Siena cerro los ojos con fuerza al sentir la patada por tercera vez en sus costillas, sus mejillas sangraban demasiado, le dolía la cabeza, las mejillas, las costillas y en sí, todo su cuerpo, no podía mover nada de su cuerpo sin que le doliera, pero el lado positivo de todo eso era que resistía aún más, miro a Patrick en el piso, lo tenían mirando todo, trataba de pelear con ellos, les gritaba y se removía para ayudarla, pero o golpeaban aún más, apretó la mandíbula apoyando su pie en el piso y la rodilla igual, podía ver la habitación, había una mesa con las herramientas del hombre, una lámpara demasiado grande para iluminar el lugar, el techo era de madera con lamina, por lo que los barrotes eran de esperarse, no había ventanas, había un colchón con los resortes salidos, moho en las esquinas de la habitación, en las paredes y hasta en los barrotes, la habitación era simple, pero con una salida.
—Una última oportunidad. —anunció el hombre dejando la manopla en la mesa, esperando a que ella hablara, pero la vio escupir la sangre al piso y mirarlo sin miedo, sin nada en su mirada.
— ¿Te cansaste?, porque yo no. — le reto ella, se acercó a ella para golpearla con una vara pero ella fue más rápida y tomó las cadenas como antes estando sola, se impulsó y lo pateó en la cara haciendo que se desmayara, cayó en el piso de pie y miro a los otros dos— ¿Quieren uno?— les preguntó jugando, ellos se miraron entre sí, decidiendo hacerlo o no, alguien la golpeó por la espalda y cayo de rodillas, rompieron su blusa y tomaron su cabello, grito de dolor y se dobló.
—Siena.—escuchó a Patrick decir con el mismo dolor que ella, el charco pequeño que le rodeaba la cara en el piso se había hecho más grande, ya no podía pararse ni luchar, solo mantenía los ojos abiertos porque ellos lo querían así.
Grito cuando la vara aterrizó en su espalda, el dolor le llego hasta la cabeza, su piel le ardía y palpitaba a la vez, trago saliva cerrando los ojos, lloraría, pero no hablaría, sintió otro azote en la espalda, haciendo que se arqueara nuevamente, dejaría marcas, pero su trabajo era ese, el perfume de la persona detrás la inundó, dejando todo pensamiento fuera, no podía ser, de todos, incluso dudó de Julieth, pero no era ella, era el capitán Bledel, ese capitán que los saludo, los acompaño y el que parecía ser un buen soldado, era un maldito traicionero, un maldito cobarde y avaricioso, sintió otro golpe en la espalda y se retorció, un escalofrío viajo por todo su cuerpo, le temblaban las piernas y podía sentir algo escurriendo por su espalda, apretó las manos en puño incapaz de hacer fuerza para levantarse.
—Solo ustedes dos tienen esa información, tienen la autorización de oír todo y hablar con los demás, pero necesitó el canal, simple. —le susurro en su oído —Ya intentamos con él, pero es de fuerzas especiales, así que está entrenado para no decir nada, incluso con la chica, ella tampoco quiere decir nada. — continuó, Siena negó sin ponerse a pensar, no se lo daría.
—No, primero máteme porque no se lo daré. — finalizo ella, su voz a pesar de godo el dolor sonaba bien, pero por dentro gritaba, lloraba, el dolor era insoportable, sentir su corazón en cada golpe, parecía que estaban poniendo brasas dentro de su piel y que esta se abría en pedazos, sumando una corriente de aire hacía arder más la herida.
—Pues bien. —dijo dándole dos golpes más, Siena grito sintiendo más sangre correr por su espalda y entrar en su pantalón, todo su cuerpo temblaba y pensaba positivo para no hablar, recorrió con la vara las heridas haciendo que se arqueara para no sentirlo, era como si levantara la carne de esa parte y la estirara para causarle más dolor, trago saliva nuevamente, pero sentía la sangre en su boca, miro a Patrick y comenzó a llorar, jamás en su vida había sentido ese dolor, un dolor que le carcomía el alma, que le hacía sentir un fracaso, era la culpable de muchas muertes, la culpable de familias rotas, pero también de hacer feliz a alguien, darle paz al país, pero no a su corazón, su corazón pedía a Patrick y ella lo negó muchas veces, tenía miedo de regresar y que fuera el mismo, que fuera nuevamente igual y le hiciera todo aquello, pero ahora de su mano, siendo él quien le diera las órdenes, tenía miedo de equivocarse, de fallarle a su propia Siena, la que prometió ser mejor que ellos y no volver a caer.— Traigan a Julieth. —Les ordeno el capitán, uno de los hombres salió y el otro se levo al hombre en el liso aún inconsciente —Eres fuerte Siena, aunque estúpida, esas marcas quedaran ahí de por vida, aunque tu familia puede pagar por una operación, si dices ahora y no después lo que quiero. —le aconsejó dejando la vara a un lado, se recargo en la mesa y miro a Patrick —Ellos son realmente fuerte, comprometidos, yo también lo soy.— aclaro tomando un arma entre sus manos, ella río amargamente, mirándolo por encima de su cabello —Lo soy, pero por un poco más de dinero, solo cambié de bando, te sorprendería lo fabuloso que son ellos.— apuntó a afuera— Hacen el trabajo simple y muy sencillo, solo es cuestión de hacer un trató, entregar armas, recibir el pago y wow— dijo sorprendido— Tienes dinero suficiente para dejar de trabajar, pero no puedo, porque tengo controlado el cuartel, ya sabes, los rondines, inspecciones y demás cosas.— comento suspirando como si eso le cansara, Patrick levanto la vista a él.
