Seis meses después.
Se abrazo más al calor de Patrick cerrando sus ojos y respirando su aroma, él en cambio se alejó para mirarla a los ojos, desde el día de la ceremonia, ambos se miraban más, los días que ellos descansaban y trabajaban de algo fuera se disminuyeron pues tenían que estar en el cuartel una vez a la semana cada uno, Siena por su parte trataba de ir tres días para verlo, estaban felices, sus familias también, al fin habían podido tener una relación normal, amarse sin ninguna molestia o en secreto, podían gritarle a todo el mundo que se amaban y no tener miedo de nadie, pasear por las calles de Los Ángeles o salir del cuartel tomados de la mano como unas personas normales, ya no a escondidas y eso era mucho mejor que salir por la puerta y otro por la cerca.
—¿Estas feliz?— le pregunto tomando su mejilla y acariciándola con lentitud, después de lo salvaje que era y de lo cansada que terminaba, eso era lo que más le gustaba, que fuera delicado y tierno, que le diera amor en caricias suaves, miro su rostro como si fuera la joya más hermosa del mundo.
—Si... Esperaba esto.—respondió segura, Patrick sonrió levemente y suspiro— No quería una boda enorme, solo una donde tu familia y la mía estuvieran, tus amigos y los míos.— lo convenció.
—Toda mujer quiere una boda enorme, con quinientos invitados y con banquetes elegantes y costosos, un vestido blanco y flores por todos lados.— aclaro él, Siena río negando a lo que decía, paso su mano por su mejilla y después a sus labios, eso era lo que más le encantaba de Patrick.
—Toda mujer lo quiere... Pero yo no soy cualquier mujer... Soy diferente, quería algo sencillo y sin tanto estrés. Tengo suficiente con la escuela.— recordó, Patrick se acomodo un podo y la recargo en su pecho haciendo que quedara arriba de él.
—Quería darte algo especial.— comento triste, Siena se levantó un poco y cubrió sus pechos.
—Nuestra relación es especial, además, estamos rodeados de tantas cosas especiales que me canse... Pero nunca me cansare de llegar a casa y verte, besarte y dormir a tu lado.— le aseguro, Patrick sonrió tomando sus caderas y tomó aire— Ya en unos años si nos va bien, podemos casarnos como se debe... Fiesta costosa y vestido...— prometió ella.
—Pero te lo quitare como hoy.— también prometió él sentándose, Siena sonrió— A este ritmo le daremos nietos a tus padres.— comentó moliéndola, beso sus labios cortamente.
—Pues...— miro un punto en alguna parte de su cuello y sonrió ampliamente para mirarlo a los ojos —Estarán felices... Más sabiendo que ya lo estoy. —dijo apretando sus manos en su espalda, Patrick detuvo todo lo que pensaba al escucharla.
—¿Que?— pregunto entrecortado, Siena se mordió el labio asintiendo — Dime que no es broma.
—No... Tengo un mes y medio.— comprobó ella, Patrick no supo si reír o llorar de la emoción— Solo Lizzie y Julieth lo saben, estaba muerta del miedo de que no fuera cierto así que ellas me ayudaron y lo comprobamos.
—Eso es... ¿Porque no me lo dijiste?— pregunto confundido.
—Espere a hoy... A decírtelo después de la boda.— respondió, dio la vuelta con ella y se le quedó mirando, esperando a que le dijera que era mentira o una broma, pero Siena no era de esas mujeres.
—Desde que te conocí comencé a amarte.—comento ella acariciando su cabello, sonrió mirando al cielo —Eras el único hombre al cual podía mirar, me sentía atraída por ti de una manera extraña, mi corazón latía con fuerza cuando te miraba, mus manos me sudaban y olvidaba todo lo que hacía o tenía que hacer, eras un problema para mí, pero cuando estaba contigo... Todo era diferente, no tenía miedo de nada, no era capas de separarme, no quería separarme de ti y quería permanecer a tu lado, olvidaba responsabilidades y me enamoraba cada cosa que hacían o decías... Hasta ahora lo único que a cambiado es la forma de controlarme. Porque te sigo amando.— Patrick se alzo un poco para mirarla a los ojos — Te amo tanto que no sé explicarlo, no puedo pero si puedo amarte. Amarte para toda la vida Patrick, a ti y a muestro hijo en camino.
