IRRESISTIBLES

CAPITULO 11

ALEX

Se sintió bien estar con ella, me siento como si la conociera de hace mucho tiempo. Con una sonrisa tont en mi cara sigo mi camino.

Espera un momento­- pensé.- ¿Por qué no le pido de quedar con ella mañana? Taylor tenía razón, no es tan mala como parece, es una buena chica. Es la primera chica con la que hablo después de lo que pasó.

Decido volver para preguntarle si quería quedar, no como una cita, solo salir como amigos... creo. ¡No sé!

Corrí hasta llegar al portal de su piso. Paré para tomar un respiro y vi como un coche corrió como si no hubiera un mañana, lo miré con el ceño fruncido e hice caso omiso y solo entré.

Al entrar me llevé una buena impresión, había gotas de sangre en el suelo, miré curioso y me dirigí al ascensor. Genial, fuera de servicio. Caminé a la puerta de las escaleras, abrí la puerta y corrí hasta llegar a la puerta del apartamento de Lily.

Toqué el timbre y esperé que abran la puerta. Después de unos segundos de espera la puerta se abrió, no era la persona que me esperaba, era Mery.

-Dile a Lily que salga un minuto- dije lo más fríamente posible. Ser frío ya era algo normal para mí. Pero con ella era distinto, me recordaba tanto a esa chica.

Ella me miró con desagrado y dijo: -No está.- respondió muy borde. ¿En serio quiere mentir?

-La acompañé yo mismo hasta aquí.

Mery me miró con un ceño fruncido. No parece que este mintiendo.

-¿Cómo es que- de repente pensé en la sangre y el coche que salió corriendo. Abrí mis ojos como platos, mi corazón latía rápido, sentí un nudo en la boca del estómago.

-¿Qué pasa?- preguntó Mery con preocupación.

-¡Mierda!- corrí a las escaleras pero paré de repente cuando iba abajarlas, Bruno, claro.

-¿Qué pasa?- gritó Mery persiguiéndome, se le notaba preocupada- ¿Le pasó algo a Lia?- ¿dijo Lia?

-Querrás decir Lily. Creo que la han secuestrado.- dije apurado y nervioso. ¿Quién la podría secuestras? Toqué millones de veces el timbre de Bruno.

- ¡¡Voy!!- dijo detrás de la puerta, se le escucha corriendo.

-¡Abre la puta puerta!!- dije dando golpes a la puerta. Solo me venía una persona a la cabeza. Leo. Cuando lo vea lo mataré.

Abrió la puerta, acababa de ducharse.

-¿Qué pasa?- preguntó. Se escuchaba a Mery llorando por detrás.

-Préstame las llaves del coche.-el no respondió al ver mi expresión, solo entro y trajo las llaves. Las tomé y corrí a las escaleras. Mery me agarró del brazo.

-Voy contigo.- dijo sollozando.

-No. Es peligroso.- me solté de su agarre, pero volvió a agarrarme del brazo.

-Por-

-¡He dicho que no!- esta vez me deshice de su agarre y corrí hasta el coche de Bruno. Abrí el coche y seguí el camino por donde se fue ese coche.

Cogí el teléfono y llame a Taylor.

-Alex, iba a llamarte ahora mismo, tenemos que ayudar a Lily.- dijo rápidamente.- Leo la secuestró, los vi bajarla del coche en brazos y con la boca tapada y los brazos atados.- hijo de puta, lo sabía. Ese capullo, la mataré. Sentía como la rabia corría por mis venas.

-Lo sé, te llamé por eso. ¿Dónde están?- después de decirme la dirección colgué y aceleré. Tengo que llegar los más antes posible, antes de que le pase algo. Taylor me está esperando. Resoplé mirando pijamente el camino.

Voy a matarlo de verdad.

***

 Llegué al lugar que me dijo Taylor, era un lugar fuera de la ciudad, no había nadie ni nada, solo había lo que parecía una empresa abandonada y con algunas paredes ya caídas.

Con las manos formadas en puños y los ceños fruncidos por la rabia que sentía salí del coche y me dirigí a Taylor que estaba parado al lado de la puerta.

