Mitigando la culpa.

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Los ojos de Dean se pasearon de uno al otro sin comprender muy bien lo que sucedía, pero la cara de Benjamin le sugirió que debía ser algo muy malo por lo que su mandíbula se mantuvo apretada.

El ángel giró lentamente y sonrió tranquila e inocentemente intentando que todo el asunto, no se mencionara. Ya había sido señalado por ser culpable de un problema entre los dos y no quería ser el protagonista del segundo.

— Dean. ¿Ya... ya seguimos nuestro camino? — Alzó ambas cejas, esperando la respuesta mientras se acomodaba un poco, sentado ahí mismo, pero girando en dirección contraria a donde estaba el vampiro.

— Es lo mejor. Así salimos de éste maldito lugar cuanto antes. — Dean salió de la estrecha cueva, aventándole su saco a Benjamin quien la tomó, rodando los ojos, saliendo tras él mientras el ángel prefirió quedarse, así terminaría de sanar y les daba un tiempo a solas, pero también para aclarar sus propios pensamientos que estaban vueltos un lío y por los cuales culpaba al lugar en el que se encontraban.

— ¡Hey, Dean! — Se acercó a él con paso apresurado para sujetarlo del brazo. — Basta. Basta de ésta mierda, ¿no? — Exclamó con fastidio, buscando la mirada del cazador quien aún no podía verlo.

— Claro, es lo mismo que yo digo, Benjamin. — Era notorio que su molestia no le permitía ni siquiera decirle por aquel apodo que para ambos significaba tanto, pero no cabía dentro de sí de tanta furia.

— ¿Qué? — Frunció el ceño y lo vio, analizando su comportamiento. — ¿Se supone que yo debo perdonarte absolutamente cada cosa que hagas mientras yo, solo platico con Castiel y ya soy el peor vampiro del mundo? — Intentó evadir lo evidente, barrerlo debajo del tapete y hacerlo pasar por algo inocente, pero Dean no era tonto y alzó la mirada y lo señaló con el dedo.

— ¿Eso era solo hablar? — Contestó incrédulo. — Porque yo creo que si los dejaba un poco más ambos hubieran salido a mostrarse lo mucho que les gustó pelear tan juntos.

—¿Te molesta que hagamos lo que debemos hacer? — Lo miró con ironía, extendiendo sus manos a los lados, evidenciando el lugar en donde estaban. — Porque es el maldito purgatorio, debemos protegernos.

— ¡A mí no me estaban protegiendo, Ben! — Soltó Dean, acercándose demasiado al fornido hombre quien alzó la vista para luego bufar y cerrar los ojos. 

— Siempre es sobre ti, ¿No? — Negó levemente y abrió nuevamente los ojos, viendo como las facciones del cazador cedían ante la vergüenza de aceptar que no solo era por los celos si no por, de pronto, ya no ser el centro de atención.

— Benny, mira... — Bajó la mirada, lo que provocó que Benjamin tomara las riendas y lo forzara a mirarlo, sosteniéndolo por los hombros y moviendo su cabeza en ligeros serpenteos.

— No somos tus malditas distracciones, Dean. Estamos avanzando y peleando lado a lado para poder salir de éste lugar y regresar a nuestras vidas. — Se inclinó un poco más obligándolo a verlo con una sacudida de cuerpo. — Y no solo por eso si no porque... — Benny no pudo terminar la frase, tampoco hacía falta. Su rostro lo decía todo, con mejillas rosadas y el ligero carraspeo.

El cazador, no pudo evitar una ligera sonrisa y siguió viendo el suelo, pestañeando despacio, intentando darle sentido a todo lo que había ocurrido.

— Es éste lugar, Benny. Todo lo que tenemos es uno al otro, igual Cas.

— ¿Y ya por eso se supone que permitamos..? — El cazador lo interrumpió caminando cerca de él y ladeando la cabeza.

— Yo solo digo que... Tal vez... Lo que pasa en el purgatorio... — Alzó los hombros e inmediatamente los bajó después. — Deba quedarse aquí. Y no falta mucho para llegar a donde está el portal.

Sálvame. [DeanXBenny✓] [Denniestiel✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora