¿Lo vale?

- Arthur -

Ahí estaba esa voz. El tono como si fuese chica, pero a la vez chico. Le confundía.

Ignoraba a la incesante voz por el simple hecho de que sólo decía frases sin coherencia y pues ¿Quién diablos hace caso a una voz que solo él puede escuchar?

Claramente él levantó la mano por si solo al cabo de casi medio mes. Calmando a su mente, sin entender las frases solo caminó, los pueblerinos a su camino fueron amables y agradables.

Así fue al menos una semana.

La gente temía salir de sus casas, ya nadie lo recibía con amabilidad. Siguió caminando. La voz se hizo más clara, pero no tenía deseos de hacerle caso.

A veces el suelo estaba rojo, el pisaba accidentalmente y dejaba a su espalda manchas rojas, no faltó mucho para que sus zapatos estuviesen rojos.

Solo si te fijabas bien, notarías que el rojo es sangre,mas eso no importa, el rojo en sus zapatos queda bien. A su figura azulada le queda bien, nadie lo refutaba.

Al cabo de unas cuantas semanas, prestó atención a la voz, tranquila, preocupada, enfadada y alegre. Muchas preguntas surgieron cuando respondió a la voz, contestaba una tras otra.

Ahora resulta que es alguien muy especial. A saber el porqué.

Creyendo que enloqueció, volvió sobre sus pasos.

Las manchas de sangre ya creadas no pueden ser borradas por él y menos ahora. La gente gritó aterrada, la sangre cayó sobre su cuerpo. En vano trató de limpiar la sangre, entre más lo intentaba más se manchaba, claro que el no veía este hecho, él solo trata de quitarse de encima este gran problema. Algo en su corazón le dice que no debe meterse más, que no habrá vuelta atrás.

La gente lloraba, gritaba y pedía piedad por sus vidas. Las espadas cayeron dejando la sangre liberarse.

Los gritos llegaron a sus orejas, demasiado cerca, tanto fue que ya se rindió de limpiarse esto y con ganas se manchó. Sus manos tocaron sus mejillas, luego su pecho,rodillas y su estómago.

La voz le dijo que era inevitable, que es especial y eso, algo que un futuro rey esta destinado a sentir. Volvió avanzar y el estado de la gente empeoró entre más avanzaba.

Nunca le gustó ver a la gente así, triste, dolorosa y lastimada. No había presenciado la muerte en el momento, llegaba tarde y se lamentaba, podría haber quitado una muerte.

Hasta que por fin llegó a presenciar el inicio de la muerte de una familia, no se quedó quieto y se lanzó ayudar.

El agradecimiento no tardó en llegar y se alegró de no llegar tarde. Se esforzó por llegar antes de los asesinatos.

La voz volvió hablar algo extraño.

Caliburn tiene que aparecer

Obviamente no entendió que era Caliburn, interrogó a la voz sobre esto. Una espada que le ayudaría a ser el rey.

-¿Tiene que ser forjada?

Fue la primera vez que la voz le ignoró, no le habló durante un semana. Insistió varias veces sobre más información de Caliburn

No es necesario

Quedó sorprendido ¿Cómo buscaba a Caliburn entonces?

Y se le ocurrió ¡Claro! ¡Seguro que un herrero debería poder hacer esa espada!

Buscó a herreros, muchos de los cuales ignoraron su pedido de hacer a Caliburn. Otros simplemente lo dieron por loco.

La situación seguía igual de dura y agotadora, parece que el rey actual es muy cruel. Le pregunto a la voz como es el rey.