—Por personas como tu... Existe la guerra. — acuso Patrick cansado, Bledel sonrió sin darle importancia y meneo la pistola.
—Trabajo para los dos, evito una guerra, solo extiendo armas a más traficantes, nada del otro mundo hombre. Tu tranquilo. — le dijo alzando los hombros, apunto a Siena, Patrick ya había sido torturado y no había dicho nada, ella era más rápida, su entrenamiento no era como el de ellos— Siena, dime el canal y te dejare libre. — los ojos de Siena lo miraron con seriedad, no fue necesario que dijera una palabra pues él la ya la sabía, no diría nada, disparo apuntando al costado de Siena, no a ningún órgano, pero si le dolería para hablar.
Siena grito sintiendo la bala atravesar su cuerpo, su cuerpo se sacudió y comenzó a temblar más, dolía demasiado, su respirado se detuvo unos segundos, dobló su cuerpo incapaz de moverse más, pero siendo consciente que era la última esperanza, si Patrick estaba así, Julieth debería estar peor, cerró los ojos evitando que el dolor la cegara, no pensó en nada, ni el dolor, ni la forma de salir de ahí, no pensó en Patrick, ni en Julieth, solo pensó en regresar a casa. Sintió un golpe en la mejilla acompañado de dos más, su pómulo estaba roto a ese paso, sintió más sangre escurrir por su boca y salir lentamente por las comisuras, la tomo del cuello con ambas manos apretó para cortarle el aire, Siena movió las manos inútilmente para detenerlo, pero le lastimo la cadena, sentía un globo tapando su garganta, evitando que entrara o saliera aire, pataleo sintiendo sus ojos llorosos la impotencia de no hacer nada la invadió, sintió dolor, frío, ardor y desesperación por no salir de ahí, apretó los dientes y estaba segura que estaba roja de no poder respirar, lo único que miro, fueron los ojos de Bledel.
Grito al sentir algo quemar su espalda, estaba tirada en el piso, las cadenas regadas en el piso pero aún con ellas en las muñecas, miro a todas partes y miro a Julieth limpiando su espalda, estaba golpeada, no sabía si igual o peor que ella o Patrick, pero se miraba mal, apretó su mandíbula casi llorando de dolor, retuvo con desesperación un sollozo, Julieth la estaba limpiando y no sabía cómo reaccionar a eso.
—Llora si quieres, yo ya lo hice y resulto bueno. —le comento con la voz rota, Siena negó tragando saliva— Eres más valiente de lo que pensé. —declaro moviendo con cuidado la ropa de Siena por encima de la carne viva.
—Solo... No dejare que idiotas como él... Hagan cosas como esas.— dijo apretando las manos, Julieth miro a Patrick aun dormido, lo había tratado de curar pero se resistía, decía que primero a Siena, aunque le doliera y molestara ese acto, sentía culpa por lo que hizo, solo había sido celosa, pero esos celos condujeron a Siena por un camino diferente, años después, ahí, podía ver que se seguían amando, que a pesar de decir mil mentiras, siempre sentirían esa atracción y ese amor por el otro, Siena amaba tanto a Patrick, lo amaba de la manera más feroz.
—Me duele todo el cuerpo, un golpe más y me partiré en dos.— comento triste y cansada, término de limpiar a Siena y se sentó acomodando su cabello de manera que no le lastimara, le hizo una trenza como la de ella y miro las heridas de sus mejillas, en el pómulo tenía ya una cicatriz y la sangre no salía, pero se le estaba hinchando, le curo las mejillas dándose cuenta de los rasguños de la manilla, por suerte no dejaría marcas, pero sí se miraría mal un tiempo.
—Confía en mí, saldremos de aquí y terminare entregando al idiota de Bledel.— afirmó Siena, Julieth no dijo nada en respuesta, solo la miro sonriéndole, era la más positiva de los tres, por primera vez en tantos años, confió en ella, no porque no lo hiciera antes, si no por el odio y celos que le tenía.
