Capítulo 74

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Kate

Abro los ojos y al instante los sierro, logre divisar que estoy en una habitación con paredes color crema.

Vuelvo a abrir los ojos lentamente intentando acostumbrarme a la claridad que entra por la ventana.

Al tener los ojos completamente abiertos decido examinar la habitación.

Es igual  la habitación que he estado hace unos días, estoy nuevamente en el hospital.

No puedo creer que Alex me halla traído aquí, el prometió que no lo haría. Saldría de la cama, lo buscaría por todo el lugar si no fuera que me siento tan débil y que tengo una aguja clavada en el brazo.

Abren la puerta de la habitación sacándome de mis pensamientos, dirijo mi vista hacia ella y veo a Alex con un café en la mano y su celular en otra ignorándome completamente.

Se sienta en un pequeño sofá que hay a mi lado, sin siquiera divisar que estoy despierta.

Tal vez he muerto y no puede verme por eso pareciera que me ignora.

Levanto mi mano en el aire tocándola con la otra, esto es extraño siento el tacto de mi mano.

-AHHH –Escucho que grita Alex a mi lado sacándome de mis pensamientos.

Giro mi cabeza en su dirección y veo como su celular y su café vuela por los aires cayendo directo al piso.

-¿Qué te pasa? ¿Porque gritas? –Digo en un tono histérico.

Él se abalanza rápidamente hacia mí, haciendo que quede acostada completamente en la camilla.

-¿Qué haces? –Digo confundida.

-Despertaste –Dice relajando su cuerpo.

-No sigo dormida, solo estas imaginando que estoy despierta –Digo en tono sarcástico.

-Está bien, alguien despertó graciosa –Dice separándose de mi –Llamare al doctor –Dice rápidamente.

-Espera –Digo deteniéndolo ya que casi estaba por salir de la habitación -¿Por cuánto tiempo estuve dormida?

-Emm... por una semana y tres días –Dice lentamente.

-¿QUE? –Grito histérica.

-Sí, el día que te traje estabas muy débil.

-Tú me prometiste que no mas hospitales –Digo con los ojos cristalizados.

-Kate si esa noche no te hubiera traído al hospital, en este momento no estarías con vida, y no sabríamos que estas enferma.

-Pero... -Digo pero soy interrumpida por el doctor que entra a la habitación.

-Hola otra vez señorita Kate –Dice amigablemente con una sonrisa en su rostro.

-Hola doctor Gilinski –Digo con cara de ecos amigos.

El doctor se acerca hasta el extremo de la camilla donde se encuentran mis pies y lee el formulario que está colgado en ella.

-Bien Kate, tenemos que hablar –Dice cambiando su semblante a uno serio.

-Espere –Digo deteniéndolo y mirando a Alex –Necesito que te retires.

-¿QUÉ? –Grita.

-Señor White, hay pacientes descansando –Dice el doctor.

-Si lo siento –Dice un poco más tranquilo -¿Por qué quieres que me valla? –Pregunta ahora mirándome fijamente.

-El doctor tiene que hablar conmigo.

-Pero yo puedo quedarme ¿Verdad? –Dice mirando al doctor.

-Claro –Responde él.

-Doctor –Digo fulminándolo con la mirada.

-Oh cierto, no, no puedes quedarte –Dice y yo sonrió mirando a Alex.

-Está bien –Dice refunfuñando y saliendo de la habitación.

Cuando Alex sale de la habitación el doctor se acerca más hasta la camilla y se sienta en el sofá a mi lado, en el que hace unos segundos estaba sentado Alex.

-y ¿Qué tiene para mi Doc? –Digo intentando sonar amistosa.

-Kate este es un tema un poco delicado, estás enferma. Tienes una bacteria rondando en tu organismo debilitándote cada día –Dice en un tono muy neutro.

-¿Cómo entro esa bacteria en mi cuerpo? –Pregunto.

-Es una bacteria originaria de Roma, entro en tu organismo el día que tú y Alex llegaron, cuando tu vuelvas a tu país tendrás que ir al médico y te recetara algunos medicamentos para combatirla. Y así mejoraras, pero tendrá que ser lo antes posible.

-¿Por qué Alex no tiene esa bacteria? El llego conmigo aquí.

-Debe ser porque Alex tiene las barreras más fuertes que las tuyas y su cuerpo pudo combatir la bacteria.

-¿Cuándo podre irme de aquí?

-En un par de horas te daré el alta así tú y tu amigo podrán regresar a su país –Dice sonriendo.

-Gracias Doctor.

El asiente con la cabeza y camina hasta la puerta, cuando la abre veo a Alex frente a ella, el doctor pasa a un lado de Alex y este entra a la habitación.

Camina hasta mí y se sienta en el sofá.

-Nuestro vuelo sale a las 20:00 pm –Dice sacando su celular de su bolsillo.

-Okay –Digo seca –Y gracias por traerme aquí y no dejar que muriera desangrada en el baño.

-Nunca dejaría que nada te ocurra Kate, eres muy importante para mí.

Una pequeña sonrisa involuntaria se forma en mis labios haciendo que él también me sonrisa, nuestras miradas se conectan por unos segundo hasta que me doy cuenta que esto está mal, nosotros no somos nada.

Porque a partir de ahora somos completos desconocidos.

Ruthless [ EDITANDO ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora