Una horas antes de la "boda", que solo es firmar unos papeles frente a gente importante de la Port Mafia y Vongola, Tsuna se encontró con dos personas. Una que le manda miradas de muerte, la otra se le quedo viendo —Sus vendas, en realidad— antes de burlarse e irse.
Dazai, sentado al lado suyo, se rió de su confusión y ceño fruncido. Como representante de Vongola, descubrió, solo son el Noveno y su papá.
Fue vestido por una mujer llamada Kouyou Ozaki, que le alago por ser bello y adorable —Casi muere de la vergüenza— antes de entregarle un kimono matrimonial. Sin importarle sus quejas, le pintaron los labios, ojos y en el mismo momento le hicieron aretes. Ni se dio cuenta, fue rápido y sin dolor, casi piensa que tuvo los agujeros todo el tiempo.
No hablo mucho con Dazai después de esa charla, diablos, apenas y salió del cuarto. El castaño rojizo siguió con sus misiones, llegando con la ropa manchada de sangre y algunas veces su rostro. Duermen en la misma cama, de espaldas y sin decirse nada.
Pero Dazai está muy interesado en saber que esconde debajo de sus vendas, y Tsuna le contraataca con querer saber qué esconden las vendas del miembro de la mafia. Dejando a esté refunfuñando y quejándose.
— Tsunayoshi-kun.— Dice Nono entrando al vestidor, su cara está teñida de tristeza.
— Abuelo.— Dijo Tsuna girando para mirarlo, sus vendas y su kimono hacen juego.
Kouyou decidió para sí misma que Tsuna usaría kimonos a partir de ahora, se decidió que el castaño entrenaría bajo el ala de la mujer. Sus alumnos deben tener elegancia y ser bellos, tan peligrosamente hermosos, Tsunayoshi se adapta a la segunda pero tiene que trabajar en la primera.
— Señor Vongola— Saludo Kouyou haciendo una elegante reverencia, miró entre los dos antes de salir del vestidor.
— ¿Como estas, Tsunayoshi-kun? — Pregunto amable Nono.
— Lo mejor que puedo estar en día de mi boda no deseada—Contesto suspirando, miró por la ventana y apretó sus manos, hoy sellan su destino.
Una manos arrugadas y amables tomaron las suya, Nono le da una sonrisa triste. Tsuna sabe que Nono está peor que él, no le gusta la idea de entregar a uno de sus nietos para finalizar un tratado de paz.
— Lo siento— Se disculpó— Muchas personas se verán envueltas en este problema, este tratado es la salida más fácil. No podemos subestimar a la Port Mafia, necesitamos tenerlos controlados.
La intuición de Tsuna se alertó, Nono está dejando mucha responsabilidad en sus jóvenes manos.
— Tu responsabilidad tiene un puesto en Vongola— Informó su abuelo, no, Vongola Nono, el jefe del bajo mundo — Y es hora de que tu padre se retire.
La respiración de Tsuna se detuvo, no fue entrenado para esto. Diablos, solo le entrenaron para defensa propia, no para tener un puesto tan alto. Ni siquiera quiere estar en la mafia, es algo que declaro desde muy pequeño.
— Tsunayoshi-kun, desde ahora eres el jefe de CEDEF— Ordenó, no hay paso para negarse
— P-Pero... ¿Qué pasará con papá? — Preguntó tragando el nudo en su garganta, sus manos se tensaron en las de Nono, el anciano les dio un apretón suave.
— Eso...— Rió entre dientes— Nana quiere encargarse personalmente de él.
Tsuna no pudo evitarlo, se rió, su cuerpo se relajo un poco. Su mente vagó a la orden del Noveno, ser el jefe de CEDEF, su misión eterna de estar pegado a Dazai Osamu le dio una posición fuerte en la mafia.
— Todo lo que tenga que ver con tu cargo será enviado— Explico Nono — Me gustaría que alguien se quedara contigo, pero Mori quiso un acto de fe ciega. Dejar al hermano menor del Décimo Vongola sin nadie en la Port Mafia, esa fue su condición.
Eso se lo dijo su padrino. Tsuna miro a los ojos de su abuelo, Nono puede sentir la mirada de su nieto incluso detrás de esas vendas. Muchos han llamado a Tsuna "El cielo que todo lo abarca" por muchas razones.
— Tsuna, Nono— Dijo Iemitsu entrando, miró a su hijo y luego a su jefe — Ya es hora.
