Capítulo 46.

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La tranquilidad emanaba de mi aun sabiendo que había un enorme bullicio de parte de los que me rodeaban, mi hermano está jugando billar con sus amigos, y al parecer está teniendo una racha de victorias que su euforia no cabe en su cuerpo, me rasco la barbilla mientras veo a mi chico acercarse, se sienta en el sillón gemelo al mío, de un color crema, con los detalles de madera bien hechos, veo a Johnny directamente mientras pone su taza de té en el brazo del asiento, estiro mi mano y lo alcanzo, mientras que nuestras mano se entrelazan me voltea a ver con una sonrisa risueña.

– ¿Té? – Pregunto enarcando una ceja mientras lo veo dirigir sus ojos a la taza con el líquido de un tono amarillo algo opaco.

– Si – Contesta asintiendo – Dinah me recomendó este té, no recuerdo el nombre, pero dice que es muy relajante –

– Que bien que tú y ella se lleven bien –

– Es muy agradable – Me mira a los ojos y noto una especie de brillo en sus oscuros ojos – Me mostro su vestido, sin duda es sumamente hermoso – Se recarga en su propio hombro mientras me mira.

Estoy a punto de decir algo mientras un grito de derrota evita que lo haga, volteo al instante y veo a mi hermano, arrodillado con las manos en la mesa, mientras sus uñas se encajan en el forro de color verde, mientras que del otro lado veo a su mujer, con su cabello rubio cayendo de uno de su hombros con una sonrisa y con su mano derecha en su cintura.

Siento la mano de Johnny apretarse a la mía y entrelazando con aun más fuerza nuestros dedos, Lo volteo a ver, el sillón está más cerca de lo que había notado, se acerca y me da un beso en los labios, mientras nuestros labios se juntan en una extrema sensación de placer, siento como si hubiera tardado semanas en hacerlo.

– ¿Tienes algo planeado para hoy? – Le pregunto cuando nos separamos para mirarlo más de cerca.

– Pues sí, tenía planeado montar un unicornio y galopar por el bosque mágico mientras me enfrento a bestias con mi espada de oro carmesí – Dice todo como si se hubiera memorizado esa frase bastante improvisada.

– Wow, sí que tienes un buen día planeado – Contesto de forma sarcástica sin perder la risa – Hoy llega el resto de la familia, ¿No? –

– Si –Dice Johnny tomando la taza de té con la mano que tiene libre y sorbe el líquido amarillo opaco – Mi mamá está emocionada por venir, dice que quiere platicar de muchas cosas con tu papá – Lo veo sonrojarse levemente.

– ¿Qué querrá hablar? – Pregunto enarcando una ceja mientras miro hacia dónde está mi hermano, ahora abrazando a su futura mujer mientras le da un beso en los labios – Es muy pronto para planear nuestra boda –

Veo a Johnny abrir los ojos como platos mientras adquiere aún más su tono rojizo, mostrándome su sonrisa, sus labios tenían un color rosado bastante cálido, como si se mordiera constantemente estos, el inferior es algo más grueso, tiene unas mejillas algo redondas que podría formar una forma como de corazón, y su cabello, suave y de color negro azabache con su mechón de enfrente morado, ese que le cubre el ojo izquierdo. Yo logro ver en sus ojos todo lo que puedo desear.

Incluso me hace enamorarme más cada momento que puedo.

– ¿Quieres que preparemos la cama por si viene tu mamá? –

– Seria buena idea, supongo que el sofá es suficiente grande para nosotros dos –

– Y lo tendrá – Acaricio su mano con el pulgar mientras sonio alegremente.

Veo nuevamente a mi hermano, quien esta sumad en el billar contra su novia, y como va perdiendo otra vez, supongo que no le importa perder su racha contra su futura mujer, mientras siento aun el calor en mi palma y en el fondo de todo, el hermoso paisaje, de colores otoñales, a pesar de estar en invierno.








Otra oportunidad. [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora