Capitulo 64

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Kate

Cuando volvemos a el hotel tomamos un taxi porque ya es bastante tarde y hace mucho frío.

Entramos a la habitación y Alex me toma de la cintura aprisionándome contra la pared.

-Te había dicho que estás hermosa esta noche? -Dice Alex.

-Solo me lo has dicho en la cena unas cuantas veces y en el viaje de vuelta -Digo riendo.

-Nunca me cansare de decirte lo hermosa que eres.

-Y yo de decirte que te amo -Digo acercándome para besarlo.

Él me corresponde inmediatamente el beso y levanta una de mis piernas para que las enrolle en su cintura.

-Te amo -Dice en medio del beso.

-Quisiera que esto no termine nunca.

El camina conmigo sobre el hasta la cama y me deja delicadamente en ella.

Comienza a besarme nuevamente y va bajando a mi cuello.

-Espera -Digo.

-Que pasa?

-Ya vuelvo.

Me levanto de la cama dejándolo muy sorprendido por mi acto y entró al baño.

Busco en mi bolso de higiene un conjunto de lencería que Rubí me ayudo a elegir.

Luego de colocármelo, abro la puerta haciendo una pose sensual.

Veo que Alex levanta su cabeza y me mira con la boca abierta, observo sus pantalones y localizo a su amiguito levantándose.

-Te gusta? -Digo con una voz ronca y sexy.

-Mhmmm -Logra decir.

Me acerco hasta la cama y camino en cuatro patas hasta llegar frente a él.

-Quieres que valla a cambiarme? Creo que no te gusto mi ropa nueva.

-NO! -Dice tomándome de la cintura -Eres perfecta.

Comienza a besarme el cuello y luego sube a mis labios.

-Amo tu ropa nueva -Dice mirándome con lujuria -Pero en este momento me estorba.

Comienza a quitarme el sujetador con mucha facilidad y yo desabotono su camisa dejando a la vista su bien formado cuerpo.

Hace un movimiento brusco dejándome bajo él y comienza a chupar mis pesones haciéndome retorcer de la expiración bajo él.

-Mmmm... Alex... -Gimo.

-Mmmm... Dime princesa... Quieres que pare?

-N-no sigue.

El desabrocha sus pantalones tirándolos en algún lado de la habitación junto con el resto de la ropa, dejando a la vista su grande y bien parado amigo.

Recorro su espalda con mis manos hasta llegar a su tracero y darle un suave apretón.

El en un rápido movimiento quita mis bargas dejándome expuesta ante el.

Entre en mi de una sola estocada haciéndome gemir de placer.

Luego de cinco, diez, veinte estocadas más nos dejamos ir en un placentero orgasmo.

Me recuesto sobre él agotada intentando calmar mi respiración.

Cierro mis ojos y en un segundo me dejo ir en los brazos de Alex.

Ruthless [ EDITANDO ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora