A D V E R T E N C I A: Esta novela puede contener lenguaje fuerte, escenas violentas así como contenido sexual explicito.
No estoy a favor de este tipo de relaciones y tampoco las promuevo. Todo lo que se lee es simple ficción
Damien Westermann
—¿¡Estás hablando en serio!? —exclamó, Nina con los ojos dilatados con un porcentaje alto de coraje que recorría sus ojos asombrados. —¿Por qué no me dijiste nada?
Bufó, se llevó las manos a la cabeza, quería mantener su compostura pero delante de mí parecía que eso no le importaba. No se tomó muy bien la idea de darle a Katherine mi declaración por escrito, la dejó tan impactada que iba de un lado a otro de mi despacho, imposible de creerlo, ya me había comprometido a dárselo y no iba a descartarlo, era una promesa limpia, sin engaños.
La observé yendo de un lado a otro, frustrada, me echó una mirada llena de indignación, lo comprendí, estaba en todo su derecho de querer cortarme la cabeza por lo que había hecho pero no iba a hacer necesario que intentara cambiar de opinión porque nada iba a hacerlo.
—Realmente espero que estés consciente de lo que acabas de decirme, Damien, porque esto es muy serio —me explicó en tono calmado pero con mucha severidad —¿Por qué insistes en hacer esto? Si ella no quiere venir, no hay manera de que la traigas de vuelta.
Quería darme la vuelta y darle la espalda pero merecía saber la verdad, quería que estuviera enterada de lo que iba a seguir haciendo para recuperar a Katherine, si esto no funcionaba intentaría con más.
—Porque la necesito, ella tiene algo, aun no descubro que es pero lo tiene, me hizo cambiar, lo estoy entendiendo poco a poco, en cada recuerdo.
Nina creía que eran tonterías, lo sabía, no necesitaba decirlo pues su rostro que reflejaba confusión lo demostraba, no quería que ella lo entendiera solo que hiciera lo que le iba a pedir.
—Ya sabes que no voy a opinar respecto a eso —añadió, haciendo un ademan con las manos para representar su desinterés. —Esa es tu idea, no la mía, yo hablo de ti, de cuestiones jurídicas, lo personal queda a un lado, Damien. Estás dando tu condena en esa maldita declaración por escrito, ¿Sabes que tan difícil será poder bajar condena o solicitar libertad condicional?
Respondí, evasivo.
—Se que podrás, eres buena abogada, ¿O no es así?
Su expresión pasó de incredulidad a disgusto, se le formó una mueca en los labios y dándome la espalda, resopló muchas veces, maldijo en voz baja y cuando dio sus respiraciones para calmarse me dio la cara otra vez.
—¿Te estás burlando de mí? —me preguntó, pretendiendo ser amable cuando su rabia se asomaba totalmente. —Porque no estoy entendiendo esto, no se qué clase de persona crees que soy pero te recuerdo que soy tu abogada y que juntos debemos tomar las decisiones.
Sostuve su mirada violenta, sin miedo, ella creía que iba a sentirme mal pero no era así, justo ahora el contradecirla me gusta a un más que hacerle caso.
—Tomamos decisiones jurídicas juntos, no decisiones personales. —repliqué, en voz lenta para que fuera muy claro. Fue de esperarse que sus ojos quedaran congelados por la sorpresa, atrapados en mi mirada a causa del shock, después sus ojos quedaron sumidos en decepción.
—Esta decisión relaciona ambas cosas, debiste haberme consultado primero —admitió con voz débil.
Bajó la mirada directo a su celular que vibró dentro de su bolsillo, todavía podía verse una pizca de su mal humor cuando quiso tomar la llamada alejándose de mí, pensé que pudo haber sido una mala idea no habérselo comentado pero yo actuo por impulso y recuperara Katherine me hacía pasarme de la línea muchas veces.
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Oscuros Instintos©+18 [OE #2] COMPLETA
Ficción GeneralDespués del infierno que Katherine sufrió y del que pudo sobrevivir y escapar, ahora tendrá que hacerse frente al principio de un acontecimiento dónde una decisión dependerá de su vida y del camino que la guiará para poder olvidarse de Damien fi...