CAPÍTULO 9

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ALEX

Veo una chica sonriendo, esa chica... ¡Es ella! Corrí a ella para abrazarla, pero cada vez está más lejos. No paro, sigo corriendo con los ojos llenos de lágrimas. Mi corazón va a mil, no siento mis piernas, simplemente corro desesperado.

—¡Espera!— grité— No te vayas, espera.

Grito y grito pero ella no me escucha, sigue alejandose de mi. Llega un momento en el que para y sentí una alegría. Se detiene de espaldas. Mi pecho hiba a estallar de felicidad.
Pongo mi mano encima de su hombro y la giro con una sonrisa de felizidad, pero desaparece al ver como estasu cara: golpeada con la nariz sangrando.

—¿Qué te ha pasado?— dije entre lágrimas.—¿¿POR QUÉ ESTAS ASÍ??

Sonrió acariciandome la mejilla y dijo:— Gracias por salvarme.

Y com esas ultimas palabras cae en mis brazos cerrando los ojos. No respira...

—¡No! Despierta por favor, necesitas despertar y seguir con tu vida, necesitas ser feliz otra vez— la movia desesperado. Lloré, lloré sin parar mientras intentaba revivirla.—No ouedes irte así, necesito preguntarte muchas cosas, necesito asegurarme de que vuelvas a ser felíz.

No despierta. Lloraba y gritaba como un loco intentando revivirla.

—No te vayas— dije llorando.

Abrí mis ojos de repente, mi corazon latia rápido, y mi respiración era agitada. "Solo era un sueño" me dije a mi mismo.

Me levanté perezoso para ir al baño,  me miré al espejo. Estaba llorando de verdad, mis ojos estaban rojos y llenos de lágrimas. Me lavé la cara, me limpié los dientes y salí. Cómo siempre, mi corazón se sentía vacío, como si esperaba a alguien, esa chica...

Me pregunto cómo estará. Me gustaría volver a verla de nuevo. Sigo aferrándome a la idea de que aún no esta muerta.

Fui a buscar mi móvil en mi habitación para mirar qué hora es, son las 08:33h. Hoy es sábado. Salí de mi habitación, fui a la cocina, me hice algo de comer, desayuné, recogí mi cuarto y salí a correr. Cogí mis auriculares, me los puse y salí a correr sin saber dónde iba, simplemente dejé que mis pies tomaran el control.

Sin darme cuenta, estaba al lado del bloque dónde vive Lily. Paré para ver si salía o no.

Como esperaba, salió con ropa para correr y con los audífonos puestos. Sonreí y corrí hasta llegar a su lado.

—¿Vas ha ir a buscar algún sitio por dónde tirarte?— dije.

Ella me miró, se quitó los audífonos de sus oídos.

—Hola. ¿Has dicho algo? No te he escuchado porque llevaba auriculares.

Me lo pensé otra vez en si decirlo o no. Preferí no decirlo y dije: —He dicho buenos días— mentí, lo sé.

Ella solo sonrió con una sonrisa. Se le veía cansada, sin ningún tipo de expresión.

Corrimos juntos, pero callados. Al parecer ya no le incomoda correr conmigo, ni siquiera se queja.

Después de correr una hora, paramos en un parque, nos sentamos en un banco para beber agua y descansar.

Estuvimos en silencio un buen rato, hasta que ella lo rompio:

—¿ Cómo es que conozes a ese tipo?—dijo mirando fijamente el suelo. Perdida en sus pensamientos.

—¿A quién?— dije algo confundido.

Su mirada se clavó en mi. Con solo esa mirada sentí como si algo dentro de mi se rompiera en trozos. Su mirada reflejaba dolor, tristeza y... ¿Decepción?

—Cómo es que conoces a Leonard.— esas palabras se sintieron como un disparo en mi pecho. ¿Cómo lo conoce ella?

—¿Cómo lo conoces?

Solo me quedé callado no sabia qué responder. Bajé mi mirada, ella seguía mirándome.

— No pareces ser como él.—dijo levantándose.— Por muy mal tios que aparentas ser no creo que seas un tipo sin corazón, y aún que no te conozca mucho sé que no eres un mal tio. —posó su mano en mi hombro parada en frente mio— Detras de una acción siempre hay una explicación.

Su mano seguía en mi hombre, levanté mi cabeza para mirarla y mostró una bonita sonrisa, una sonrisa que de algun modo u otro mostraba confianza. Quería sonreir pero no pude. Yo no merezco sonreir, no merezco sentirme feliz.

—¿Por qué confias tanto en mi? Cómo tu dijiste, no me conoces.

— Porque siento que puedo confiar en ti. Siento como si nos conocimos antes.

Después de correr la acompañe a casa y seguí mi camino hasta la mia.

Llegué a casa y lo primero que hice fue ducharme y comer.

No sabía que hacer así que recogí la casa y me senté a ver la tele. 

Tenía ganas de llamar a Lily, pero el problemas es que no tenía su numero. ¿De repente por qué quiero hablar con ella? ¿Será por lo que me dijo?

Para ser sincero nunca nadie me había dicho tal cosa.

"—Por muy mal tipo que aparentas ser no creo que seas un tipo sin corazón, y aún que no te conozca mucho sé que no eres un mal tio."

Ay Lily, si supieras quien mierda soy realmente.

Me dormí viendo la tele asi que la apagué y miré la hora. Son las 21:15h así de asquerosa es mi vida.

Después de dormir tanto pensé en salir a dar un paseo.

Me estaba muriendo de aburrimiento. Pasé por un callejón vacío, no había nadie todo estaba en silencio con un solo faro iluminando la calle. Así es de vacía mi vida.

Justo cuando iba a irme escuche unos golpes y gritos, así que por curiosidad fui a mirar lo que pasaba.

Entre por el callejón, las voces y los golpes se oían más. Giré a la izquierda.

Tres hombres golpeaban a una mujer. Dos la aguantaban de los brazos y el otro golpeaba. Pero qué cojones...

Me preparé para correr a ayudarla pero de repente ella se desace de los tios que la aguantaban y los golpeó.Vino otro por detras con un bate para golpearla.

Reaccione y corrí a ayudarla. Antes de que el bate hiciera contacto con su cabeza entré en el con una patada dandole en la boca del estomago dejandole sin respiración.

La chica se giró y lo que vi no me lo esperaba para nada.¿ Ella?

—Hola de nuevo— dijo con una sonrisa. — Ya sé que piensas que siempre estoy en problemas, pero no es así ellos fueron los que me siguieron y me atacaron primero.

No dije nada, solo la seguí mirando. Sinceramente no sabia que decir.

Antes de fijarme tumbo a los dos tios en nada. Quién es ella y cómo puede pelear asi. Los tres tios salieron corriendo.

—¡Oye que se escapan!— gritó con la intención de correr detras de ellos, pero la cogí del brazo e hice que retrocediera.

—Dejalos.— dije mirandola. Tenia el labio roto, una ceja sangrando y su pómulo estaba rojo. Hijos de puta.— Pimero vamos a limpiar tu cara, la tienes destrozada. 

Ella asintió y se calló.

Estaba enfadado, sentía que iba a explotar en cualquier momento. ¿Cómo pueden hacer tal cosa y por qué la perseguirían?





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