Chemistry: Eiza R-S

Chemistry Eiza-RS "FINAL ALTERNATIVO: Mi vida después de ti..."

Diario de Vera Ann Farmiga
"De mi para ¡MI!"

"Todo en cuanto vemos o creemos ver, no es sino un sueño dentro de otro".

Yo solía llamar a Patrick el amor de mi vida...

"¡Loco, ardiente!"

Pero... desperté de la pesadilla, en la que sabes:

"Es un resplandor en tu vida, ¡dulce pesadilla!"

Convirtiendo en miserable... ¡Mi vida! Un falso despertar es mi día a día, en el que quiero despertar... ¡Ya!

"¡Debo estar soñando!"

Grita constantemente mi subconsciente, "Mi Diosa Interior", poco a poco está apagándose. Las pesadillas son cada vez más constantes, aterradoras, inestables, por momentos siento estar muriendo constantemente, una agonía eterna, un constante caer.

"¿Podré escapar de ello?"

No puedo estar consciente de los días, ni las noches; es cómo si una parte de mi... se hubiera ido con él...

[[Mi subconsciente grita:

"¡Es sólo una pesadilla!".

Mi corazón late tan rápido que creo que algún momento saldrá disparado.

"No puede... no puede... ¡No es real!"

Me tomó por el brazo, zarandeando, tirando de mi tan fuerte, que creo que...

¡"Voy a perderlo!"

-¿Quién? -gritó, se dirige a Néstor, trago saliva con dificultad, ¡mierda! Apunta a Patrick, a mi cerebro le cuesta procesar lo que está pasando, ¡No puedo perderlo!

Néstor cierra los ojos, ¡él lo sabe! Pero... ¿podré anteponer la vida de Patrick por encima de la suya? Estoy segura que ¡jamás me lo perdonaría!

Las palabras me retumban en los oídos:

"Néstor, jamás me pidas escoger entre Patrick y ¡tú! No te gustará la respuesta -inhalé profundamente- siempre ha sido él!"

Apuesto a que también recuerda esas palabras.

Lo intentó por última vez, me sacudo tan fuerte cómo es posible.

-Por favor... te lo suplico... no es...

-Oh, claro, ¡Qué lo es! Última oportunidad... ¿Quién?

-Oh, Dios! -¡Mierda!

-Una lección debe ser aprendida... -apunta hacia los pies de Néstor, tira del gatillo, ¡No puedo ver!- Sientes eso? Eh? Te duele?

-Renn... por favor! -supliqué- Oh, Néstor... perdóname!

-Tranquila... -logra decir- No es... tranquila!

-¿Quién? -grita demasiado cerca de mi oído, dejándome sorda.

-No... no... -cierro los ojos- oh, Dios!