Eran la seis de la mañana, el callejón Diagon estaba envuelto en neblina, las únicas señales de vida provenían de la panadería. El estómago de Audrey retumbó al oler el pan caliente, por lo que fue inevitable hacer una rápida parada en su camino a casa, suerte que el dueño la conocía y aceptó venderle a pesar de estar fuera de horario.
Debía informar que no había nuevos movimientos en Borgin y Burkes, aún seguía sin entender por qué le ordenaron vigilar ese lugar. Audrey había tenido que subir discretamente a la terraza de la antigua heladería Florean Fortescue, cerrada desde que el dueño desapareció, desde allí, con ayuda de unos binoculares mágicos, había encontrado el lugar perfecto para vigilar el local y sus movimientos, pero no había podido ver al dueño de la tienda de antigüedades desde hacía tres días. Alguien de la orden había venido a relevarla, Audrey se marchó feliz de abandonar esa dura silla luego de 90 horas.
Cuando llegó al Caldero Chorreante lo primero que hizo fue servirse un té y hablar con el retrato de la niña en la cocina, ese era el medio para comunicarse con el director.
─...Nadie entró, ni salió. Sé que el señor Borgin estaba ahí porque anoche lo oí gritar muchas groserías sobre un artefacto descompuesto... ─ Realmente era muy útil que los binoculares también amplificaran los sonidos. ─ ... En fin. Si me dejaran acercarme más, tal vez podría leerle la mente.
─ No hagas nada imprudente, querida. ─ Dijo Tom poniendo delante de ella un plato con un sándwich de pollo. ─ Limítate a hacer lo que Dumbledore te ordenó, él sabrá cuándo serás más útil.
Audrey bufó resignada y comió su sándwich.
─¿Café?
─ No, gracias, he estado subsistiendo de barras energéticas y café. Voy a dormir en cuanto termine mi sándwich.
─ Parece que el trabajo de Auror no es tan glamoroso como pensabas.
─ Ja-ja. ─ Audrey comió mientras veía a su abuelo preparar una poción. ─ ¿Por qué crees que nos pidió vigilar ese lugar tan pasivamente? Es como si no quisiera evitar sus planes, solo anticiparlos.
─ Dumbledore suele tomar acciones misteriosas que cobran sentido más tarde.
Audrey subió las escaleras perezosamente y bostezando de vez en cuando. Solo había podido estar perfectamente sin dormir estos cuatro días gracias a los "cafés de auror", una poción que Tonks le recomendó para la vigilancia, y ahora le estaba pasando factura.
De repente, tres pisos de escaleras, parecían mucho trabajo. La idea de usar la habitación desocupada más cercana había pasado por su mente, pero la descartó, tres pisos de escaleras no debían ser gran cosa.
─ ¿Audrey? ─ Subió la vista del suelo sorprendida de encontrarse a Percy, llevaba puesto un traje y mucho gel en su cabello, listo para la oficina.
─ ¡Buen día! ─ De pronto se sintió con la suficiente energía para subir rápidamente el tramo de escaleras hasta él. ─ ¿Ya te vas? Que suerte tuve de verte antes de que te fueras.
Percy la abrazó fuerte en cuanto la tuvo al alcance, sentía como si le volviera el alma al cuerpo.
─ ¿Cómo has estado? ¿Estás herida? ¿Comiste?
La primera vez que tuvo una misión, Audrey se fue sin dar muchas explicaciones, dijo que solo era un viaje imprevisto para ver a su tía-abuela enferma. Por supuesto que Percy no le creyó, pero de alguna forma solo asistió y se despidió, y así sucedió en sus otras tres misiones.
A ella le dolió el pecho, se sentía conmovida y apenada al mismo tiempo, también agradecida de que él aceptara que ella tenía que guardar en secreto sus misiones.
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Audrey [Percy Weasley]
Fiksi PenggemarEl primer amor es el más fácil de superar ¿Verdadero o Falso? ............................................ Después de graduarse de Hogwarts, Audrey Dodderidge se reencuentra con Percy Weasley, quien al parecer no ha cambiado nada. Pero ella ya no...