-Quédate aquí, yo entraré- dije pasando olímpicamente de él. Me agarró del brazo y me miró seriamente, su cara lo decía todo. Taylor hace mucho que no hace estas cosas, pero se le notaba que quería ayudarla.

Soplé y entré. Había un pasillo, seguimos caminando y giramos a la derecha.

-¿Cómo supiste que Lily la secuestró Leo?- pregunté.

-Mientras iba en mi coche, paré en un semáforo, entonces el coche de ahí afuera se paró el lado mío. Primero no me di cuenta, cuando me giré vi a Leo conduciendo y cuando seguí mirando habían unos tíos y entre ellos estaba Lily dormida y con una cinta en la boca. Hermano espero que no pase lo que pienso que pasará.-dijo nervioso.

-Yo también espero que no pase. Cada vez que voy entrando más en este lugar empiezo a reconocerlo. Aquí es donde estuvo esa chica que escapó.-pensé.

Cuando pensé en esa chica me dirigí a la habitación en la que estuvo ella. Al llegar a la puerta había dos guardas de Leo. De repente se escuchó un grito, el grito de Lily.

La adrenalina y el temor de que le hicieran eso corrieron por todo mi cuerpo haciendo que sienta un nudo en la garganta. Taylor y yo nos paramos en frente de los guardaespaldas de Leo. Se miraron entre ellos, pasaron una mirada en mí y después en Taylor.

-Moveros.- dije sin ánimos de discutir.

-Lo sentimos Alex no podemos dejarte pasar, Leo nos avisó.-dijo uno de ellos con miedo.

Lo miré seriamente y con los ceños fruncidos- He, dicho, que, te muevas-dije acercándome amenazadoramente. Ellos no se movían, así que Taylor y yo los golpeamos hasta dejarlos inconscientes. Dentro de la habitación se escuchaba una pelea, apresurado entré en la puerta con una patada haciéndolo con toda mi fuerza, pero no funcionó. La segunda vez lo intentamos yo y Taylor y se abrió.

Ahí estaba Lily, encima de la cama, con ropa interior y un tío encima de ella golpeándola mientras ella intentaba quitárselo de encima llorando desesperada.

Quería llorar, sentí como mi corazón roto palpitaba sin ganas, estaba sin palabras, paralizado sin saber qué hacer. Todo pasó en cámara lenta, Taylor me empujo aun lado y entró, se lo quitó de encima y lo golpeó.

Lily salió de la cama agotada, temblando y sollozando. Parada y sin aguantar más cayó de rodillas al suelo. Allí es cuando desperté, con mucha más rabia, sentía como si estuvieran apuñalando mi corazón, las lágrimas salían descontroladamente me dirigí al hijo de puta, empujé a Taylor y comencé a golpearlo, dándole puñetazos descontroladamente, lo tiré en el suelo, me senté encima suyo y comencé a golpearlo sin para, viendo como salía la sangre de su nariz,boca y sus cejas partidas. Lo dejé inconsciente pero no me importó, en ese momento lo veía todo rojo, solo quería matarlo.

-¡Alex basta!-gritó Taylor detrás de mí, pero no le escuché solo seguí.-Alex.- intentó separarme de él pero lo empujé.- ¡Alex!

Sentí como un cuerpo delgado y desnudo me abrazó por detrás.-Por favor para, no lo mates- susurró sollozando. Paré de golpearlo y me giré para mirarla.

-Esto es culpa mía, no debí haberte llevado a esa pelea.- La abracé.- Perdón-dije llorando. Me separé de ella y recorrí toda su cara inspeccionando, mirando si tiene alguna herida. No tenía nada, aparte de su labio.

-No es culpa tuya, esto no es culpa de nadie. Él me secuestró porque ya me conoce.- dijo con los ojos llorosos. La miré confundido.- cuando era pequeña él me secuestró y un chico que estaba aquí me ayudó.

Me quedé en shock, mis ojos se abrieron como platos y mi corazón casi sale de mi pecho. sentí como mi alma caía al suelo.

-No puede ser.