Dos días después, a Tad le dieron el alta en el hospital, lo que nos permitió volver al departamento.
Sin embargo, debía evitar que se moviera mucho, porque podía provocarle una recaída.
Ese día, él se quedó en cama y yo me fui al teatro, porque debía presentarme en la última función del año.
Definitivamente no fue lo mismo. Él era el único integrante del público en el que estaba interesada. Y no estaba allí.
Ni bien salí del teatro, tomé un taxi hasta el departamento.
Lo encontré a Tadeo en su cama, en un estado similar al que tenía cuando partí para el teatro. Era tarde. Le preparé un té y nos fuimos a dormir.
Nos quedaban dos días en Francia, y volveríamos a Buenos Aires.
Nuestra historia, había tenido un par de percances en el camino. Sin embargo, me hallaba realmente agradecida de poder haber compartido ese viaje con él.
Último día en Francia. Era como el último renglón de una página de un libro. No quería que finalizara, pero a su vez quería terminar de leer, para ver que pasaba después.
Dejé que Tadeo se quedara en cama y yo me encargué de preparar las valijas.
Partiríamos al día siguiente a eso de las 4 de la mañana.
Dejé ordenado el departamento y el equipaje preparado. Puse el despertador, y me fui a dormir.
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La realidad es un baile
Fiksi Remaja¿Cuántos minutos se puede permanecer bailando en una realidad tan irreal?