Nervios

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Nicolás

Conduzco mi moto con cuidado por la ciudad, atravesándola para llegar a casa de Lucía. Mi estómago es el cruel destinatario de un nudo de nervios y no dejo de morder mi labio con la finalidad de calmarme un poco. A este paso quedaré sin labio.

Para mi fortuna, hoy no trabajo dado que me correspondía franco. Más aún, Bri había conseguido una amiga en nuestro vecindario por lo cual se había quedado en su casa. Estaba libre y mi único fin era llegar a casa de Lucy.

Pronto lo consigo, tenía la nariz colorada debido al frío y el labio a punto de sangrar, pero nada de eso importa realmente. Estaciono mi vehículo y lo aseguro con una cadena, para luego tocar el timbre de su bonita casa.

Nadie contesta y me impaciento, por lo que vuelvo a tocar. El silencio es la única respuesta y decido enviarle un mensaje a la chica que provocó que en mi día libre no me quedara en casa descansando.

No está en casa, genial.

Enojado por mi estupidez, apoyo mi cabeza en el timbre provocando que este suene sin cesar.

ꟷ¡Voy! –escucho que grita una voz masculina en el interior de la casa, su padre.

La puerta se abre y tal como había imaginado, un hombre cercano a los cincuenta años envuelto en una bata de baño aparece en mi rango de visión. Siento mis mejillas arder al instante y ruego al universo para que la tierra me trague.

ꟷ¡Oh, eres tú! –una pequeña sonrisa se forma en sus labios-. ¿Por qué la impaciencia?

ꟷLo... lo siento, creí que no había nadie.

¡Oh, Jesús! ¡Mi futuro suegro me odiará!

ꟷ¿Y sueles tocar mucho el timbre en casas vacías?

ꟷNo, señor.

Suelta una pequeña carcajada y creo que mi corazón se detiene por unos segundos. Desearía haberle dicho a mi hermana que la amaba antes de salir, creo que voy a morir aquí mismo.

ꟷPasa, Lucía está por llegar.

Asiento y sigo su consejo en silencio. 

El papá de Lucy siempre ha sido amistoso conmigo, creo que eso se debía a que era amigo de su hija pero no sé cómo tomará el saber que estoy en su casa para pedirle a su hija que sea mi novia.

Por lo que sé, es un padre celoso y mi cuerpo se está preparando con anticipación para la charla que seguramente tendré con él sobre no lastimar a su pequeña. No la lastimaré, haré mi mayor esfuerzo para lograrlo.

ꟷSi no te importa, iré a terminar de bañarme –señala las escaleras y asiento rápidamente-. Ponte cómodo.

Asiento nuevamente y el hombre ríe, seguramente cree que me golpeé la cabeza con fuerza.

Me acomodo en el sofá del living de su casa y juego al Candy Crush mientras espero a Lucy, ella pasará por comida y la verdad es que no sé si podré probar bocado alguno.

Minutos después, la puerta se abre y asomo mi cabeza por encima del respaldo del sofá para identificar al recién llegado.

ꟷ¿Nico?

Me pongo de pie rápidamente, asustando a Lucy en el proceso.

Concéntrate, hombre.

ꟷLo siento.

ꟷNo hay problema.

Su sonrisa es todo lo que necesito para acercarme y abrazarla, se ve realmente adorable con un sombrero de lana sobre su cabeza y una bufanda haciéndole juego, mientras en sus brazos lleva libros y una bolsa de McDonald's.

ꟷAwww –susurra-. También te extrañé, Nico.

Siento mis mejillas arder por segunda vez en menos de una hora y eso provoca que vuelva a soltar una ronda de "awwwws".

ꟷ¿Tienes hambre?

ꟷMuchísima.

Es mentira pero no quiero que se sienta mal, después de todo pasó por comida por mi causa.

ꟷGenial, traje tu favorita.

ꟷCreo que te amo, Lucy.

Ella ríe en respuesta y aunque mi tono fue de broma mis palabras están llenas de verdad. Creo que la amo. No, no. La amo.


Comemos en silencio por unos minutos, no puedo despegar mi mirada de su cabello alborotado y aunque a otros hombres eso les puede resultar horrible creo que es lo más bello que he visto en el día.

ꟷ¿Puedo hacerte una pregunta? –suelto de repente, dejando mi hamburguesa en su caja.

ꟷClaro –lleva una papa frita a su boca y me mira expectante.

Froto mis manos contra mi jean y tomo una bocanada profunda de aire.

ꟷ¿Quieres ser mi novia?

Su mano se detiene a medio camino entre su boca y la caja de papas, y su boca se abre un poco.

¡Que no la haya cagado, por favor!

ꟷ¿Es broma?

Niego con la cabeza, asustado.

Una sonrisa enorme curva sus labios hacia arriba y no sé si sentirme aliviado o no.

¡Habla, mujer!

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Disculpen la tardanza, la facultad me consume. Espero que disfruten el capítulo y muchísimas gracias por las lecturas, comentarios y votos.

Los adoro =)


Mala suerte, LucyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora