Cap XXII

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El mayor se levantó cansado, no por algo malo sino por que se quedo pensando en la pequeña reconciliación con Noodle. Su estómago le cosquillaba, no dejaba de dar suspiros y no  dejaba de tener una pequeña sonrisa. Pensó varias veces en ir a la habitación de ella, ya que también su habitación estaba a unos cuantos pasos y nada se lo impedía, pero no fue así, solo se limito a esperar a que amaneciera.
Al salir de la cama entro al baño metiéndose a la regadera, tomando un baño rápido.
No podía esperar en verla.
Una remisencia aparecio, sobre lo que había pasado a la delicada piel de la nipona, y no pudo evitar suspirar de cansancio, cuando lo que parecía ir bien se arruinó, pero ya la veía venir, aunque no quería que fuera real.
Al llegar al la sala principal vio a Stuart y se acerco a el, viendo como estaba con Noodle. Le había molestado eso, su corazón confundido hizo que actuara como sabe hacerlo.

-¿Qué carajo están haciendo?-gritó enojado

-No pudo dormir anoche- susurro Stuart inocentemente -Y se quedo dormida-

-¿Qué mierda le paso en el brazo- susurro enojado

-No lose, no quiso hablar-

-Carajo- el mayor se dejo caer al sillón.

Ambos se quedaron en silencio, mientras oían el poco ruido que causaban las olas azotando plastic beach.
Murdoc paso su vista de reojo por el cuerpo de Noodle, noto que la mayor parte de su piel ya no estaba bien, toda su piel ya no era suya.

-Stu- tomo un cigarro, observando de los miles que había en el cenicero -necesito un favor-

La joven japonesa abrió los ojos poco a poco, dándose cuenta que Murdoc estaba ahí, decidió no decir nada y fingir estar dormida.

-claro. Lo que sea- lo miro confundido

-Quiero que te lleves a Noodle lejos de aquí- miro al peli azul -además tendrías tu libertad-

No podia creerlo, después de hacer las pases quería volver alejarla de el. No entendía nada en lo que estuviera pensando, no entendía el motivo.

-¿Por qué?-

-Por el bien de ella-

-…- no dijo nada se quedo pensando unos momentos -n-no-

-¿Qué?-

-No puedo hacer eso. Solo la lastimas al alejarte de ella- hablo algo nervioso porque sabia como reaccionaria el verdoso.
-¡No  seas idiota!- se levantó tratando de intimidar al mas palido
-¿Por qué no quieres decir alguna razón Murdoc?- hablo de repente Noodle, molesta.
El azabache la miro confundido, no le podían salir las palabras de la boca, ese plan seria sin que ella se diera cuenta , pero ya no podía hacer nada.
-Dime de una maldita vez- su corazón le dolía.

-Noodz, mejor…-
-No lo defiendas-

Al decir eso se dio cuenta de lo que había echo. Le había gritado a 2D, eso era imperdonable.

-L-lo siento Stu. No quise gritarte- le dedico una cara de arrepentimiento. Sentía las lagrimas aproximarse.

-No importa Noodz. Esta bien-

-¿No me dirás nada?- la guitarrista se volvio a dirigir al mayor.

-Quieres tener un ¿Por qué?- frunció el ceño

-Si, eso quiero- contesto
El ojo bicolor caminó hacia ella, haciendo que la menor retrocediera a cada paso que daba. Hasta que topó con el sofá y quedo sentada a lado de el menor.
Murdoc se acercaba cada vez mas al rostro de la nipona pero mientras eso pasaba ella solo aplastaba mas al peli azul, casi sentada arriba de el. El azabache quiso intimidarla colocando una pierna entre las suyas, sin tocar nada.
Lo único que contaba eran su manos en el pecho de el verdoso tratando de alejarlo.
El mas pálido no entendía nada, solo que algún pequeño sonrojo también le ocasionaba esa escena tan extraña que no lograba reaccionar.
Murdoc tomo las dos manos de la joven con la fuerza que tenia, mientras que con la otra tomo su pierna acariciándola con esas media de dos colores que llevaba puesta.

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