Hoy nuevamente te vi con ella, me hubiese gustado decir que no me sentí feliz de volverte a ver, pero a decir verdad, te extrañé demasiado. Habían sido los dos tortuosos días de no verte, me acostumbré a hacerlo. Llevabas una semana yendo con ella y aun así me sentía dichoso de verte felíz, de verte sonriendo. ¿Cómo estas? Eso te pregunte desde mi mente cuando fui a pedir tu orden, pero como cuestión de magia tu me habías respondido.
"Oh... ¿Yo? Estoy bien, me sentido un poco mal debido a la gripe de temporada, pero nada que no se pueda curar".Cuando lo escuché, si te soy sincero, me preocupé, por eso, en cuanto me diste tu orden y la de ella me fui corriendo y pedí tú café, afortunadamente había mucha gente y tardaría un poco, así que aproveché y fui a la farmacia. Compré algunas pastillas y cuando regresé, tú pedido iba saliendo, me acomode el uniforme y mi gafete, cuando te entregué la orden, te dije que era cortesía de la casa y muy a gustó lo aceptaste. Me hiciste tan feliz cuando me sonreíste y me diste la mano para darme las gracias. No pedía mucho, ni siquiera soñaba con tener tu mano entrelazada con la mía y, sin embargo, cuando la sentí, se me erizo la piel. La tenias tan suave, tan cálida, sentía tu amabilidad a través de la mano, ¿cómo era eso posible?
—¿Amor? —Esa había sido la voz de tú novia. Nos miraba curiosa, pero no era una mirada molesta ni de irritación, me miraba más que nada a mi, pero sin embargo, pude notar una cálida mirada, una mirada de una mujer comprensible y generosa. —El joven Jang te trajo pastillas, ¿no le dirás nada? —Te le quedaste viendo un poco curioso, pero entonces tú sonrisa volvió a aparecer.—¡Es verdad! -Sonreíste. —Este fin de semana será mi cumpleaños, me gustaría que vinieras con nosotros, a decir verdad, tenía planeado invitarte. A mi novia le caíste muy bien y supe que de vez en cuando cruzaban algunos textos, así que...
Me habías dejado en shock. ¿Yo? ¿Una fiesta de cumpleaños? Quería decir que no, quería salir huyendo de ahí, quería... quería... pero entonces te mire de nuevo y tu sonrisa me dominó. Mis pies se sentían como gelatina, mi cuerpo temblaba, en otras circunstancias... yo sólo hubiese salido corriendo, pero como un tonto... acepté tú invitación, asentí con alegría y con temor a que te arrepintieras. Entonces estiraste tu mano entregándome una invitación.—¿Entonces te veremos este sábado? —Asentí feliz. —Entonces perfecto. —Tu novia aplaudió de una manera tierna, tanto que si no fuera homosexual, también me hubiese enamorado de ella, pero sólo tú me cautivaste y por eso puedo decir que siento que me estoy enamorando de ti.
El transcurso de la tarde fue tranquila, algunas veces escuchaba como decías que tu padre te pedía que te quedarás más tiempo en la oficina. ¿Enfermaste? Espero que no, a decir verdad, también escuché cuando discutiste con ella porque un tal Lee Sung Yeol la frecuentaba mucho, era obvio que le tendrías celos, ella siempre estuvo hermosa. ¿Aun la amas? Espero que si, siempre supe tus preferencias sexuales y sin más, eso no me importó y le valió un cacahuate a mi corazón y se enamoró de ti. Mi mente lo advertía pero no quise escucharlo. Entonces opte por siempre hacerte feliz, por nunca dejar que te pusieras triste, darte pequeñas cosas como muestra de mi cariño. Decidí amarte en secreto, en silencio y eso para mi estuvo bien.

ESTÁS LEYENDO
Coffee Love "YaDong"
Fanfiction-A veces el amor puede presentarse con una simple taza de café. No importa que problemas o felicidad invada el cuerpo del ser humano, la cafeína y la temperatura cálida de un líquido completamente oscuro, puede traer la calma que uno necesita. Nota:...