siempre te cuidare

Cap XXVII

Lo dudaba, pero sin más la soltó.

-vámonos de aquí cariño- colocó ambas manos en los cabellos azabache con delicadeza. 

-linda…no… no podemos irnos-

-si podemos.  Solo tu y yo, dulzura – le acariciaba sus hombros al igual que su espalda.

El mayor sintió sus delgados brazos que lo rodeaban. Pensó que talvez debería dejarse hacer lo que fuera solo para dejara en paz, talvez solo debía entregarse.
Un silencio gobernó el lugar y la joven guitarrista le había vuelto a sonreír de una manera macabra. 
Boogieman arrojó una catana, que ella pudo atrapar,  y en unos segundos estaba listo para ser enterrado justo al corazón de Murdoc. El mayor tuvo tiempo de contemplarla y pensar que talvez era su final.
Ninguno de los dos había contado con Cyborg para detener aquella atrocidad con una catana algo parecida,  el movimiento provocó que el mayor sufriera un gran rasguño. Reaccionó y retrocedió.
La fuerza de ambas  era impresionante,  las espadas sacaban chispas.

-Cyborg,  no la lastimes.  Solo detenla- tomaba su brazo en la herida que le habían provocado.

Por lo tanto Stuart había vuelto de donde todos estaban huyendo, miraba con dificultad debido a a la arena que aún volaba por todas partes.  Al ver a Murdoc tomando su herida se dirigió hacia el.

-Mundz ¿Qué sucedió? – dijo preocupado por aquella herida tan grande.

-Ve adentro D.  No puedes hacer nada por ahora- le ordenó.

-¿Dónde está Russel?- puso sus  manos en sus cabellos desesperado – Tenemos que ir por Noodle también-

-Yo iré por Russel – lo empujaba – es mejor que no estorbes –

-Yo no estorbo-

-Le has estorbado desde siempre 2D- habló aquel ser.

-Cierra la maldita boca-

No lo pensó mucho para ir tras Boogieman y lanzarse y comenzar a darle golpes a lo que era su rostro.  Boogieman no parecía tener tanta fuerza y solo se limitaba a reír de una manera que helada la sangre. 

-Regresala,  pedazo de mierda-

El ente solo con una mano tomó el cuello del mayor, levantándolo del suelo,  sin que pudiera tocarlo con la punta de sus zapatos.

-Dime una cosa Murdoc.  Si tuviera que matar a  Noodle,  la que te da placer o 2D, el que produce dinero ¿A quien escogerías?-

Stuart tembló al oír eso,  se sentía tan impotente al no saber que hacer en esa situación y con Murdoc de esa forma,  quería que solo fuera una pesadilla.

-A… mi- se esforzaba en decir, mientras sostenía fuerte el brazo de Boogieman.

-Si claro-

Algo pesado se hoyo caer en la arena,  2D y el demonio que trataba de asfixiar a Murdoc miraron como cyborg había caído.  Stuart retrocedió ante Noodle que se acercaba a los tres con una mirada inexpresiva.

-Mundz… - dijo con la garganta seca y sudando frío.

El mencionado solo pataleaba para que lo soltara y pudiera respirar.  Y así fue,  lo solto.
Tosiendo y soltando aquellas lágrimas que salían solas.  Se volvió lento hacia Noodle buscando signos que regresara en si.

-Noodz… linda- hablaba con esfuerzo -por favor regresa –

La jóvene le sonrió y tomó su mejilla, observo cada facción, cada cabello que se le pegaba en la frente por el sudor.

-No eres mi tipo Murdoc-

-Basta Noodle - El menor se acercó y tomó el brazo de la joven nipona solo para ser arrojado.

Boogieman sonrió y la japonesa preparada para tomar su vida.

-Noo noodz ¡NO! – grito el vocalista,  temblando, desbordando en llanto - Basta-

Un disparo había re tumbado en los oídos de todos.  Lo que era extraño ya que Noodle tenía una catana,  Stuart al voltear se dio cuenta que el disparo provenía de Cyborg.

-Debo…proteger al amo-

Fueron sus últimas palabras para que después de un instante se apagara para siempre.
La guitarrista parpadeo repetidas veces para inclinarse y tomar un costado de su cintura y empezar a gritar de dolor. Despertando de su trance.

-Cyborg- dijo Murdoc -Noodle-
El dolor era insoportable,  no había sentido nada parecido jamás,  no dejaba de moverse desesperada.

-Murdoc… - salía lágrimas -¿Qué sucedió?  -

Su mano se empapada de sangre igual que la de Murdoc que intentaba detener la sangre.
Sus quejidos iban disminuyendo pero el dolor seguía ahí,  lágrimas en los ojos de ambos,  al igual que impotencia y profundo miedo.

-N-no te muevas tanto, luv-

-Con un carajo – El cielo parecía tener truenos y relámpagos -Acabaré contigo de una vez –

Levanto A Murdoc para apartarlo de ellos dos y darle tiempo para quitarle su alma.

-Mierda- dijo entre dientes el mayor

Encajo sus garras en sus costillas para poder succionar su alma.

Si moría él,Noodle también lo haría,  Stuart y Russel se quedarían aquí sin nadie y no podrían regresar a casa.  A pesar de todo si les tenía aprecio,  si buscaba su bienestar, si haría todo por ellos. Sus ojos comenzaron a brotar lágrimas, su impotencia lo consumía,  su Imperio se había destruido.
Había quedado en trance y no parecía moverse de donde estaba. Se escuchaban más truenos,  comenzando una lluvia tremenda.

-STUART. STU – gritaba la joven con ddesesperación -Mhgg… D-

El menor por fin pudo reaccionar, volteando ver a Noodle, confundido.  Sus piernas le temblaban y su cuerpo parecía de  gelatina. 
Observo como Noodle estirada su brazo para apuntar a la catana que estaba en el suelo.

-Tomala… - dijo en suspiros pero el de cabellos azules había entendido perfectamente.
Se acercó y la tomó con ambas manos.

-No… puedo-

-Te necesita-

Stuart se acercó rápido a  la criatura sin pensarlo mucho hasta estar completamente cerca.

-¿Qué vas hacer Stuart? – dijo intimidante - ¿Para que ayudar a Murdoc cuando te arruinó toda la vida? –

-Es mi amigo-

-Si el no está no habrá nadie que te grite y te maltrate-

-Stuart,  te prometo que todo será diferente.  No lo escuches- la nipona se levantó de su lugar con dificultad.

-Tendrás tu libertad junto con Noodle y Russel-

-D…  no puedo hablar por Murdoc y decir que lo lamenta pero sin el ya no seríamos una familia,  somos una familia,  una banda que se necesitan –

-No puedo-

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No lo subí cuando debía pero dos días tarde, no es tanto xD casi llegamos al final de esta loca historia,  no creí que serían tantos capítulos.
🌈