ºOCHO

6K 392 251
                                    

Maratón 4/8

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Maratón 4/8

- Shh - sisea contra mi cuello, mientras los movimientos de su cadera siguen, haciendome enloquecer - Van a escucharnos, nena.

- No puedo evitarlo - digo en un suspiro, cerrando mis ojos, disfrutando de este momento.

Sus manos sujetan con firmeza mi cadera, acercandome de vez en cuando a su cuerpo. Entierro mis uñas en su espalda, conteniendo mis ganas de gemir con fuerza, mientras por su parte el muerde mi cuello a su antojo.

Y es que ahora no podemos darnos el privilegio de ir a la torre, dado la vigilancia de Lori en Rick. Aun así, esta última semana nos hemos escabullido a la habitación de la lavandería, demostrandonos nuestro amor cada que podemos, ya que desde aquí no pueden escucharnos ademas de que nadie viene aquí.

Pero sinceramente no me importa. No me importaría tener que salir al bosque para darnos un pequeño beso siquiera.

- Ah Rick - jadeo al sentir que sus embestidas se han acelerado, y que sus besos bajan hasta que sus dientes atrapan uno de mis pezones suavemente.

- Eres deliciosa, Janie - sisea mientraa continua saboreando mis pechos a su antojo, y los movimientos siguen, haciendose cada vez más rápidos

- Rick, ya... - digo con dificultad, pues siento mi mente nublarse ante tanto placer - Ya..c..casí term...

- Shh - sisea colocando ambas manos en mis caderas, moviendose desenfrenadamente en mi interior - Demuestramelo.

Recargo mis manos un poco atrás de mi cuerpo, estirando mi espalda lo más que puedo dejando mis pechos bastante expuestos, cosa que Rick no desaprocecha, pues vuelve a tomar uno de ellos en sus labios. Mis gemidos salen en voz baja de mis labios, mientras siento esos recientes pero bastante conocidos espasmos en mi cuerpo, el temblor en mis piernas y ese maravilloso picor de la zona de mi vientre para abajo.

- Rick - jadeo un tanto alto, rodeando su cuello esta vez, escondiendo mi rostro en su cuello, aspirando su aroma tan varonil, me aferro más a él mientras siento mi cuerpo liberarse a su merced - Oh, Rick

- Adoro que digas mi nombre cuando terminas, Janie

***

- Oh, mierda - maldigo al ver lo que Carl me confirmo hace poco - ¿Tu padre lo sabe?

- No. Esta ocupado peleando con mamá - dice el pequeño cabizbajo.

- No te desanimes. Los padres pelean todo el tiempo - le digo abrazandolo por los hombros - Eso creo

Ambos nos quedamos en silencio, viendo el cuerpo sin vida de Violet, el cerdito que Carl y yo adoptamos en cuanto la vimos, aun sabiendo que iba a convertirse en comida, no pudimos evitar encariñarnos, y ahora esta muerta.

Fire || Rick Grimes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora