Hairy Paws [Y.M]

009

El sonido incesante del despertador me levanto, gruñí porque... ¡¿Quién demonios ponía una alarma a las malditas seis de la mañana?! Con los ojos encandilados debido a la luz que emitía el teléfono celular, apague la insistente alarma.

Seguro había sigo culpa de ese pulgoso que cada que tenía la oportunidad tomaba mi celular para jugar con el odioso gato echo de píxeles. Porque no vieras como jodia ese maldito gato; cada que podía era con la insistente notificación de "miaw" que si apaga la luz, tengo sueño. Que préndela que ya desperté, dame de comer, necesito ir al baño, juega conmigo, solo le faltaba al odioso bicho que le trajera un pedazo de tierra de marte.

Y Jimin era como un tonto gritando y pataleando para atender a "Min Yoonie", hacia unos berrinches que era la hora y estaba durmiendo en el sofá, al final ya nos hemos vuelto hasta amigos. El pobre ha recibido golpes y secado mis lágrimas, es todo un héroe sin capa.

Estaba dispuesto a volver a dormir hasta que recordé quien había puesto la alarma, sí, yo. De una patada saque a volar la manta que me cubría del frío de la noche y caí en cuenta de que hoy era mi primer día de trabajo en la cafetería. Lo que uno sacrifica para no caer en la desgracia.

En menos de lo pensado yo ya estaba preparado para mi primer día de trabajo, mire el reloj de mi muñeca y estaba listo para salir, incluso estaba a tiempo; nueva regla de YoonGi aka  Min Swag, no volver a llegar tarde a ningún lugar. Feliz de la vida salí del departamento y mientras silbaba una canción de un girl group  era algo como "nomu, nomu, nomu y chaku, chaku, chaku" o una cosa así, me dirigí a la parada del autobús.

A la lejanía noté que ya estaba llegando el bus que me llevaría al centro, cuando volvió la molesta notificación del gato ese: "Prende la luz, ya estoy despierto". Deslice mi pulgar para ignorar la solicitud del bicho ese, cuando recordé algo... ¡Jimin!

Corrí hasta que mis pulmones ardieron, entre nuevamente a mi hogar y me dirigí a mi habitación, donde el pelirosa estaba desparramado por toda la cama, con la boca abierta y baba escurriendo por la comisura de su boca. Iug.

— ¡Jimin!— grité a la vez que prendía la luz. No hubo respuesta.

Maldita sea y ahora que... ¡No despertará! Con pasos rápidos fui hasta la cocina y tome un vaso de agua. Bien, esta era mi única opción. Volví hasta donde el híbrido y vacié el vaso de agua fría en su cara, su reacción fue la de patalear para todos lados, despertando de sopetón.

— ¡Tenemos que irnos ya! Se hará tarde.

— ¿Qué comeremos alambre? Yung, eso no se puede comer...

— Que te alistes, hay que trabajar.

— ¿Qué eso va a cocinar? ¡Pero ya le dije que eso no se come!

Bueno, esta drogado. Lo que me faltaba. Sin decir nada más lo levanté a la fuerza de la cama, no había tiempo maldita sea. Rápidamente le puse los primeros zapatos que encontré y aún con la pijama de estrellas puesta amarre una bufanda verde a su cuello.

— ¡Eso no combina! —reclamó.

— ¡Vamos tarde!—contraataque mientras lo sacaba a la fuerza del apartamento.

Mire la hora en mi reloj y llevaba diez minutos de retraso, es que no soy yo, es el destino que no quiere que llegue temprano a ningún lugar. Afortunadamente el autobús pasó rápidamente. Jimin estaba enojado, porque tenía su cabello mirando para todas las direcciones, tenía rastros de baba seca por su barbilla, sus ojos estaban un poco hinchados y un plus era que su ropa no combinaba para nada. Seguro le dices algo ahora y te saca los ojos con sus garras. No gracias, me gustan mis ojitos.

Al llegar a la cafetería esta ya estaba abierta y yo ya me esperaba el temprano regaño o peor aún, podría ya estar despedido. Cuando el tintineo de la campanita en la entrada anunció nuestra llegada HoSeok nos recibió con un caluroso abrazo ¿y el regaño? ¿y el record de la despedida más rápida?¿qué está pasando Doctor García?

Nada de eso pasó. Lo que si recibí fue la gran reprimenda del híbrido oso al notar las pintas del híbrido gato. Ambos me miraron mal y SeokJin se llevó a Jimin a quien sabe dónde mientras HoSeok paso su brazo por mi hombro y me guió a su oficina donde me tendió el uniforme del establecimiento.

Okay... Esto está más raro que mi sueño de los morositos y Jimin, bueno no, eso fue otro nivel. Mientras me cambiaba me preguntaba en que sitio me había metido, estos meses serian una montaña rusa de emociones para mi y luego... Miaw. Maldita sea.

Lo primero era desinstalar esa molesta aplicación.

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Teffs~