Sálvame. [DeanXBenny✓] [Denniestiel✓]

¿Amelia?

El agua caía por el cuerpo de ambos y la humedad alrededor no solo se debía a que ésta estaba tibia.

Dean jadeaba contra la pared de losas blancas mientras Benjamin, detrás de él, no dejaba de entrar y salir de su cuerpo, que estaba más cálido que cualquiera de las veces que pudieron hacerlo en el purgatorio y es que no era lo único que sentía diferente. Incluso respirar ahora parecía más real, por lo que no pudo controlarse lo suficiente y entre el sonido claro de las veces en que el pecoso le pedía que le diera más fuerte, separando más sus piernas para que pudiera entrar más, liberó todo su semen dentro de su chico cazador, quien contrajo sus nalgas al sentir que era llenado.

— ¡Ahhh! ¡Benny! - Echó su cabeza hacia atrás, dejando que su rostro se llenara del agua que caía de la regadera, sintiendo el vacío del gran pedazo de carne del vampiro quien apenas se vio libre, giró a Dean tomándolo por las caderas para meter dentro de su boca la polla necesitada del ojiverde cuyas hebras un poco más largas de lo normal, caían un poco hacia el frente, así como por sus largas pestañas, cubriendo con su cuerpo el rostro del ojiazul para que pudiera seguir su trabajo sin ser interrumpido por el líquido incoloro dentro de sus fosas nasales o sus orbes que le miraban directamente con picardía.

— Vamos... no me... m~mires así. Estoy por correrme... 

El vampiro se separó del gran falo del cazador, siguiendo el masaje con su mano.

— Hazlo... solo recuerda que tu semilla tiene hierro y es justo lo que necesito. — Su sonrisa se abrió antes de volver a engullir el miembro de Dean, arrebatándole al consentido, un suspiro que precedió a un par de espasmos. Sus abdominales, ya de por sí remarcados, lo hicieron el doble y el ex pirata, no dudó en llevar su mano libre hacia ellos para poder sentirlos, mientras la otra, se iba a su trasero que goteaba su espeso líquido, metiendo un dedo dentro para estimularlo en el filo del orgasmo.

— ¡Mierda! ¡Benn...y, basta!

Sus uñas se clavaron a la nuca del de cabeza semi cana, atrayéndolo a él, corriéndose dentro, sintiendo la garganta del vampiro dilatarse y hacer maniobras para tragar. Dean dejó caer su espalda sobre las losas y jadeó mientras su pareja se levantaba, lamiendo sus dedos como si fueran paletas, ahuecando un poco sus mejillas y luego pasando ambas manos por su rostro y cabeza, regando el agua sobre éstas.

Dean lo contempló, respirando agitadamente y ladeado un poco su cabeza. Simplemente era perfecto, todo lo era. Había logrado salir del purgatorio y conociendo ahí al único vampiro que era noble, que pudo sentir algo, que lo salvó una y otra vez sin dudar más que por conveniencia o compromiso, si no porque realmente deseaba hacerlo.

— Entonces, ¿estás listo? — Su diestra pasó por el pecho de Benjamin, deslizando sus dedos hacia abajo, hasta que llegó a su pelvis, rozando peligrosamente su miembro semi erecto y aún sensible. Quitando los residuos de agua de sus párpados y sacudiendo un poco su cabeza, el aludido se acercó al rubio, rodeando su cintura con ambos brazos.

— Debo admitir que tu hermano me asusta, pero quiero hacerlo. Además, si saca una estaca, siempre puedo decirle que me debes la vida, eso... debe darme al menos cinco segundos de ventaja, ¿no?

— Subestimas lo que Sam siente por mí. — Dijo severamente pese a la sonrisa burlona del otro. — Al menos te concederá 10 segundos. 

Ambos rieron y el de ojos verdes negó con la cabeza, agachándola.

— A veces siento como si esto fuera...

— Demasiado bueno para ser real. — Completó el contrario, buscando que lo mirara, agachando un poco su cabeza. — Dean, lo es. Tan real como el agua cayendo sobre nosotros o el hecho de que... eres tan jodidamente sexy que me estás poniendo duro de nuevo.