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—¿Taehyung, a dónde vas tan apurado?

El amigo de Taehyung guardó sus cosas a su mochila con habilidad, haciendo que seis cuadernos y su libro de anatomía entraran sin problema.

Después de comprobar que no se olvidaba nada, siguió el rastro del castaño. Sin embargo Taehyung prosiguió con su camino con la idea de llegar lo antes posible a su casa sin querer detenerse. Bajó las escaleras con maestría y salió del edificio. Necesitaba ver a su pequeño Jungkook cuanto antes.

—Espérame Taehyung. ¡Joder! ¡Te digo que me esperes, alien!—Al oír los insultos de Yoongi supo que estaba actuando mal y se detuvo para esperarle con un leve enojo. Estaba perdiendo la paciencia.

¿Acaso el pálido chico no podía entender las necesidades de Taehyung?

El castaño sentía que si no veía muy pronto a su bebé moriría de angustia. Desde la noche anterior sus pensamientos estaban llenos de su pequeño. Siempre lo había estado pero ésta vez fue algo diferente a los otros.

Taehyung no podía quitar la imagen de la lechosa piel ligeramente descubierta de su bebé. Su pequeña figura delgada que parecía tan frágil, los rosados labios manchados de las fresas que se llevaba a su pequeña boca, su cuello descubierto que parecía darle pase para explorarlos... Taehyung tragó duro. Sus pensamientos se tornaban cada vez más extraños.

—Lo siento, lo siento. Estoy preocupado por Jungkook. Él debe estar solo en casa y eso me pone inquieto.

Era verdad. La mamá de Jungkook trabajaba hasta la noche y no podía cuidar del menor. Había logrado que la profesora lo llevara a la propia casa de Taehyung para que lo dejara allí. Pero en su casa no estaba ningún adulto esperando a recibir al menor que necesitaba la supervisión de alguien, aunque su Jungkook mintiera que sí para que lo dejaran sin problema con la excusa de que estaba en el baño o haciendo algo que no dejaba que bajara inmediatamente a recibirlo.

—Siempre ha estado solo. En cambio hoy te veo más desesperado de lo normal. Además... ¿Su mamá no puede conseguir una niñera?

—No. No tiene demasiado dinero. Mi mamá se ofreció a pagar los gastos pero es terca. No quiere ayudas económicas. Dice que es suficiente dejarla vivir con nosotros.

Así era. La mamá de Jungkook era tan terca que prefería dejar solo a su pequeño hasta que Taehyung llegara del colegio para cuidar de su querido bebé en vez de aceptar la pequeña ayuda.

—Bueno, no es tu problema, no es tu hijo. Que se encarguen los adultos.

—Eres insensible.

Taehyung se fue enojado, dejando a Yoongi solo. El muy estúpido lo había hecho enojar. ¿Cómo podía decirle que lo dejara desprotegido?

Jungkook era como su hermano menor, su bebé. Era tan suyo como de la señora Jeon, imposible dejarlo pues sin su Jungkook su vida no tenía sentido.

Taehyung lo cuidó desde el nacimiento del pequeño. Su tiempo con Jungkook fue mayor a cualquier otra persona. Fue tan fuerte su lazo afectivo que Jungkook desde bebé le decía mami o papi. Fue difícil cuando tuvo que desmentir al ser la burla en el jardín de niños. A Taehyung le encantaba que su bebé le dijera mami o papi pues se sentía más especial que cualquier otra persona cercana al niño pero ni su madre ni la de Jungkook estuvieron de acuerdo. Lo bueno es que nadie negaba que Jungkook era su bebé, pues sí, lo era aunque no fuera su hijo.

Taehyung finalmente llegó a su casa sin tomar el autobús. Era lo bueno de tener cerca de su casa a su institución educativa.

Abrió rápido la puerta y se encontró con un Jungkook tirado en el frío suelo, con la respiración pesada, los ojos cerrados y su linda y pequeña boquita entreabierta. Estaba en medio del pasillo durmiendo como la bella durmiente, tan lindo pero tenía que llevárselo. Se veía tan tierno pero no estaba bien pues podía coger un resfriado y sería únicamente su culpa por no cuidar bien de su bebé.

Mimos [vkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora