8. La leyenda

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Los años pasaron y los niños terminaron el preescolar para entrar a educación básica. Al principio todos temían ser separados y cuando vieron que seguirían juntos se pusieron muy felices. Steve, Tony, Bruce, Nat y Bucky se habían vuelto muy cercanos a pesar de que seguían teniendo sus diferencias. Tony todavía no soportaba del todo a Bucky y menos cuando se mantenía tan cerca de Steve quien su vez sentía un poco de celos de Bruce por la misma razón, aun así se mantenían todos juntos.

Su entorno escolar se mantenía igual, en cambio las cosas habían cambiado en la gran mansión Stark. Howard había contratado personal para que le ayudara a María, pues cuidar de dos niños inquietos no era nada fácil. Steve siempre le decía a María que él podía ayudarle aunque ella siempre le decía que lo importante era que estudiara y en sus ratos libres se divirtieron y que para ella era más importante que se mantuviera cerca de Tony. Así que al rubio no le quedaba más asentir y ayudar un poco en la casa cuando ella no estaba viendo.

Steve era muy feliz con esa familia a pesar de que Howard ya no pasaba tanto tiempo con ellos, pues el alfa pasaba la mayor parte del día en la torre Stark desarrollando tecnología y demás cosas técnicas que no entendía pese a que Tony se esforzaba mucho en explicarle lo que su padre hacía. Ya llevaba varios años siendo parte de la familia Stark, pero seguía manteniendo su apellido Rogers a petición de él, por alguna razón Steve sospechaba que sus padres lo amaban a pesar de que lo abandonaron por lo cual les pidió mantener su apellido así que María y Howard respetaron su decisión.

A lo largo de ese tiempo en el que Steve y Tony crecieron para convertirse en niños de diez años. El pequeño Stark no dejaba de tener esas pesadillas que iban mutando conforme crecía, cada vez eran más aterradoras y lo dejaban con el pecho vacío, una sensación que desaparecía cuando Steve se colaba bajo sus cobijas y lo abrazaba. Siempre que Steve dormía con él podía descansar por lo que se había convertido en una costumbre que Steve durmiera muy seguido con él.

Todas esas mañanas en las que despertaba en brazos de Steve le daba un beso rápido en la mejilla y se levantaba para comenzar con su rutina diaria. Aunque ese fin de semana era diferente.

Tony despertó en brazos de Steve y un aroma peculiar alertó sus sentidos. Abrió de golpe los ojos y olfateó el pecho de su amigo. Había algo nuevo en él, el aroma que despedía era muy atrayente. Intentó relacionarlo con algo conocido sin encontrar nada que se le pareciera por lo que intentó describirlo en su mente. Olfateó profundo varias veces para llenar sus pulmones del aroma de Steve. Se frustró un poco al no poder describir el delicioso aroma, lo único que pudo identificar fue la intensidad y lo satisfecho que lo hacía sentir como si estuviera comiendo el chocolate más delicioso del mundo.

El pecho de Steve se removió debido a una suave risa y solo en ese momento se dio cuenta de que se estaba frotando con fuerza contra el pecho de su amigo, como un gatito necesitado de mimos.

—Hueles rico —expresó sonando hipnotizado.

— ¿A sí? —Preguntó Steve confundido olfateando su camiseta de pijama—, yo no huelo nada.

—Tal vez sea mi imaginación —respondió encogiéndose de hombros.

La situación de despertar abrazados era tan normal entre ellos que se enderezaron para levantarse de la cama sin decir más.

— ¡Yo te gano el baño! —grito Steve corriendo al pasillo.

Tony gruñó disgustado y se encaminó a la habitación de sus padres para pedirles que construyeran otro baño pues Steve siempre se levantaba primero dejándolo por fuera bailoteando para poder usarlo después de él.

Cuando llegó a la puerta escuchó que ellos conversaban algo en voz baja por lo que se detuvo a escuchar primero antes de tocar.

— ¿En serio, amor? —Preguntaba Howard con burla—, sabes que son puras leyendas, conocemos a muchos alfas y ninguno de ellos tiene un destinado.

—Pero, cariño —decía ella—, los niños son tan cercanos que dan las señales de ser destinados, no puede ser que no te diste cuenta desde un principio que había una atracción latente.

Sus padres se quedaron callados por un momento.

—Sí, lo noté —finalmente murmuró Howard— Steve de inmediato se vio hipnotizado por la voz de Tony, como si... como si tuvieran una conexión especial —dijo Howard con algo de duda.

Tony nunca escuchó que su padre dudara en nada así que decidió entrar sin tocar. Sus padres voltearon a verlo y le sonrieron, ambos lo saludaron con cariño como siempre y su madre se agachó un poco para darle un beso en la frente.

— ¿Qué es un destinado? —preguntó Tony pensando que ese tema era algo que incomodaba a su padre y quería saber si era algo malo.

— ¿Qué te he dicho de espiar en las conversaciones de adultos? —gruñó su padre en ese tono que lo hacía temblar.

—Lo siento —murmuró agachando la cabeza.

Su madre puso un dedo en su quijada para levantar su mentón y le sonrió con ternura.

—No te preocupes, Tony —dijo ella—, un destinado es una persona que nació para pertenecerte. Alguien que, sin importar donde esté, te encontrará y jamás podrá separarse de ti ni tú de esa persona y se amarán por el resto de sus vidas.

Tony frunció el ceño y miró a su padre confundido.

—No suena como algo malo.

—No lo es —admitió Howard parándose de la cama, se acercó y revolvió su cabello—, creo que es hora de que hablemos de algo importante con ustedes.

Howard tomó su mano y lo guio de regreso a su cuarto, detrás de ellos caminaba su madre quien tomó de la mano a Steve en cuanto salió del baño. Ambos se sentaron en una de las camas y sus padres se quedaron muy quietos frente a ellos.

Howard y María les explicaron en términos generales los subgéneros sexuales pues estaba muy cerca la fecha en la que el colegio les haría el examen para saber a qué subgénero pertenecían y no querían que los tomaran por sorpresa. Los niños escucharon con mucha atención toda la explicación.

— ¿Y ustedes que son? —preguntó Tony con curiosidad.

—Yo soy alfa —dijo Howard con su clásica media sonrisa—, por eso se sienten intimidados cuando me enojo. Su madre es omega y es la razón por la que se sienten tranquilos cuando los abraza.

Tony ladeó la cabeza intentando relacionar todo.

— ¿Y eso tiene algo que ver con los destinados? —preguntó todavía confundido.

Sus padres emitieron una suave risa.

—Sí —admitió su madre—, la leyenda cuenta que existen casos en los que un alfa y un omega nacen para estar juntos por lo que el destino los une para formar su vínculo inquebrantable.

— ¿Ustedes son destinados? —preguntó Steve abriendo mucho los ojos.

—No —respondió Howard con seriedad—, nosotros formamos nuestro vínculo porque lo quisimos, además, es solo una leyenda así que no crean mucho en ella.

Tony agachó la cabeza sintiéndose decepcionado, la idea de tener un destinado se escuchaba bien y muy en el fondo deseaba que no fuera solo una leyenda.

La explicación de sus padres continuó por varios minutos, aunque él no podía dejar de pensar en los destinados pues sonaba a la situación perfecta para él. Siempre tuvo miedo a que lo abandonarán y si un destinado era una persona de la que nunca podría apartarse era la solución a sus miedos. Una solución que desgraciadamente solo era una leyenda. 

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Ya vamos a la mitad de esta parte de la historia y Steve ya da señales de algo 😱😱😱
Nos vemos en el siguiente capítulo ❤️❤️❤️

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Inocente atracción (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora