Teacher? (Jungkook × Tú)

Parte 18: final.

El pequeño bebé pálido corría de aquí para allá, despertando las risas de sus padres.

(T/N) lo observaba, pensando en cómo había cambiado su vida en esos escasos dos años. Gracias a Jungkook, podía seguir estudiando, ya que él la ayudaba académicamente y con el cuidado del bebé. Además, este crecía saludablemente, era un niño alegre y dormilón.

-Taeyang, bebé, ven aquí-(T/N) lo llamó para luego cogerlo en brazos y achucharlo por vigésima vez en esa hora. Justo entonces el timbre de la casa sonó.

-Abriré yo, amor-dijo Jungkook.

Más tarde, su voz volvió a sonar desde la entrada:

-(T/N), deberías venir.

Ella accedió, y pasó a la entrada con el bebé aún en brazos.

-Y-Yoongi...-su voz temblorosa pronunció.

Y el nombrado ahí estaba, con las manos en los bolsillos y un aparente arrepentimiento.

-(T/N), yo... vengo a... disculparme-susurró, y entonces su vista captó al pequeño-¿Él... él es...?

-Él es tu hijo, Suga-lo interrumpió (T/N)-. O bueno, lo era. Creo que ahora su padre es Jungkook, él es el su padre de verdad, y no por sangre, si no por afecto. Puedes irte ya de aquí, no tienes nada que hacer.

-(T/N), yo... sé que lo que hice estuvo mal, muy mal. No ha pasado un solo día en el que no pensase en ello, pero no tenía valentía suficiente para pedirte perdón. Hoy vengo para eso, (T/N). Lo siento. Siento haberte abandonado a ti y a ese hermoso niño...-dijo Suga, sorprendiendo a Jungkook y a (T/N)-¿P-puedo... puedo abrazarlo?

Jungkook no parecía estar de acuerdo, pero (T/N) accedió.

Nada más cogerlo en brazos, Suga lo abrazó fuerte y le susurró:

-Hola, bebé, yo soy... soy tu papá.

-¿A-appa?-balbuceó Taeyang, sorprendiendo a todos-¡No! ¡Appa él!-señaló a Jungkook.

-Yo también soy tu appa-reclamó Suga, triste-. A partir de ahora pasaré mucho tiempo contigo, ¿vale, bebé? Iremos a muchos lugares, te compraré muchos regalos... y te querré mucho, ¿de acuerdo?

-Appa-el bebé asintió.

-Ven, Taeyang-Jungkook cogió al bebé en brazos para llevárselo. Cuando se marcharon, (T/N) comentó:

-Espero que lo que hayas dicho sea verdad. No te creo.

-Es verdad, (T/N)-replicó Yoongi-. Lo amo demasiado, ¡es mi hijo! No sabes cuánto siento todo esto... a partir de ahora cumpliré mi labor como padre, solo espero que algún día me perdones y que pueda ver al bebé todos los días, aunque sea por la pantalla de un móvil. ¿Sabes? Cuando le miré a los ojos, esos ojos tan parecidos a los tuyos, supe que lo iba a querer para siempre, y así será. Aunque no me permitas verlo, yo estaré ahí para él.

Se abrazaron. No fue un abrazo romántico, pero sí uno sincero. Un abrazo que firmaba la paz entre esas dos personas. Un abrazo que proclamó una verdad, la verdad de que tanto ella como él cuidarían de su hijo en común con toda su vida, al igual que también lo haría Jungkook.

Un abrazo que hizo recapacitar a Suga.

Un abrazo que confió a (T/N).

Un abrazo que reflejó que todo lo que dijo el chico se haría realidad; y así fue. Cumplió su promesa y cuidó de Taeyang para siempre.

Y ese bebé tuvo una gran familia: 2 padres y una madre.

Porque padres son quienes crían, no quienes crean.