—Y yo te amo a ti, cuando te mire, mi corazón latió como jamás antes, me pareciste la chica más linda que había mirado, cambiaste mi vida y mi forma de verla, diste un vuelco y lograste entrar de un solo golpe, como una bala y directo a su lugar, en lugar de detener mi corazón, le diste más ritmo, más vida y a mi una esperanza, no supe enfrentar todo, tenía miedo, fui un cobarde y me aleje después de que te fueras, hice mía esa derrita por miedo a hablar y que nadie nos apoyara, pero me arrepentí después, todos y cada uno de los días sin ti fue un martirio, no quería hacer nada y mi vida estaba acabándose, verte el día en que nos dieron la misión fue un golpe para mi, estaba superándote y de repente llegaste a derribar todo... Estaba feliz... Estoy feliz ahora, estas conmigo, frente a mi y te tengo para mi, como mi esposa, como la madre de mi hijo y la dueña de la casa, tú casa... De mi corazón y de mi vida entera... Te amo por ser como eres... Por darme una oportunidad aún que fuera difícil para ti, pero sabré aprovecharla y no dejaré que nada se ponga entre nosotros...— sentencio seguro y besando sus labios.
Cuando les dijeron a todos del embarazo, fue días después de la boda, cuando estaban por volver al trabajo, decir que se pusieron como locos era poco, su padre estaba contento al igual que su madre, los padres de Patrick vivían constantemente llamando para saber como estaba y la visitaban cada que podían, le regalaban cosas y planeaban como seria todo, Marcelo se había puesto manos a la obra con la cuna del bebé, la silla para comer y una mecedora para cuando lo durmiera, Mike adornaba su caza para darle un ambiente tranquilo y muy saludable, Julieth, Lizzie y Támara estaban entusiasmadas y buscaban ropa para bebé, sin importar que tanto gastaran, ese niño estaba siendo consentido antes de nacer, los meses cobraron facturó en su cuerpo y no podía salir a misiones, la escuela ocupaba solo un día, pero tras su embarazo comenzó a ocupar tres o cuatro, incluso toda la semana para estar cerca de Patrick, pero era por decisión ya que no quería estar en casa sin hacer nada, los chicos, Patrick y su padre se tomaban muy enserio el papel de ellos, padre y abuelo, no querían ni siquiera que cargara el cesto de ropa, pero los reprendía, solo era un embarazo, no una enfermedad grave, era de cuidado, si, pero no de exageración continúa, estaba feliz de verlos a todos ser felices con el bebe que venia en camino, lo.amarían tanto como ella lo hacia cada momento más que el anterior, nunca pensó que ser madre fuera tan maravilloso y perfecto como lo imagino, estar casada con Patrick fue lo que sonó por mucho tiempo, le dolió alejarse de él, pero aprendió a no darse por rendida y ser feliz a cada momento, que no importa que, si se aman de verdad, siempre podría haber una segunda oportunidad, que no eran cobardes, solo cometían errores muy graves o simplemente pequeños, pero se amarían por la vida que les diera Dios y disfrutarían de su hijo o sus hijos. Se amarían el uno al otro por siempre, con momentos difíciles, pero contando con el otro, eso seguro.
Solo esperaba que sus amigos merecían una vida feliz como ella, que la vida les devolviera algo de lo que ellos dieron, tiempo o amor, pero merecían ser amados y que amaran, esperaba con ansias el momento en que uno de ellos se casara, que tuviera hijos y sonriera con tal amor, porque eran sus amigos, sus hermanos y la sombra que seguía de cerca su vida, eran el inicio de una historia, pero también el final de la misma, aunque más que eso, eran los responsables de hacer su vida diferente, deseaba con todas sus fuerzas tres cosas, ser feliz con su familia, tener a su hijo y que sus amigos tuvieran una vida feliz.

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Fuerzas Especiales: Siena [EDITANDO]
RomanceSiena pensó que había dejado atrás dos cosas, su amor por un hombre que no supo defender lo que sentía y la debilidad por él, pero tras una misión encubierta toda su vida cambia, conoce a dos personas, vuelve a encontrarse con el equipo que le hizo...