Canción: Bubbly, Colbie Caillat
Sus ojos verdes no la dejaban, después de que ella dijera aquello él no había podido apartarse.
¿Nunca había tenido un amigo? ¿Qué había sucedido?
Dominick supo desde un principio que Rose era distinta a cualquier otra chica que él hubiese conocido, pero nunca pensó que sería tan diferente. Rose era talentosa, era tímida pero valiente, tenía un corazón roto... eso era seguro, pero también tenía una fortaleza oculta detrás de sus ojos grises y su mente prodigiosa. Era un misterio pero era en definitiva, el más bonito de ellos.
"¿Ni si quiera en la escuela?" Se atrevió a preguntar él, dudando en decir esa pregunta en voz alta, no quería forzarla aún más.
Rose negó, mirando a su alrededor, a sus pinturas. "No, pasé mucho tiempo en el taller de arte y por tres años seguidos fui la única participante." Se explicó, su voz tranquila, mientras se dejaba ver frente a él. De forma lenta pero fulminante. Se sentía como si un rayo de luz entrara por un pequeño hueco e iluminara una habitación. Así era como se sentía cuando estaba con él, cegada por esa luz que desprendía de su ser.
"Oh, entonces seré el primero." Admitió él, su voz sorprendida pero por una razón que desconocía se oía... feliz.
"Hmm." Murmuró ella, una tímida sonrisa en sus labios.
Dominick quería acercarse un poco más y sentir debajo de sus dedos esa adorable sonrisa, pero se contuvo, aunque le fuera difícil resistirse a su espontánea belleza. Sentía que haberla sostenido en sus brazos había sido lo mejor que le había sucedido en años y una parte de él se moría por acercarse una vez más, aunque fuese demasiado temprano, porque algo cambió en su interior al momento en que la tocó. Algo que le decía que el haberla tocado había sido sagrado, una parte de él sintió que nunca nadie había tenido ese placer, ese mismo placer que él había sentido cuando la tuvo en sus brazos, como si estuviera sosteniendo algo invaluable. Algo mágico.
El silencio se rompió cuando el teléfono de Rose comenzó a sonar en la sala y ella, dejando a Dominick solo en su taller, se fue casi trotando hasta donde estaba su celular. La chica aún con las emociones desordenadas pudo respirar tranquila al salir de su taller, dejando a aquellos ojos verdes que aún la estudiaban como si estuvieran fascinados con ella, con todo lo que había sucedido en tan poco tiempo. A ella aún le hacían falta algunas horas a solas para poder entender lo que estaba pasando, porque para aquel corazón esperanzado era toda una novedad saber que alguien quería ser su amigo.
Sus ojos se sorprendieron cuando después de encontrar su celular, pudo ver en la pantalla quién era la que la estaba llamando: Sky. Y sólo ver su nombre allí la hizo sentir nerviosa otra vez, porque Rose no era capaz de esconderle el hecho de que Dominick estaba allí con ella. Con un corazón ansioso contestó.
"¡Rose, hola! " Exclamó su hermana desde el otro lado de la línea. Rose sonrió al escucharla. El gran día se acercaba cada día más y ella sabía lo feliz que eso hacía a su hermana mayor.
"Hola Sky, ¿cómo has estado?" Le contestó, tranquila, sin percatarse que alguien ahora la observaba de pie en el medio de la sala.
"¡Nerviosa! Faltan tres semanas para la boda y creo que papá y la mamá de Nick enloquecerán" Decía Sky, mientras reía al terminar su oración, contagiando a Rose. El par de ojos que la observaban estaban disfrutando del espectáculo, sólo ellos sabían lo bonito que era ver a Rose sonreír.
"Puedo imaginarme Sky, sólo espero que Nick y tú aún estén vivos para el día de la boda" Dijo Rose, riéndose en voz alta mientras caminaba con el teléfono en su oreja. Sky desde el otro lado de la línea también reía.
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Corazón artista.
Romantizm"Larga vida al corazón artista, aquel que finge, corre y grita. Llamando en la oscuridad por un poco de amor, llenando de luz para escapar del dolor."