Audrey [Percy Weasley]

9|❝debería despertarte así más seguido❞

Eran pasadas las 2 A.M. cuando Audrey escuchó el golpeteo en la puerta del departamento. Su corazón latia mil veces por segundo ¿Quién podría ser a esta hora?

Mientras caminaba hacia la puerta, su mente no paraba de imaginar las cosas malas que podrían encontrarse detrás de esta.

La última vez que tuvo visitas de madrugada, fue para recibir malas noticias. Eso fue cuando su padre...

«No, no, no. Audrey ¡Se positiva! Tal vez sea un nuevo huésped al que se le hizo tarde... En pleno año nuevo.»

Pero ella sabía que en ese caso sonaría el timbre del bar, ya que los visitantes comunes no subían al último piso a tocar la puerta del departamento.

¿Y si se trataba de aquella mujer? La idea hizo que la Hufflepuff se paralizara con su mano en el picaporte.

- ¿Audrey? Soy Percy. - Ella abrió rápidamente la puerta. - Perdón por venir a estas horas, vi que estaba la luz de tu cuarto encendida y... - Al verlo, inmediatamente lo abrazó. - ¿Qué sucede? - Percy acarició sorprendido la cabeza de su novia.

- No es na... - Se negó a mentirle. - Bueno, sí es algo. - Audrey se alejó un poco para poder mirarlo a los ojos. - Me he sentido inquieta últimamente, sucedieron cosas que me trajeron recuerdos, y por eso no podía dormir y luego escuché la puerta.

- Lo siento ¿Te asusté? - Preguntó preocupado sosteniendo sus hombros con delicadeza.

- No realmente. - Él no pudo evitar notar que las manos apoyadas en su pecho estaban temblando ligeramente, pero no lo mencionó. - En realidad, estoy tan feliz de verte.

- ¿De verdad? - Audrey asintió con la sonrisa más hermosa y vulnerable.

Él solo deseaba que existiera un encantamiento capaz de rodearla de una burbuja que impidiera que cualquier cosa la lastime.

- No sé por qué no me crees. - Audrey suspiró y rodeó con sus brazos el torso de su novio. El calor de Percy, los latidos de su corazón, la hacían sentirse en paz. - Te extrañé tanto, no te he visto desde... No lo recuerdo.

Percy estaba tan ocupado con su trabajo, que cada vez llegaba más tarde y salía muy temprano en la mañana.

- Han pasado 5 días. - Dijo inmediatamente, cada día sin ella era un martirio.

- Pues para mí, ha sido una eternidad. - Apretó más su abrazo, sentía que el muchacho se le escaparía si lo soltaba. - ¿Quieres pasar?... Por favor.

Era imposible negarse a cualquier cosa que aquella mujer pidiera con ese tono de voz.

-¿De verdad estás bien? - Dijo mientras se sentaba en el sofá y Audrey hacía aparecer los utensilios para el té. - ¿Quieres hablar de eso?

- No sabría por dónde empezar... - Sirvió dos tazas y le entregó una.

- ¿Qué tal por el principio? - Percy sabía que eso sonaba obvio, pero le había sido de gran ayuda cuando no sabía cómo contar algo importante.

- De seguro te habrás enterado en el colegio. Mi madre era seguidora de ya-sabes-quién. - Percy asintió. Era un rumor que se difundió por toda la escuela en sus primeros años. Se sabía de otros casos similares en Slytherin, pero ella era la única de Hufflepuff. - Bueno, ella estuvo mucho tiempo viviendo como prófuga. Y cuando cumplí los 12 años, me secuestró en el andén 9 3/4.

- ¿Secuestro? ¿Cómo es que eso no se hizo público?

- Papá tenía influencias. - Explicó encogiendose de hombros. - En principio fui por mi propia voluntad. Ella llegó antes que papá a buscarme, y yo fui lo suficientemente ingenua para pensar que quería pasar un tiempo conmigo porque me quería.