Ninguno dijo nada, solo asintieron, Tsuna tomo a Nono del brazo y junto a su papá avanzaron. Con cada paso que da, sus nervios van subiendo cada vez más, aprieta el brazo de su abuelo y los adultos le miran de reojo. Nadie puede ver sus ojos, agradece por eso, ya que los está cerrando fuertemente.
Se obligó a tranquilizarse, inhalo y exhalo un par de veces, Iemitsu y Nono lo notaron, no dijeron nada.
Su papá le apretó el hombro antes de entrar primero a la oficina, donde la "ceremonia" se hará. Tsuna no tuvo tiempo de decirle algo, solo miro la espalda de Iemitsu.
Cuando entre a esta oficina dará el último paso, cuando firme ese papel su destino estará sellado. No puede divorciarse de Dazai aunque quiera, eso es romper el tratado y la guerra entre mafias estallaría.
— Yo no tengo autoridad en este lugar, ¿No? — Pregunto en un susurro.
Nono negó con la cabeza.— No, te trataran como un invitado muy importante. Se te informará de todo, no harás misiones y tampoco dirigirás un grupo.
— Entiendo — Básicamente solo vivirá en ese lugar, tiene que vigilar que el tratado no se rompa, dirigir CEDEF y convivir con Dazai en el mismo cuarto.
Las dos puerta se abrieron en par, Tsuna medio bajo la cabeza pero luego del apretón de Nono la levantó. Esta Morí al lado de Dazai, a cierta distancia están los miembros importantes de la Port Mafia — También esas dos personas que le visitaron antes, uno lo quiere matar con la mirada y el otro parece aburrido.— Kouyou sonríe por su trabajo. Mientras que al otro lado solo está su papá, parándose recto como un miembro de Vongola, orgulloso.
Dazai tiene su sonrisa en sus labios, su traje cambio a ser un kimono negro y las vendas siguen donde están. Tsuna sabe que una vez que esta situación acabe se cambiará al traje que lleva siempre, seguramente no verá ese kimono negro por mucho tiempo.
Vio como el castaño rojizo alzó la mano, Tsuna levantó su pequeña mano y la colocó sobre la de Dazai. Este la atrajo en una delicadeza que le sorprendió, no parece una persona delicada y menos que haga esa clase de tratos a alguien.
Ocultando su asombro bajo una cara de poker, entrelazo su brazo con el del miembro de la Port mafia y desconectar su mente de las palabras que dice Mori. Sabe qué dirá, los acuerdos entre las dos mafias —Cosa que ya sabe—y amenazas ocultas en palabras.
— Dazai Osamu, ¿Aceptas como esposo a Sawada Tsunayoshi para amarlo, respetarlo en la salud y en la enfermedad? — Pregunto Nono Vongola, miró directamente a los ojos de Dazai, este sonrió.
— Acepto.
— Sawada Tsunayoshi, ¿Aceptas como marido a Dazai Osamu para amarlo, respetarlo en la salud y en la enfermedad? — Pregunto Mori mirándolo con la misma intensidad, aunque no puede ver sus ojos.
— Acepto— Su voz es suave, y nuevamente sonó en toda la oficina.
Mori con su fría sonrisa y hueca, le paso una pluma a Dazai, todos ignoraron sus opiniones, todos ignoran que solo tienen 16 años, pero ninguno de los dos puede hacer algo, el peso de una guerra cae en sus hombros. Tienen que firmar antes de ponerse las alianzas.
Dazai firmó el tratado sin soltar su brazo, su rostro es neutral. Le paso la pluma a Tsuna, él la tomó luego de una pequeña y casi imperceptible pausa, donde sintió los ojos de Dazai sobre los suyos cerrados.
Se soltó de su brazo, miró los papeles sobre la mesa y firmo, miro como la pluma lineo su firma. Cuando termino se quedo viendo los papeles, contuvo el aliento y se paró otra vez al lado de Dazai.
Está oficialmente casado con Dazai Osamu.
Continuara...
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Bandaged eyes.|| Khr/Bsd ||
FanficTsuna no supo que paso, fue como un aturdimiento largo, su padre de la nada apareció y le dijo que prepare sus maletas. No pudo ver a su mama, pero, sabe que los sollozos que se escucharon en la casa antes de cerrar la puerta fueron de ella. Y ahor...