Cap.1

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— ¡U-Un mome-! ¡P-Papá! Espera...¿Qué haces? ¡Papá! — Gritó Tsuna sorprendido y un poco aterrado.

Iemitsu se pasea por toda su habitación, tomando cualquier cosa en su camino y metiéndolas en las maletas grandes arriba de la cama. Su papá acaba de llegar después de años de no aparecer, abrió la puerta de la casa y en el camino a la habitación lo interceptó, y arrastró.

No responde a sus preguntas, le ignora totalmente y hasta parece en automático. Tsuna, frunciendo el ceño, abrió la boca para gritarle.

— Nos vamos— Interrumpió Iemitsu.

Si sus ojos no estuvieran tapados por vendas y cerrados, seguramente hubiera parpadeado estúpidamente. De la nada dos hombres en traje aparecieron por sus costados, agarraron las maletas y hablaron con su papá, palabras que no registro.

Iemitsu sujeto su brazo llevándolo a la salida, si su papá no le quiere escuchar, hará todo lo posible para resistirse. Clavo sus pies en el suelo, su mano izquierda se agarró del borde y jalo su brazo derecho.

— ¡Para! ¡¿De que se trata esto?! — Exclamó mordiendo su labio inferior.

Su papá le miro, suspiro y se apretó el puente de su nariz— No hay tiempo para esto Tsunayoshi.

Es raro escucharlo decir su nombre completo, Tsuna se resistió más cuando trataron de sacarlo de la casa.

— ¡No puedes aparecer así y llevarme! — Se quejo con exasperación, Tsuna vio muchos hombres de negro afuera de su casa.

— Observame— Dijo su papá antes de cargarlo como un saco.

Tsuna no quiere ir ¿Y su mamá? ¿Dónde está? ¡¿En que está pensando Iemitsu?! ¡Cinco años de no verlo y cuando regresó, hace esto! Pataleo, grito y golpeó, sin embargo ninguna acción pareció funcionar. Al contrario, esas personas no parecen inmutarse.

Un sollozo.

Escucho un sollozo viniendo de la entrada, lo reconoce como su mamá. No es la primera vez que le oye llorar, sabe que no sera la ultima.

— ¡Mamá! — Gritó, y si fuera posible el sollozo se identificó más.

Su mamá, Nana, se limpia desesperadamente sus ojos. Tratando de detener las lágrimas, un guardia quiso tocarla para meterla en la casa, pero ella le rechazó al meterse sola. La puerta se cerró con un golpe sordo.

Fue metido en una limusina, dentro un hombre —Guardia— lo sujeto para que no se escape. Tsuna quedó incrédulo, no tiene idea de lo que está pasando, quiere regresar y consolar a Nana, decirle que está bien.

Si bien Tsuna puede ser un chico pequeño, más de lo normal, eso no significa que sus golpes duelan menos, eso lo sintió el hombre que le sujeta. Esté grito atrayendo la atención, porque Tsuna le dio un codazo en el estómago y un puntapié.

— ¡Suéltame! — Gritó alejándose.

— Arranca— Ordenó Iemitsu entrando.

La limusina arrancó fuerte, causando que Tsuna se tambalee. Las vendas en sus ojos están completamente quietas, pero el castaño abrió los ojos tras las vendas y los cerró frunciendo más el ceño.

Pudo ver que le están sacando de Namimori.

— ¿A dónde me llevas? — Preguntó entre dientes.

Su papá contuvo un suspiro, cerró los ojos por minutos antes de abrirlos y mirarle. — Nono quiere que hagas algo. No, toda Vongola espera que lo hagas.

Bandaged eyes.|| Khr/Bsd ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora