Capítulo 2 (Editado)

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Alexander

La luz de la ventana ciega mis ojos, tratando de acostumbrarme a la leve ceguera, observo mi reloj y al percatarme de que son las cinco de la tarde me levanto, cierro la ventana y regreso a mi cama a dormir nuevamente mientras suelto un suspiro de cansancio.

Luego de cinco minutos tocan la puerta de mi habitación y rodando los ojos me dispongo a preguntar de mala manera.

-¿Quién es? -Digo.

-Soy yo hijo ¿Puedo entrar? -Pregunta mi madre.

-Si -Respondo de mala gana.

Mi mamá entra y empieza a mirar toda la ropa desparramada en varios sitios de mi habitación.

Tengo que admitir que no soy el chico mas ordenado del mundo.

-¿Qué pasa?

-Alex, van a mudarse unos amigos nuestros desde Filadelfia hasta aquí, son los Anderson, seguro recuerdas a Kate y Dylan, ustedes jugaban juntos de niños -Comenta con el intento de refrescar mis recuerdos.

-Que bueno -Digo en un tono sarcástico.

-Ésta noche vendrán a cenar y quiero que seas amable. Me gustaría de verdad que hables con Kate, ella va a ir a tu misma escuela -Dice muy entusiasmada.

-¿Qué? -Digo enojado mientras hago a un lado las sabanas que cubrían mi cuerpo.

-Que va a ir... -La interrumpo antes de que termine.

-Está bien -Digo sin darle importancia mientras paso las manos por mi rostro de forma frustrada.

-Te amo -Dice antes de abrir la puerta para irse.

-Bueno.

Estoy enojado no quiero que vaya a mi escuela, no tengo tiempo de cuidar a una niña, pero no tengo ánimos de hablar con mi mamá y mucho menos discutir.

Cinco minutos después, me levanto y me doy una ducha, me pongo unos jeans y una camiseta blanca y otra sobre ella, mis zapatillas, coloco gotas en mis irritados ojos y bajo a la cocina a pedirle a Esther que me prepare un sándwich.

Recuerdo vagamente a esos niños, jugaba con Dylan a las luchas y siempre que salía con golpes eran nuestras madres las encargadas de curarnos. Con respecto a Kate, recuerdo que era una niña muy fea, su pelo corto con dos coletas y dientes con alambres solo me daban asco.

Observo a Esther preparando un pastel.

-Esther -Digo.

Ella se gira sobre sus talones y me mira.

-Si joven, ¿En que puedo ayudarlo? -Pregunta con una sonrisa característica de ella.

-Quiero un sándwich de queso, llévalo a mi habitación.

-Está bien ¿Algo más?

-No.

Me doy vuelta y me encamino hacia mí habitación.

Ruthless [ EDITANDO ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora