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Era jueves, había pasado sólo 24 horas desde que recibí la invitación. Sinceramente, me sentía muy emocionado y todos los veían. SungKyu lo notó más que los demás y ese mismo jueves habló conmigo. Le conté como fue que me enamoré de ti, como estúpidamente me bastó mirarte a los ojos para poder quedar atrapado en aquellas oscuras aceitunas que tenias a cada costado de la nariz. 

  —DongWoo... —Podía saber lo que me diría, su mirada y su voz lo decían todo. —Ese chico es heterosexual. Tú mismo lo has visto con aquella hermosa chica. Lo mejor será que te alejes de él. No... —Se detuvo. —No quiero verte sufrir una desilusión más, la primera que tuviste, fue cuando tus padres fallecieron, y sin embargo, con la ayuda de WooHyun, MyungSoo y KiBum junto conmigo, pudiste salir adelante.  

  —Lo sé. Pero no quiero alejarme de él. 
  — Dong... 

 —Sólo déjame ser feliz, ¿si? Nunca te he pedido nada.  

Su abrazó me bastó como respuesta, diciéndome que no estaba de acuerdo, pero que me apoyaría y que estaría para mi cuando sufriera. Ese mismo día llegó molesto a la cafetería, lo supuse porque la manera de empuñar sus manos no era de nerviosismo, veía como tomaba su celular y escribía, sin embargo, al cabo de unos minutos, él borraba todo. Lo hizo como cuatro veces, y esas mismas veces aventaba ese celular sin ningún tipo de cuidado. Aun recuerdo cuando obtuve mi primer móvil. A pesar de la tecnología, yo no podía darme el lujo de cobrarme un Iphone o algún Samsung Galaxi, Smartphone, ni nada de eso. Me tuve que conformar con un móvil de aquellos del 2006, esos que tienen aun el teclado físico y no uno touch. No tenía el dinero suficiente para hacerlo. Tenía que trabajar para sobrevivir, afortunadamente los padres de SungKyu me acogieron y me dieron hogar todos son han portado bien conmigo y cuando por fin tuve uno de esos touchs, fue cuando SungKyu dijo que no podía soportar verme con algo así. Aun no lo recuerdo y me da risa. 

Me acerqué a ti sin siquiera me pidieras algo, te llevé un café con un pay de queso. Mirandote más de cerca, pude ver que más que enojo era preocupación, estabas triste. 

  —¿Tienes tiempo, Dongwoo-ssi? —Me sentí sorprendido un poco, pero cuestion de 30 segundos me bastaron para reaccionar y decir si. Le mande un texto a SungKyu y su respuesta fue un like. 

 —Dime, ¿en qué puedo ayudar? 

 —Es... Ji Soo, mi novia. —Y fue hasta apenas que pude saber su nombre. Incluso su nombre era hermoso. Tenía que admitirlo.

 —¿Qué pasó con ella?   —Inquirí un poco dudoso. 

  —Ella dice que no podré verla hasta mi cumpleaños, dice que tiene cosas que hacer y le dije que yo la ayudaría pero sólo dijo que no puedo estar pegada a ella como una sanguijuela. 

—¿Confías en ella? 
—Entonces dale la oportunidad.  

Le empecé a explicar la importancia de la confianza en una relación, no tenía que estar pegado a ella todo el tiempo pero si podía mandarle de vez en cuando algún mensaje, además sólo serian dos días, pues el sábado por la noche sería su fiesta. 

  —Yo te puedo hacer compañía. —Solté de repente. Arrepintiéndome de mis palabras casi al instante.  —Claro si tu quieres. He querido ir a un parque de diversiones, pero mis amigos han estado ocupados, pensé que tú y yo... 

Coffee Love "YaDong"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora