I need you...

Te necesito siempre.

Desde aquélla noche en la que Jeno y Jaemin se habían entregado, algunas cosas cambiaron entre ellos. Todo era tan diferente. Sus padres no estaban en casa, sólo ellos dos existían en ese pequeño mundo en dónde podían compartir sonrisas, palabras y besos. Claro, también caricias y hacer el amor en el sofá, en el baño, en todos los lugares que les fuera posible.

Todo cambió en esos momentos, Jaemin cada vez se distanciaba más de su querida novia y Renjun que intentaba acercarse más a Jeno, era imposible. Jeno no estaba enamorado de él y no podía lastimarlo con falsas ilusiones.

Habían sido un par de ocasiones en la que el mayor había ido a visitar a Jeno en presencia de Jaemin, con la excusa de estudiar o simplemente pasar el rato viendo alguna película. Para Jaemin y Jeno era incómodo por el hecho de querer pasar tiempo juntos y así no se podía. En esas ocasiones, Renjun había intentado robarle un beso a Jeno, Jaemin estaba allí para aclararse la garganta, hacer algún ruido tan fuerte o hablar a Jeno para llamar la atención y evitar una desgracia cómo un beso.

Renjun lo odiaba. Odiaba a Nana y él odiaba a Renjun. Una batalla por un chico.

A pesar de que el más joven tenía novia, las cosas fueron distintas, perdiendo el interés, aunque realmente jamás la tuvo.

-Jeno... ¿Puedo hablar contigo?- Hina lo miró y el chico asintió, levantándose de junto al árbol.

-¿Sucede algo?- Preguntó totalmente desconcertado, siguiéndola a un punto más lejano de todos.

-¿A ti te gusta Jaemin?- La chica lo miró, se estaba comiendo a Jeno con la mirada, cómo si lo fuera a fulminar.

-No... ¿Por qué?- Se puso tan nervioso.

-Vamos, no puedes engañarme.-

-Hina...-

-Lo sé todo, Jeno, lo sé desde un principio.-

-¿A qué te refieres?-

-Yo no puedo hacer feliz a Jaemin, él te ama... Él me terminó y...- Jeno se sintió culpable.

-¡Lo siento!- De verdad se sintió culpable, su corazón se arrugó cómo papel.

-No, tranquilo... Jaemin te ama y desde un principio me dijo que estaba enamorado de alguien. Le pedí una oportunidad cuándo me contó que no podía estar con esa persona y aceptó pero, sabía muy bien que no iba a poder ganarmelo, no cuándo esa persona vivía con él, no cuándo eres tú...- La chica suspiró y agachó la mirada.

-Hina, lo lamento... Pero no sé porqué te terminó, nosotros no podemos estar juntos.-

-Jeno, te ama y sé que tú a él... Luchen.- Hina sonrió y sin decir más, se dio la vuelta para irse. Sus lágrimas habían hecho aparición y no quería que Jeno la mirara así.

Jeno se quedó quieto en su lugar sin saber qué hacer.

-¿Todo bien, Jeno?- Preguntó Renjun y Chenle a sus espaldas. El timbre había sonado para volver a clases y ni cuenta se había dado.

-Sí...-

Los chicos volvieron a sus clases, sentándose en sus lugares y desde el suyo, podía observar a Nana, quién le devolvía las miradas y una pequeña sonrisa que pasaba desapercibida cuándo Mark le contaba alguna estupidez.

Al terminar las clases, Jeno y Jaemin volvieron a casa. Por todo el camino estuvieron en silencio, sólo hasta la puerta, entonces Jaemin pudo susurrar un "Noticeame, Jeno", a lo que el mayor rió.

Agotados por un día muy pesado, subieron a la recámara para dejar sus cosas, fue entonces que Jaemin lo tomó por la cintura antes de salir y Jeno, lo abrazó por el cuello. Sus bocas encajaron a la perfección en un beso lleno de ternura, lleno de amor.