Audrey [Percy Weasley]

4|❝Ok, eso es raro❞

Había pasado un tiempo desde que Audrey tuvo la cita con Percy. Cita en la que se convirtieron oficialmente en una pareja. Desde entonces no pasaban mucho tiempo juntos, ya que Percy trabajaba cada vez más. Ella respetaba lo dedicado que era, pero eso no evitaba que lo extrañara.

En los últimos días, Percy se había comportado de forma extraña durante el poco tiempo que pasaban juntos. Estaba distraído, distante. Algo le preocupaba y no importaba cuánto le preguntara, él solo respondía banalidades y cambiaba de tema.

Pero Audrey no podía culparlo, ella también tenía algo que la preocupaba desde hacía varias semanas, un secreto que no estaba dispuesta a contar aún. Ella no estaba segura de cómo reaccionaría Percy si lo supiera, tal vez la dejaría, tal vez comenzaría a odiarle, o tal vez la perdone y la entienda, lo que es poco probable.

- ¿En qué puedo ayudarte? - La pregunta le hizo volver a la realidad, estaba en "El emporio de las lechuzas", una tienda del callejón Diagon que se dedica a vender buhos, lechuzas y todo tipo de artículos relacionados a estos.

- Lo siento, estaba distraída.

- No te preocupes. - Le dijo amablemente la vendedora, Jennifer Smith, una antigua compañera de su época de estudiante. - ¿Qué deseas?

- Dos bolsas de alimento para lechuzas, por favor. - Rápidamente recibió su pedido, al perecer a Jennifer le urgía contarle algún chisme nuevo.

- ¿Has leído El Quisquilloso? - Le preguntó cuando terminó la compra.

- ¿Hablas de los Snorkack de cuernos arrugados? - Audrey leía esa revista con regularidad, aunque, extrañamente, ese mes se había agotado.

- ¡No claro, que no! - Respondió. - Habló de la entrevista a Harry Potter, dónde cuenta lo que pasó cuando vio a el-que-no-debe-ser-nombrado en la última prueba del torneo de los tres magos.

Se sorprendió mucho al oír el rápido resumen que le dio. Cuando salió de la tienda, comenzó a notar que muchos tenían en mano un ejemplar del Quisquilloso, miraban sus páginas con asombro y dejaban de lado al Profeta, aquel artículo verdaderamente había influido en la opinión pública.

Luego de insistir en varios lugares, al fin consiguió hacerse con un ejemplar. En cuanto llegó a su casa, se encerró en su habitación para leerlo.

Al concluir Audrey al fin notó las lágrimas que caían en sus mejillas, hace mucho que no lloraba. Leer lo que Harry Potter tuvo que pasar con solo 14 años, que al parecer el regreso del que no debe ser nombrado era inminente, y la forma en que murió Cedric Diggory.

Cedric fue el primer amigo que hizo en Hogwarts, a pesar de ser un año menor, antes de eso nadie se le quería acercar debido a los rumores sobre su madre, gracias a él conoció a Summer.

Ahora sabía el porqué de la mirada pérdida que tenía Percy en los últimos días. Decidió que no hablaría con él sobre el tema para evitar una confrontación. Por el bien de su relación.

Entonces ellos no lo sabían, o solo fingían no saberlo, pero a este paso, los problemas solo se acumularían.

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Pasado un tiempo de la publicación de la entrevista, las cosas entre ellos estaban igual.

Ellos se querían, se querían muchísimo. Pero esta falta de comunicación solo creaba una brecha cada vez más grande entre ellos.

Cierta noche de abril, Audrey estaba, como siempre, haciendo múltiples tareas a la vez, vigilaba a la escoba que barría, los platos que se lavaban solos, y se arreglaba las uñas.