Termino de acomodar sus últimas cosas y se sentó cómodamente en su cama, frente a él se encontraba Ben y a lado de éste Jack, ambos eran inseparables, Patrick miro la hoja frente a él y la tomo con interés, los horarios eran simples, pero no les pondría uno a su equipo, a pesar de ser capitán ahí era otra cosa, tendrían que entrenar más y agudizar sus sentidos, el capitán de navío King parecía muy solitario y amargado, pues no quitaba de su cara el ceño fruncido, esperaba y supiera más cosas que hacer nudos o algo por el estilo. Pensó un momento en Siena, lo hacía desde el día anterior, desde que la había visto por primera vez en muchos años, no dejaba de repasar su rostro, su sonrisa, sus ojos en su cabeza, de decirse tantas veces lo idiota que había sido, era su culpa todo lo que le había pasado, la había dejado y como cobarde que era había hecho como si nada pasara cada vez que su equipo la humillaba, pero no era el equipo entero, era ella, Julieth y sus celos absurdos, celos que no eran de un amor correspondido y no lo serían, pero estaba dispuesto a acabar con todo eso, pero de solo pensar en las humillaciones que le había hecho pasar le daba rabia, se levantó apretando la mandíbula y tirando su almohada y la sabana, Ben lo miro con sorpresa mientras que King tomaba las cosas, al parecer le sucedía más que cualquier cosa ante los ojos de todos.
- ¿Te sientes bien?- pregunto King dándole las cosas, Patrick negó mirando al piso- Si gustas podemos caminar y hablar, no diré nada, soy una tumba, pero si piensas que no... Está bien. - dijo con sinceridad, Patrick lo miro un momento, necesitaba hablar con alguien desconocido, que no le dijera o preguntara de más, solo lo suficiente.
-Gracias, me haría bien. - dijo poniéndose de pie e ignorando a Ben y Jack, pero ambos sabían lo que trataba de hacer y estaba bien, pasaba por mucho y tal vez ellos le cuestionarían algo que no quería darle tantas vueltas, salieron del dormitorio A con paso lento pero firme, para recorrer todo el lugar mientras ambos hablaban y se conocían.
- ¿Quieres un poco?- preguntó Támara Ferrara, el médico cirujano junto a ella, se habían conocido en el dormitorio y para hablar un poco habían ido a la playa, estaban sentadas encima de unas rocas, hablando de su vida en la milicia.
- ¿Cómo es que las tienes?- le pregunto extendiendo la mano, eran unas gomas de frutilla que le encantaban de niña y que había dejado de comer al entrar a la milicia, no se miraría normal ver a un piloto comprar gomas para niños, aún que viéndolo bien, eran para todo tipo de persona, Támara se alzó de hombros.
-Las traje entre mi equipaje, no se dieron cuenta y soborne a alguien para que me enviara más, sólo tengo que sobornar a alguien aquí para que me las entregue. - le dijo feliz, Siena tomo una disfrutando del sabor, cerró los ojos al saborearlo y darse cuenta que seguían sabiendo igual.
-Más de ocho años sin comer una... ¡Ocho!- dijo sorprendida ella, Támara sonrió mirando al mar.
- ¿Por qué entraste?- le pregunto después de un momento, Siena mordió la mitad de la goma y sonrió ampliamente.
-Por el amor que mi padre infundo en mí, ese amor a servir a mi país, de niña amaba cuando llegaba a casa después de meses de no verlo, mi madre detestaba que me contará lo que le había pasado, muchas misiones no las contó, pero me recordaba las anteriores a esas, crecí con la seguridad de saber que quería... De otra manera estaría en un restaurante como mesera o lava platos. Mi padre se empeña a salir adelante de cero, así que como todos los de mi familia, empezaban sin nada, yo vine aquí. - le explico suspirando al último, Támara la miro con un poco de celos, amaba lo que hacía, lo podía notar al hablar, al caminar y portar el uniforme que fuera, las insignias que podía mostrar eran con orgullo, no como ella- ¿Y tú porque estás aquí?
-Sinceramente... Por mi padre.- le confeso con tanta sinceridad y coraje, Siena la miro dejando de lado las gomas, Támara no era una persona que mostrara sonrisas ni que fuera por el mundo gritando que era feliz por lo que hacía, lo noto en cuento llego y la miro con la cabeza dentro de su gaveta.
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Fuerzas Especiales: Siena [EDITANDO]
RomanceSiena pensó que había dejado atrás dos cosas, su amor por un hombre que no supo defender lo que sentía y la debilidad por él, pero tras una misión encubierta toda su vida cambia, conoce a dos personas, vuelve a encontrarse con el equipo que le hizo...