pueda arreglarse la ropa, mientras mando un mensaje a mi amigo Alex.

J: ¿Como carajo soportas a tu novia?

A: Facil, no es como la tuya. 😂

Maldito, tiene suerte de ser mi mejor amigo.

-Listo, vamonos.

Caminamos de regreso, hacia la avenida para que podamos tomar el transporte, mientras que ella habla de no se que, busco con la mirada a Tamara y la encuentro haciendo unas abdominales cerca de la pista, aun esta sola, tal vez pueda regresar y no todo este perdido, tal vez pueda terminar con esto de una buena vez o bien empezar algo de una buena vez.

-Mi amor, creo que ire a comprar unas cosas por aquí cerca.

-¡Oh! ¿quieres que te acompañe?- responde ilusionada como si la hubiera invitado.

-No, no hace falta, tu vete, no me gustaria que te regañen por mi culpa angelito.

-No lo creo.

-Anda, ve a casa, realmente voy a tardar.

-Pero quiero estar contigo.

-Lo se, pero pasare en un rato a tu casa.

-Pero...

-Hazme caso.

Sin mas reproche y de mala gana camina a pisotones hasta que llegamos a la parada del autobus, me da un beso y se va, miro como se aleja mientras que suelto un suspiro, pierdo de vista el autobus y regreso a paso rapido al parque para ver a Tamara, no esta en la pista, así que me adentro un poco mas en el parque.

Comienzo a desesperarme hasta que en lo mas alejado en las canchas de basketboll veo a una chica jugando sola, realmente parece molesta y es cuando capto que es ella.

La miro un momento y para esto me oculto detras de un arbol, cada que salta para encestar el balon su trasero rebota tan bien que es sumamente apetecible y su cintura se ve sumamente diminuta desde aquí, su cabello esta recojido pero eso no excenta que brinque de un lado a otro; un paso y luego otro, despues de tantos años sin saber de ella por fin puedo hablarle...

¿Pero que carajo...?

Mierda... puta suerte que me cargo...

Mi boxeadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora