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Las clases habían sido un poco caóticas ese día, sin lugar a dudas se debía a que aquel pequeño corazón artista estaba enloquecido. Eran tantas las preguntas, tantas dudas, temores y esperanzas, que cuando tuvo que pintar... simplemente no supe qué. Y terminó por ver frente a sus ojos, nuevamente, un hombre vestido completamente de negro, rodeado de mucho color. Una pintura al óleo que sus compañeros habían calificado como perfecta, pero Rose, que era una masa de emociones aquella mañana, no supo apreciar la grandeza de su creación.

El problema era que su mente y corazón, se habían quedado con Dominick. Y parecían demasiado contentos para moverse siquiera.

De regreso a casa, se sentía turbada, presa de sus propios sentimientos. Caminando mientras el Central Park se desprendía frente a ella y su mente viajaba, estaba completamente perdida. Sentía una confusión tal, que al llegar su hogar ni siquiera notó la existencia de su bebé, de Jack. El pobre animal, mimado y tan querido por su dueña, la miraba y hacía fiesta para ella, pero Rose estaba perdida y terminó acostada en su cama, mirando al atardecer que se desplegaba frente a sus ojos.

"Me gustas Rose, me gustas muchísimo."

Aquellas palabras se repetían en su mente a cada instante y se encontraba así misma suspirando, ante el recuerdo de aquel momento que ahora parecía haber sido solamente un sueño, parte de su imaginación, alguna de sus creaciones que se quedaban encerradas en su taller para que nadie más viera.

Su corazón latía tan fuerte al recordar los ojos de él, todas las emociones que vio reflejadas allí, emociones que para su asombro y temor... ella también sentía. Sin embargo, no sabía diferenciarlas, no sabía que hacer con todo aquello que abrumaba su interior, que dejaba su alma con tal ansiedad que sentía, perdía el rumbo de todo.

Era como comenzar una nueva pintura, mirando un lienzo de color blanco y pensar en todas las posibles ideas que podía plasmar justo allí. Pero no sabía que hacer y siendo sincera con ella misma, Rose no quería ni pensar en descubrir que era. Prefería quedarse en la oscuridad, en la incertidumbre, que descubrir que ella... Su corazón... Dominick, ¡wow! No, simplemente no podía. La aterraba.

Y sin darse cuenta, las lágrimas comenzaron a salir nuevamente. Lágrimas que provenían del corazón más inocente, del alma más pura. Lágrimas que valían oro, porque no lloraba por tristeza, no lloraba por temor, lloraba porque aquel órgano que por mucho tiempo creyó olvidado, estaba funcionando y trabajando horas extras, estaba saltando en medio de su pecho, enloquecido, emocionado porque aquel sentimiento que muchos pasan toda su vida intentando encontrar, luchando por sentir, estaba comenzando a sembrarse en ella. Rose se estaba enamorando.


💕💔

Algo pequeño, pero no menos importante. Debemos ser paciente con ella, mientras descubre lo que siente.

¡Las extraño demasiado!Cuéntenme que les pareció y si aún tengo lectoras aquí 😔

Con amor, Carolina 🌛

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⏰ Última actualización: Nov 27, 2018 ⏰

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