La escuela durante los siguientes días había sido lo más difícil para Jeno y para Jaemin. Encontrarse en el salón de clases, en los pasillos, en el receso, durante la llegada a sus casas y sin hablarse. Para ambos era doloroso el no dirigirse la palabra pero, mirarse lo era aún más. ¿Cómo se supone que debían estar bien si sus padres iban a casarse? ¿Cómo vivirían juntos cómo hermanastros cuándo se gustan tanto?
La cabeza de Jaemin martillaba con golpes fuertes, estaba harto de esa sensación horrible hasta en el pecho. Extrañaba a Jeno. Día y noche pensaba en él, en lo mucho que extrañaba sus labios, sus risas, esa mirada gatuna que solía regalarle cada tarde.
Jeno se hundía en llanto contra la almohada sin saber qué hacer, no podía odiar al padre de Jaemin y mucho menos a su madre. Ella era feliz, tenía derecho. Jeno podía sacrificar lo que fuera porque su madre fuera feliz, ¿Pero el amor que tenía por Na Jaemin? Estaba inseguro.
—¿Amor? ¿Puedo pasar?— La voz de su madre de escuchó tras la puerta, abriendola despacio y notando a su hijo envuelto entre las sábanas una mañana de sábado.
—Sí.— Respondió con desgano.
—¿Por qué no has salido de la cama? Sueles hacerlo desde temprano y reunirte con Jaemin. Lo vi salir y tú sigues aquí.— Su madre preocupada, se acercó hasta sentarse en la orilla de su cama, acariciando entre sus dedos los cabellos negros de Jeno.
—Hoy no tengo ganas, mamá.— Él cerró los ojos, las caricias de su madre llegaban a reconfortarlo pero, lastimosamente, no del todo.
—¿Te sientes mal? ¿Te peleaste con él?— Preguntó.
—No... No te preocupes.— Jeno intentó sonreír, sus ojos estaban cerrados, evitando que alguna lágrima escapara.
—Cariño... Desde la cena te noto triste, ¿Es por la noticia?— Claro que había sido eso, ¿Pero cómo decirle a la mujer de su vida que no quería que se casara con el padre de su amor?
—No, por ello estoy muy feliz... Si tú lo eres, yo también. Mamá, mereces ser feliz.— Trató de frotar sus ojos para hacer desaparecer las lágrimas, fue en vano. Estas escaparon en un intento de abrirlos.
—Mi amor, ¿Pero por qué lloras?— Ella abrió los brazos.
—¿Algún día podré tener un amor que me haga tan feliz cómo tú lo eres?— Jeno se levantó y abrazó a la mujer con fuerza, sollozando sin poder aguantar más.
—Por supuesto que sí, la persona que llegue a estar contigo y te ame cómo tú, será feliz y te hará así.— Su madre lo abrazó y frotó su espalda, amaba a su hijo y verlo llorar, le partía el alma.
Jeno quería parar de llorar. Si tan sólo su madre supiera que era feliz con Jaemin, con el hijo de su futuro esposo, quizá las cosas serían diferentes pero, no quería romper el corazón de la mujer.
Su madre dejó un beso en su frente y con una sonrisa se retiró de la recámara de su hijo. Jeno suspiró y se recostó de nuevo, pensando en lo único que quería; Jaemin.
El castaño se encontraba en la casa de Mark desde temprano, no quería hablar con su padre. Lo único que había tras esa cena, eran discusiones. Jaemin pasaba menos tiempo en casa, más tiempo con sus amigos. Jaemin pensaba en Jeno, sintiendo su corazón doler pero, ese dolor se esfumaba al dar grandes tragos de cerveza de la botella oscura que estaba entre sus manos.
—Parece cómo si alguien te hubiera roto el corazón, Nana.— Habló Taeyong mientras acarició el cabello de Jaehyun, encontrándose ambos en el sofá de Mark.
Mark, Lucas y Johnny se encontraban en el piso, comiendo papitas, bebiendo cervezas y jugando videojuegos.
