Una lágrima calló de mis ojos y recorrió mis mejillas para desembocar en mi boca, dolía, pero no podía parar, no ahora. Él estaba tan metido en el placer que ni siquiera se percató del dolor que sentía, Yesung ni siquiera sabía que él era el primero.. Me acababa de quitar la virginidad.
A pesar de que el dolor era espantoso, seguí haciendo movimientos con mi cintura con la ayuda de Yeye. Puse mis manos en su pecho, lo recorrí con estas y paré todo movimiento por un segundo, dolía.
Yesung me miraba, subió sus manos y tocó mis pechos para luego llevarlas hasta mi trasero y comenzar a penetrarme de nuevo, yo solo cerré los ojos con fuerza, el dolor no cesaba.
Después de unos minutos, Yeye me dio la vuelta quedando él encima y yo debajo. Empezó a morder mis labios mientras su miembro rozaba la entrada de mi feminidad.
A continuación, abrió mis piernas, se posicionó y comenzó a penetrarme lentamente al principio y rápidamente al final.
Comenzó a embestirme de manera rápida, cada embestida más fuerte que la anterior. Al principio dolía, pero el dolor por fin fue desapareciendo con cada embestida , me gustaba. El olor a sexo se apoderó de cada rincón de la habitación.
Tras unos minutos de embestida intensa, agarró mis manos indicando que me pusiera a cuatro patas. Yo hice lo que él me pedía y me coloqué de tal forma para después abrazarme por detrás y con una mano agarrar su miembro para comenzar a penetrarme de nuevo.
Mientras me embestía, comenzó a besar, lamer mi espalda con sus labios y tocar mis pechos, yo solo gemía y me agarraba fuertemente a la colcha de la cama. La piel de Yesung brillaba, estaba comenzando a sudar.
Después de unos minutos, Yesung soltó un gran suspiro, estaba claro que estaba a punto de venirse en mi interior, y así lo hizo.
Sentí una especie de líquido muy caliente dentro de mí, era una sensación muy placentera, Yeye había llegado al orgasmo.
Fue disminuyendo el ritmo, hasta parar por completo para luego soltar un enorme suspiro.
Fue sacando su miembro lentamente de mi interior, después me acerqué a este y comencé a lamerlo ante la atenta mirada de Yesung, seguía muy excitado y soltando pequeños suspiros.
Después, ambos nos tumbemos en la cama, estábamos agotados y nos quedemos dormidos.
AL DÍA SIGUIENTE
Amanecí en una habitación que no era mía, pensé que todo había sido un sueño pero no, estaba en la misma habitación que compartí con Yesung ayer.
Sentí un dolor muy fuerte en mi entrepierna, me dolía todo. Intenté levantarme con dificultad de la cama para buscar a Yeye por todo el departamento, ya que no estaba conmigo, pero no se encontraba en ningún lugar. Incluso caminar se me hacía difícil, volví a la habitación a paso lento, me sentía dolorida y una sensación entre felicidad y tristeza recorría mi cuerpo, lo extrañaba.
Entré al baño y me miré en un pequeño espejo que había, luego me eché agua fría en la cara para luego volver a la habitación.
- Ni siquiera me ha dejado una nota.. O un mensaje en el móvil, como ocurre en las películas románticas... - susurré.
Cogí mi ropa y me vestí, luego miré la cama donde habíamos estado y ordené la habitación.
- No viene.. Y no creo que vuelva, me iré. - decidí
Cogí mis cosas y me dirigí a la puerta de salida, realmente no quería dejar ese lugar.. Me gustaría poder quedarme y hacer el almuerzo para cuando Yesung volviera cansado del trabajo. Me gustaría amanecer con él y pasar más de un día como el de ayer juntos.
Ni siquiera me dio su número de teléfono para mantenernos en contacto y tampoco me pidió el mío. Estaba claro que ya no estaba interesado en mí, ¿quizás no le gustó lo de anoche? A pesar de todo lo que dolió, a mí me gustó.
Abrí la puerta y abandoné el lugar para luego pedir un taxi y volver a casa.
En el camino no paraban de repetirse esas imágenes en mi cabeza. Encendí el móvil y vi todas las llamadas perdidas de Andrea y mi familia.
- En menudo lío me he metido.. ¿Qué excusa puedo darles ahora? - me pregunté sin saber qué hacer.
El taxi me dejó en frente de casa, me dirigí con dificultad hasta la puerta de entrada, saqué las llaves del bolso y abrí la puerta.
Cerré la puerta lentamente y cuando me giré, vi a mi madre cruzada de brazos frente a mí.
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toda tuya yesung y tu
Ficção HistóricaLa historia de un romance entre tú y Yesung, un hombre que pasa de ser un simple idol a ser más que un amigo. Deberéis cruzar obstáculos que se interpondrán en vuestro camino hacia la felicidad, es decir, a poder estar felizmente juntos. y estará l...