17 años y es todo lo contrario a un chico tranquilo. JaeMin, quién fue criado por su padre durante los últimos cinco años.
A diferencia de Jeno, era un chico rebelde. Vivía con su padre, su madre... Ella había muerto en un accidente cuándo JaeMin aún tenía 12 años. Sólo era un niño y se sentía culpable.
¿Cómo un niño podía cargar con todo eso?
A veces, lidiar con su padre le resultaba tedioso. Un hombre que lo amaba pero, desde lo ocurrido, JaeMin se había vuelto diferente a lo que era antes, un chico sonriente y feliz, ahora era un chico serio, frío, otras veces podía ser hiriente.
—¿Y si no quiero ir? Odio que me des órdenes.— El más joven se encontraba de brazos cruzados frente al hombre, renegando y quejándose hasta por unas simples palabras.
—Quiero lo mejor para ti, entiéndelo. Mañana comienzas la escuela, no es una opción, no es una pregunta. Vas a ir.— Sí, por más que su padre lo amara, éste podía sonar tan duro y frío, muy a pesar de usar un tono tranquilo en su voz.
—¡Odio todo ésto!— Enojado, hecho una furia, Nana salió de su nueva casa.
Un día antes, se mudó con su padre a una nueva casa, abandonando el departamento que alquilaban. No es que no fueran ricos pero, el señor Na quería estabilidad para él y su hijo. Habían sido obligados a abandonar aquél departamento tras un pequeño incidente ya que al no encontrarse en casa una noche, su hijo había armado una fiesta sin su permiso.
A ésto, era claro que el casero se lo hizo saber al padre de Nana, ordenándoles el desalojo.Al salir, algo en su interior le resultó incómodo, extraño. Una mirada. Una sensación cómo esa le hizo girar el rostro en busca de dónde provenía, encontrándose con él. Para su desgracia. Un chico pelinegro, quién parecía sorprendido.
Nana sonrió en su interior, ¿A quién no dejaba con la boca abierta? Era guapo, el mismo lo admitía. Cansado y frustrado, continuó su camino hasta alejarse de su casa.
Por largos minutos caminó, caminó y caminó, ¿A dónde iría? Era algo que no lo sabía. Sus "amigos" no le respondían los mensajes, ni las llamadas. No tenía familia más que su padre. No tenía a nadie.
Algunas veces, estar solo, resultaba cansado, molesto. Nana lo sabía. Quizás debía acostumbrarse ya pero, no estaba mal querer compañía al menos unos minutos, ¿No es así?
Llegando a un parque próximo de sus pasos, fue hasta uno de los grandes árboles y bajo éste, se sentó. Respirar aire fresco era la mejor dosis y la mejor medicina para ese momento, ayudándolo a pensar y, calmarse.
A JaeMin no le gustaba pelear con su padre, no es que no lo quiera, lo hace pero, a veces siente que es muy injusto con todo. Su sonrisa le hace darse cuenta que está equivocado, su padre se ha hecho cargo de él, lo ha criado, es un gran hombre. Pese a ello, JaeMin es tan orgulloso.
Le costaba tanto pedir perdón por sus errores, era un ser humano pero, era tan orgulloso que nunca lo reconocía.
Podía ser duro hasta consigo mismo.
Más tranquilo, listo para volver, se levantó. La noche no tardaría en volver y si quería estar con energías para un nuevo día escolar, tenía que volver pronto.
La idea era un poco desagradable, para él al menos. Conocer gente nueva era algo que no se le daba tan fácil, de hecho, le resultaba un asco, no era bueno con las charlas con los desconocidos, seguro sería el típico asocial, el chico del último asiento que no se acercaba a nadie.
Con las manos en los bolsillos del pantalón y con sus pasos lentos mientras pateaba una que otra piedrita en el camino, volvió a casa. Las luces yacían encendidas, una silueta se movía de aquí a allá acomodando cosas en la sala de estar. Suspiró.
Se detuvo en seco a la mitad, antes de entrar a su casa, más bien, dónde tiempo antes se había quedado de pie. Su mirada se dirigió a la casa de al lado. A su mente llegó ese recuerdo, ese rostro. Un chico pelinegro mirándolo sorpresivo. Incómodo, extraño, a la vez, había sido grato verlo.
¿Quién era ese chico y por qué sentía curiosidad por él?
Sin quedarse más tiempo entre ese aire frío que comenzó a calar sus huesos, siguió su camino. El día iba a acabar pronto y uno nuevo comenzaría. Esperaba que resultara mejor.
¡Hola! Ah, es la primera vez que escribo algo y espero que les guste mucho. Quería poner algún comentario en el capítulo anterior pero, se me pasó😂
En fin, disfrútenlo. Les prometo que me esforzaré en la historia♡.
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I need you...
FanfictionJaeMin está enojado por la idea del nuevo matrimonio de su padre, Jeno está feliz por el matrimonio de su madre. JaeMin no soporta a Jeno pero, dicen que del odio al amor, sólo hay un paso.