—Envidio tu positividad, siempre fuiste así, por eso le gustaste a Patrick, porque eras linda, inteligente y positiva a todo, no podía competir contra eso.— admitió serena, Siena la miro levantándose un poco, pero se volvió a acostar— Estaba celosa cuando hice todo, cuando les dije eso a los chicos, estaba dolida, acaparaste la atención de Patrick tan rápido y dejo de prestarme atención, aunque fuera de trabajo, cada que entrenábamos te buscaba, en la comida, caminatas, siempre te buscaba a ti y olvidaba a todos, yo me sentía celosa de ti, de que pudieras obtener lo que no pude, quería su sonrisa, sus ojos en mí, sus manos, su alegría y quería todo de él...— se quedó callada abrazándose a sí misma —Pero tu conquistaste su corazón. Así que solo me dedique a hacerte la vida imposible hasta que odiaras estar ahí, lo logre pero te mentí, Patrick me miraba y lo sigue haciendo como una hermana, amiga solamente, así que no pudo acostarse conmigo. No lo hizo porque simplemente pensaba en ti. — suspiro.
La puerta se abrió acaparando la atención de ambas y despertando a Patrick, Siena olvido el dolor que sentía y confió en su entrenamiento, en ese momento saldrían de ahí pasara lo que pasara, los había engañado por pocos días, pero era hora de cumplir con su misión y aclarar las cosas, de dejar por escrito quien era y como pagarían todos los que le hicieron daño o lo tratarán de hacer, miro a Bledel caminar con dos hombres más detrás, otro tercero se quedó en la puerta, mientras dejaba a la vista un pasillo de lo que parecía un establo, justo hasta ese momento se dio cuenta de cuál era el lugar, había un pequeño establo abandonado a las afueras del pueblo, lo vio al regresar de la primera misión, hacía un contraste hermoso entre la madera vieja con lamina oxidada, el paisaje verde de árboles y pasto por doquier, mientras que la arena en escasos lugares daba el toque final, llamo mucho su atención e incluso preguntó cómo llegar, pero no se había tomado el tiempo de visitarlo. Miro a Bledel sonreírle y juntar sus manos a ella, pero no dijo nada, solo miro a los demás e hizo una seña refiriéndose a Julieth, los dos hombres la arrastraron al otro lado y uno de ellos salió, después entro con la misma mesa del día anterior, tenía muchas herramientas, estaba siendo castigada con la cuarta parte de lo que ella utilizaba para hacer su trabajo.
—Lo gracioso de esto, es que Patrick podrá ver. — le comento en burla, Siena no dijo nada, no tenía caso hacerlo, Bledel se arrodillo para mirar más de cerca de Siena y sentarla, sabía que le dolía hacer movimientos, incluso respirar.
—Púdrete.— escupió en su cara y volteo a otra parte que no fuera él, supo lo que haría, era un acto que la mayoría hacía, pero que resultaba en ese momento muy conveniente, la tomo del cabello y estaba apuntó de decirle algo, simplemente olvido todo, ignoró el hecho de que estaba frente a Patrick y Julieth, que rompería una de las reglas que se le impuso, pero solo en casos realmente necesarios podía hacerlo, además de que ya tenía al responsable, no se retuvo de nada, ni de que dijeran los demás, como la mirarían después de hacer aquello y después de que supieran quien era, ignoró el dolor en su espalda por los golpes, el disparo en su costado y sus mejillas destruidas por los golpes, solo le importo salir de ahí así que hizo lo que tanto esperaba y lo gozaría como nunca antes había gozado.
Golpeó la cabeza de Bledel contra la de ella, haciendo que se hiciera para atrás confundido, dolido y desequilibrado, le había dolido a ella, pero ya estaba demasiado golpeada como para tomarle más atención a otro golpe de esos, se puso de pie con las fuerzas que le quedaban y las que pudo reunir, su espalda le ardió tanto que pudo haberse quedado ahí para no hacer nada solo por dolor, pero no lo hizo, apretó los dientes al igual que la cadena entre sus manos, la paso por encima de Bledel y una vez que lo tuvo como quería, lo atrajo a ella con tal fuerza que al levantar la pierna derecha, su cabeza salió disparada hacia atrás y su nariz comenzó a sangrar, había roto su tabique y si no quedaba en el piso con eso, le daría unas cuantas patadas más.
....MUCHAS GRACIAS POR LEER MI NOVELA, ESPERO QUE LA ESTEN PASANDO BIEN, LES MANDO UN SALUDO, UN GRAN ABRAZO Y UN BESO, PERO NO SIN ANTES DECIRLES QUE PASEN A VER MI OTRA NOVELA, SE VIENEN SUS CAPÍTULOS FINALES Y NUEVAS NOTICIAS QUE LOS SORPRENDERAN. MUCHAS GRACIAS, LOS AMO😘
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Fuerzas Especiales: Siena [EDITANDO]
RomansaSiena pensó que había dejado atrás dos cosas, su amor por un hombre que no supo defender lo que sentía y la debilidad por él, pero tras una misión encubierta toda su vida cambia, conoce a dos personas, vuelve a encontrarse con el equipo que le hizo...