—Nana, ¡Nana!— Lucas lanzó al menor una papita, fallando en el intento pero, captando su atención.
—Oh, lo lamento, ¿Qué pasa?— Jaemin salió de sus pensamientos, en ellos estaba Jeno y su sonrisa tan bonita, aunque las lágrimas que vio esa noche, permanecían grabadas en su memoria. Recordaba esa carita triste y húmeda.
—Que parece que te rompieron el corazón.— Repitió Taeyong.
—Ah, hyung... No, es sólo que...—
—Su padre va a casarse con la madre de Jeno.— Interrumpió Mark, metiéndose una papita en la boca.
—¡¿QUÉ?!— Exclamaron todos, incluso el mismo Jaemin al escuchar a su amigo decir eso.
—¿Es verdad, Nana? ¿Con la madre del nerd?— Preguntó Lucas con tanto asombro.
—Sí...— Jaemin estaba avergonzado.
—¿Pero cómo... Qué demonios?— Johnny intentó entender la situación.
—Mi padre y la madre de Jeno llevan tiempo saliendo, parecía ser un secreto. Van a casarse.— La voz de Nana fue disminuyendo, la tristeza lo invadía inconscientemente.
—Cuidado con el hermano de Jaemin.— Se burló Mark.
—¡No es mi hermano! Jeno nunca será mi hermano.— La boca le supo amarga al castaño, no sólo por la cerveza, sino también, por sus propias palabras.
—¿Estás triste porque tu padre va a casarse?— Johnny era tonto a veces, al menos en ese momento, no entendía mucho.
—Qué va... ¿No podía escoger a alguien más? ¿Por qué la madre de Jeno?— El tema parecía hartarle.
—O podría ser que estás enamorado de Jeno.— Jaehyun sonrió.
—¡N-no! Claro que no, ¿Jeno gustarme?— Jaemin intentó hacerse el loco, ahogando sus penas en esa botella de cerveza. Claro que le gustaba Jeno pero, no podía admitirlo a esas alturas.
—¿Yuta no viene?— Mark cortó el tema en seco con su pregunta, Nana suspiró aliviado.
—Dijo que tenía unas cosas qué hacer, que no podría venir.— Respondió Lucas.
—Yuta ha estado raro últimamente.—
Jaemin volvió a hundirse en sus pensamientos y pasadas las 8 de la noche, creyó que debía volver a casa.
Salió de la casa de Mark rumbo a la suya, pateando piedritas o alguna tapita que se cruzara en su camino, hundido, cómo siempre, Jeno atormentaba su cabeza. Lo que Jaemin había notado, era que sus labios formaban una curvatura preciosa en su rostro, una sonrisa.
Sonrisa que desapareció al detener sus pasos en seco al estar frente a su casa. Sonrisa que desapareció cuándo alguien besaba a su chico, a su Jeno.
—Renjun...— Susurró para sí mismo.
El chino estaba abrazando a Jeno por el cuello, sus labios estaban unidos en un beso, Jeno lo tomaba de la cintura. Fue todo lo que supo, no quería saber más, no quería ver más. Jaemin entró a su casa y cerró de un portazo. Ni siquiera quería saber si aquéllos dos lo habían visto. No quería saber si Jeno lo vio. No quería saber de nada, no quería saber de Jeno.
Su Jeno estaba besando a otro...
¡Holaaaaaaaaaaa! De nuevo una actualización y más rapidita (?) Yo sé que muchos lloraron por la noticia de la boda de los padres de Nana y Jeno. Lo sé, yo también.
¡No me odien por el NoRen!
Espero que estén disfrutando la historia. Gracias por leer y por sus comentarios bonitos❤
ESTÁS LEYENDO
I need you...
FanfictionJaeMin está enojado por la idea del nuevo matrimonio de su padre, Jeno está feliz por el matrimonio de su madre. JaeMin no soporta a Jeno pero, dicen que del odio al amor, sólo hay un paso.